Trigésima cuarta parte

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Dos días después, Atsushi salía del hospital con Tetsuya en su brazo y Nyoko tomada de su mano, en su hombro una maleta y muy enfadado - ¿Dónde está tu padre? – se quejó Atsushi en la puerta del hospital

― Ayer tío Osamu dijo que lo llevaría a hablar con tagos

― Maldi... - Atsushi mordió su labio – vamos por un taxi

Atsushi subió a un taxi con Nyoko y Tetsuya, habían logrado llegar a casa a salvo, Nyoko fue a su habitación mientras Atsushi dejo la maleta en la mesa y arrullaba a Tetsuya. Fue cuando lo escucho, Akutagawa apenas se levantaba del sofá – que... ¿paso?

― Que Tetsuya, Nyoko y yo llegamos y tú tienes resaca

― Lo lamento – dijo levantándose - ¿lo arruine?

― No, solo te emborrachaste

― Lo lamento, no resisto el alcohol – miro al bebé - ¿puedo cargarlo?

― Hazlo – le sonrió. Akutagawa tomo al bebé en sus brazos y Atsushi les miro – ahora, te enseñaré hacer una mamila para recién nacido

― Espera ¿Qué? tengo al bebé

― Dijiste que podías hacer todo súper papá

― Está molesto – murmuro

Atsushi le enseño al azabache como desinfectar las mamilas, la cantidad era diferente para Tetsuya, recibió la temperatura de la leche, al final Akutagawa solo le dio la leche a Tetsuya – creí que los omegas reproducían suficiente leche

― Así es pero quería torturarte un rato con tu dolor de cabeza

― Das asco

― Nou – le sonrió el albino – ve con el bebé a descansar. Voy a prepararte algo para el dolor

Akutagawa se sentó en la sala, Nyoko dibujaba en la alfombra, al verlos fue con su papá y su hermano. Nyoko se acostó sobre las piernas de su papá. Mientras alimentaba a Tetsuya – esto apesta.

Atsushi terminaba de preparar Kimchi con chile. Fue a la sala tomando a Tetsuya – Ryu, ve a comer – miro a la pequeña – Nyoko prepare un poco para nosotros sin chile

― Si mami

Fueron al comedor, Akutagawa iba lento tras él, comían todos juntos. Apenas comenzaban a comer cuando Tetsuya lloro, Atsushi lo arrullaba mientras Akutagawa se encargaba de Nyoko, para cuando se calmó, Nyoko y Akutagawa habían terminado de comer – yo me encargo Jinko

― Está bien, es normal – suspiro Atsushi – devuelta al inicio...

Por la noche, Nyoko dormía tranquilamente, el albino y el azabache estaban besándose placenteramente, el bebé estaba en una cuna al lado de la cama – eso se siente bien... - menciono Atsushi acariciando las mejillas del azabache

― ¿está bien que esté encima?

― Sí, me encanta – le sonrió – voy a devorarte

El beso continuo hasta que Tetsuya comenzó a llorar – voy yo – dijo el azabache levantándose. Atsushi los miro, Ryunosuke arrullaba a Tetsuya

― ¿sabes lo sexy que te vez?

― No empieces, tengo al bebé

― Gracias...

― No estás solo Jinko, jamás estarás solo de nuevo

Atsushi sonrió, salió de la cama y abrazo al azabache – lo sé... No estaré solo jamás, tu tampoco mi dulce mafioso.

Dark destinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora