Mientras tanto, había un chico híbrido teniendo una crisis en su cuarto.
El estaba enamorado de Samuel desde casi 1 año, y eso lo traía loco y decepcionado de él mismo por creer que estaría a la altura del pelinegro.
Oh, Jesús, sus ojos le recordaban a la noche, reflejaban su brillante inteligencia, su limpia y responsable formalidad, su atractiva pasión. Era la prueba viviente de la perfección.
Se encontraba en su cama, escuchando música suave, y una que otra canción de electrónica. Pensando en el chico que lo traía enamorado.
El amaba su forma de vestir, amaba su estilo, amaba sus gustos, amaba todo de él. Deseaba que fueran más que amigos. Pero se le dificultaba decir esas dos palabras, tenía miedo al rechazo.
Esperaba un mensaje de el para poder hablarle, esperaba que el diera un paso.
Pero no, solo se dejó caer dormido, cerrando los ojos de manera suave.
Tal vez mañana.•
Se despertó de manera repentina, cansado y algo despeinado. No quería levantarse por nada. Se preguntó el por qué hasta que sintió vibraciones viniendo debajo de su almohada. Era su teléfono.
Lo revisó, eran las 19:05 de la tarde, el se había dormido a las 18:29, rayos, ¿tan poco durmió? Le llegó otra notificación.
"Vegetita 💜"
"Tienes mensajes nuevos"
En ese momento, su ceño fruncido y sus ojos entrecerrados por la luz, fueron intercambiados por una expresión sorprendida y atenta. No se esperaba eso.
Era Vegetta, insistente sobre que quería decirle algo. Con una simple pregunta, Rubén descubrió que se trataba de una invitación a su casa con Guillermo. Oh, gracias, queridos dioses, le han dado una oportunidad de estar más tiempo junto a los ojos de su enamorado.
Se quedó mirando al techo con una sonrisa, hasta que recordó que debía responder. Le dio una respuesta corta para parecer no muy interesado en eso, debía mantenerse firme, pero estaba casi que se desmayaba, y eso que se conocen desde hace bastante.
Iría en quince minutos, así que debía prepararse. Corriendo fue hacia su armario. Si bien solo tenía muchas sudaderas y una gran cantidad de gorras en su ropero, pudo sacar unos cuantos conjuntos fuera de esto, aunque no entendía el por qué, si solo sería un día y luego a volverse para la casa.
Pero aún así sentía emoción por ir con el, luego de esos momentos de el día anterior, se sentía determinado a conseguirlo. Planeaba hacerlo en San Valentín, pero quizá y con suerte se le declaraba.
Oh, estúpidos y tiernos ojos púrpura, ¿qué no ves lo que causas en el pobre chico?
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"τнοѕє єγєѕ" ɾմաíցҽԵԵα [KARMALAND]
Storie d'amoreSabían compartir. Se habían enamorado. Todo encaja, ¿no?