"τнοѕє єγєѕ" ɾմաíցҽԵԵα [KARMALAND]

A weird but beautiful confusion

Diablos, diablos, diablos. Estaba pasando de nuevo. ¿Cómo se salía de esa? Estaba hipnotizado por sus ojos, pasó exactamente lo mismo con Rubén. El tiempo parecía haberse detenido ahí mismo, rayos, ¿ahora pasaba con Willy?
Guillermo se veía notablemente incómodo, se veía el color carmesí en sus mejillas, pero aún así no parecía querer dejarlo de ver.
Una vez más, Vegetta se forzó a despegar su mirada de la perfección misma.
"Bueno...Eso fue incómodo."
Río el albino, nervioso, mientras terminaba de devorar su galleta.
"Sí- Sí, muy incómodo diría yo."
Dijo riéndose el de ojos púrpura, mientras se acomodaba no tan lejos de Guillermo.
"Pasemos de vuelta a Rubius, ¿qué te parece?"
Los nervios en los dos parecia desvanecerse para volver a hablar del tema principal.
"Claro. Así que eso es lo que ocurre con Rubius. Quiero declararme cuanto antes, sabes como soy en cuanto el amor."
Río el pelinegro, sintiendo como la risa de el albino sincronizaba con la suya segundos luego.
"Pues sí, tío. Si realmente lo amas, entonces declarate en donde quieras, estoy seguro que lo amará de igual manera."
Respondió con cierta tristeza, mientras tomaba el control para poner la televisión.
"Bien, hablando de eso..."
El albino lo miraba, quieto y neutral, mientras prendía el, no tan grande, televisor frente a ellos.
El pelinegro planeaba decirle que se había enamorado de Rubén, el día anterior. Y ahora también estaba enamorado de él, justo en ese día. Dios, nunca pensó que sería un desastre en el amor.
Al darse cuenta de la situación, se arrepintió al instante.
"No, nada...¿Miraste al menos una temporada de "Friends", como te dije que lo hicieras?"
"Uhm, no. Estuve viendo otras series aparte de esa."
"¡Ni siquiera viste un capítulo!"
Rieron mientras veían una telenovela barata sobre una rubia de ojos celestes, que no podía decidir entre un mexicano y un español.
Samuel debía decir algo.
"Willy."
"¿Sí, querido?"
A diferencia de él de ojos púrpura, el albino parecía estar prestando atención.
"¿Quieres quedarte a dormir?"
Joder, joder, joder. Se sentía un genio y un estúpido al mismo tiempo. Podría tener esos ojos, esa piel, esa perfección junto a el toda una noche.
Pero no se sentía completo. Necesitaba un par de ojos color menta al lado de ellos.
"Claro, compañero."
Respondió Guillermo, cosa que lo sacó de sus pensamientos.
"Genial."
Sonrió de manera suave mientras se acomodaba para ver la, barata y cliché, telenovela con el albino.