Mientras Willy, que contando chistes horriblemente malos, hablaba con Rubius, quien reía de estos como si fueran los mejores que había escuchado, Vegetta observaba desde la cocina, viendo esos dos rostros sonreír.
Estaba en el paraíso, realmente estaba con las dos personas que lo tenían enamorado. Fue con una sonrisa a recibirlos de manera correcta.
"Así que, chicos, ¿qué quieren hacer para pasarla bien?"
Supo el doble sentido cuando Rubius lo miró de manera graciosa. Así que los dos conectaron miradas y se rieron en silencio.
"Podemos preparar ya las camas, así no nos preocupamos de hacerlo más tarde."
Dijo Willy, sin percatarse de el chiste. Entonces Samuel recordó que tenía solo tenía una cama aparte para Willy, siempre tuvo una. No era fanático de quedadas grandes.
"Creo que solo tengo una aparte."
"¿Que se debía traer una cama aparte?"
Rieron los tres. El de ojos esmeralda solo observaba por la ventana frente a el, como la Luna comenzaba a aparecer poco a poco, misteriosa y expectante.
"Mejor preocupemonos luego, veamos una película o tardaremos mucho."
"Claro, podemos ver una de acción."
"De romance-"
"¡Comedia!"
"Entonces veamos Shrek."
Rieron al unísono mientras se acomodaban en el sillón, estirándose y estando algo apretados. Willy tomó el control remoto.
"Busquemos algo en Netflix."
"Podemos ver una de terror, aunque no tienen unas muy buenas."
Dijo el de ojos menta mientras acomodaba su mochila fuera del sillón.
"¿No que te daban miedo?"
Cuestionó el pelinegro en un tono burlón, mientras observaba a Guillermo cambiar de canal buscando algo interesante.
"Pude con muchos juegos de terror con audífonos, muchas gracias."
Río Rubius mientras se cruzaba de brazos, haciendo sonreír al de ojos púrpura.
"A ver que tan machos somos, eh."
Dijo mientras ponía una película cualquiera, ni siquiera sabiendo la trama.
El híbrido saca una botella de vino, mientras tarareaba cierta canción que el inventó.
"¡Tengo vinito barato de Luzu! No sabía que la tenía en la mochila."
"¿Que trajiste vino barato a una pijamada?"
Río Guillermo mientras acomodaba su gorro y veía como la película terminaba de cargar. Samuel se notaba enojado, de una manera irónica.
Estaban viendo atentamente el comienzo, mientras Rubius tomaba un pequeño sorbo de la pequeña botella, para dejarla en la mesa. Se venía un posible susto, no tan inesperado, ya que los tres estaban atentos a esta.•
Samuel estaba prestando mucha atención a la película. Cielos, ya apenas había empezado y ya estaban con los sustos a tope. El no tenía mucho miedo, pero tampoco quería ver todos esos sustos. Así que se apoyó en el respaldar para no verlo tan cerca.
Ahí fue. El susto fue extremadamente fuerte, fue mala decisión tener el volumen casi al máximo. Samuel estaba pensando agarrar el control y bajar el volumen, hasta que sintió una mano cálida tomar la suya, lo mismo con la izquierda.
Oh, Jesús, eran Guillermo y Rubén tomando las manos de Samuel. El pelinegro se limitó a sonreír, gracias al Cielo tenía experiencia con este tipo de peliculas.
"Muy machos, chicos, muy machos."
Río De Luque, mientras se ganaba un codazo de Willy y una risa sarcástica de Doblas. Hasta que los tres rieron de manera coordinada.
Con el tiempo, la película solo se hacía más y más cliché, hasta el punto de ser predecible. A este punto, los sustos solo les daban gracia. Samuel escuchaba esas risas y estaba en el relajante paraíso. Guillermo veía esas sonrisas y estaba en una hermosa fantasía. Rubén sentía ese tacto con ambos y estaba en un maravilloso sueño.
Pero ese pensamiento siempre llegaba a la cabeza de los tres como si fuera una sola.
"¿Por qué caigo con dos personas, sabiendo que ninguna me quiere?"
Lo que era verdad les parecía una fantasía, y eso les dolía de una manera suave.
Esos tres pares de ojos compartían dolores y las mismas fantasías.
Rubius tosió un poco, sacando a los tres de esos pensamientos y haciéndolos prestar atención a la película. El mencionado tomó la botella y quiso tomar un sorbo, de nuevo, le gustaba el sabor a uva. Hasta que sintió una mano detenerlo.
"Podemos compartir cama los tres."
Samuel se sentía un genio y un idiota al mismo tiempo, de nuevo. Los dos albinos reaccionaron con ciertos nervios.
"Claro, no homo, eh."
Dijo Rubius riéndose, mientras se paraba a prender la luz. La película se había tornado aburrida, debían hacer algo más.
"Vamos a el tejado a buscar meteorito-"
"Estrellas fugaces, Vegetta."
Interrumpió Willy riéndose por lo bajo.
"Meteoritos fugaces."
Rieron ante el comentario del híbrido. Oh, hermoso paraíso para los tres chicos.
De Luque tomó las llaves y abrió la puerta, bueno, la puerta ya estaba abierta. Río desconcertado por la falta de seguridad que habían tenido.
Subió por las escaleras, seguido por los albinos, quienes estaban fascinados por el cielo y por la gran vista que tenía el techo de Vegetta.
"Oh, wow, Triple Siete, tienes talento arquitectónico."
Dijo el híbrido mientras tocaba la madera.
"Que no soy Triple Siete, cabezón."
"Se enojó Triple Siete."
Respondió de una manera burlona el de ojos esmeralda. Escuchó una risa algo inaudible de Samuel.
"Voy a traer un telescopio, no me tardo."
El de ojos púrpura, bajó las escaleras, siendo observado por sus mejores amigos.
Ver las estrellas. Una hermosa idea, ¿no?
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"τнοѕє єγєѕ" ɾմաíցҽԵԵα [KARMALAND]
RomanceSabían compartir. Se habían enamorado. Todo encaja, ¿no?