Trigésima tercera parte

1K 153 38
                                    

― Llévenlo con cuidado – hablo un encapuchado

― Escuchen dije que iría sin problemas mientras no le hagan nada a mi hija pero en serio estoy cansado – dijo el albino

― Mami... mami – le llamaba Nyoko pero la niña era cargada por uno de los encapuchados

― Jefe es cierto, está en cinta

― Es su culpa, ¿Quién le manda liarse con un mafioso?

― ¿no ustedes son traficantes?

― No matamos gente pero está vez habrá una excepción

― Mami... Tengo miedo...

― Todo está bien Nyoko, no te preocupes

Atsushi caminaba adolorido, sus pies lo estaban matando y las punzadas del bebé crecían, - ¿A dónde nos llevan? – pregunto Atsushi

― El muelle será un buen lugar

― El mafioso los encontrará ahogados por el agua.

― Quisiera ver la cara de ese mafioso cuando los vea

― Si y se imagine cuanto sufrieron por ver la marea crecer y crecer hasta ahogarlos

El albino intentaba planear algo, quizá el tigre podría ayudarle pero estaba asustado de que el bebé se viera afectado por transformarse, por algo los omegas no tenían habilidades, de por si había tenido que quedarse en cama porque su embarazo se volvió complicado y ahora estaba en aquella situación, solo le quedaba confiar en Akutagawa y de ser encontrados antes de que Nyoko y su bebé sufrieran algún daño. Solo podía ganar tiempo, el líder de los traficantes llevaba a Nyoko, dos de ellos jalaban a Atsushi de sus brazos y había unos 10 atrás de ellos vigilando el camino, así que Atsushi abrazo su vientre – y-ya no puedo caminar

― Jefe

― Caminaras – le ordeno el jefe.

― Te-tengo 38 semanas, no puedo caminar más

― ¿en serio? Entonces, ¿deberíamos acabar con ustedes aquí?

Aquel encapuchado había tomado a Nyoko de su cabello, la niña grito – n-no ¡sueltala! yo... ca-caminaré

― No, solo deberíamos terminarlo aquí entre los pescados. – el líder de los traficantes había sacado un cuchillo largo - El olor le dará sabor, los zopilotes vendrán por sus cuerpos dile "Adiós" a tu hija

― ¡MAMÁ! – grito Nyoko.

― ¡Es-Espera! ¡déjala!

Atsushi intentaba zafarse de los dos gorilas que lo tomaban de sus brazos, Nyoko gritaba mientras lloraba, estaba asustada. El albino sintió el dolor más fuerte en su vientre, el albino lo supo. Justo en ese momento rocas golpearon al líder de los traficantes rompiendo su casco y noqueándolo. Nyoko fue soltada pero los demás apuntaron a Atsushi y a la niña con armas de fuego. Atsushi cayo de rodillas al no ser sujeto y detuvo a Nyoko – Nyoko, qui-quieta, no te muevas

― Ma...mama... - Atsushi escucho las armas - ¿qu-que tienes mamá?

― Nyoko ¡no te muevas! – grito adolorido.

Telas negras aparecieron desde la tierra, una de ellas tapo los ojos de Nyoko, la niña grito más por ello, estaba asustada. Los cuerpos habían sido acribillados completamente. Nyoko se mantuvo encerrada en Rashomon, Chuuya llego a ayuda a Atsushi en lo que Akutagawa los alcanzaba – Atsushi...

― No... no puedo moverme... – menciono el albino – qui-quiere salir

― ¡UNA MIERDA! – grito Chuuya cargando a Atsushi con su habilidad

Dark destinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora