La pelea fue, distintivamente, larga. Fue un desastre de gritos, espadazos, flechazos y alguno que otro roce entre los tres chicos cuando tenían tiempo para verse cara a cara, incluso llegaban a ser pequeños besos en las mejillas.
Actualmente, solo los mantuvieron a raya, luego el Sol hizo todo el trabajo, quemando a los esqueletos y zombies, dándoles tiempo para entrar y esperar a que los creepers se fueran.
"Menuda- Menuda pelea, eh."
Dijo el híbrido, despeinado y sudoroso. Willy, quién estaba casi igual que el, solo que tenía el rostro rojo, río de manera corta.
"Ni-Ni que lo digas."
Estaban cansados, en grandes cantidades, el pelinegro ya estaba algo acostumbrado gracias a el ejercicio que tomaba, pero aún sentía peso en todo su cuerpo, más de lo que podía mantener. Tomaban vasos con agua, muchos vasos con ese líquido que era glorioso para los chicos en ese momento.
Después de unos cuantos sorbos, finalmente, el agua se había acabado. Suspiraron y ya calmados, rieron en sincronía, una hermosa canción sin melodía.
"Deberíamos celebrar esta victoria."
Dijo, de nuevo ojeroso, Rubén, mientras apoyaba sus manos en los hombros de sus amigos.
"Claro, ¿aquí o en la Taberna?"
Guillermo y Doblas se miraron cómplices, ¿acaso el pelinegro había dicho algo malo?
"Aquí, definitivamente aquí."
Sonrió nervioso el albino de ojos esmeralda, mientras Rubius tenía la misma expresión. A veces, sus amigos eran expertos en mentir, otras, solo eran un par de tontitos haciéndose, irónicamente, los tontos.
"Claro."
Respondió el pelinegro, con una expresión desconfiada, mientras alargaba la a. La tensión se sentía pesada, cosa que no era nada buena, así que el híbrido quiso intervenir.
"¡Pero bueno! ¿Que tenemos aquí? ¡Oh, son botellas de vinito barato de Luzu!"
Dijo el albino, mientras revisaba su mochila con falsa sorpresa y confusión. El ya sabia que estaban ahí, el mismo las puso, tenía un problema con ese vino de uva.
"¿Quién diría que fueses un alcohólico, hombre?"
Dijo con gracia el otro albino, mientras le daba un codazo a el oso. El de ojos amatista, solo los miraba con cierto enojo. Odiaba cuando traían bebidas alcohólicas, nunca terminaban bien, o siempre venían a el quejándose de la resaca.
"Guarden eso, Doblas, Diaz."
El tono serio de Vegetta estremeció a los dos chicos, quienes reían con las dos manos sosteniendo botellas cargadas de ese embriagante líquido.
"Vegetita..."
"Samuel..."
Los dos fueron directo hacia el de cabello negro, mientras mencionaban su nombre de manera suplicante, suave, sabían en donde pegarle. El no soportaba tener a esos dos pares de ojos viéndolos fijamente, así que solo alejo suavemente con una mano a Guillermo, que reía ante su reacción y tomó a Rubén de la sudadera, quien ahora estsba más nervioso que nunca, con un tono carmesí en sus mejillas.
"Solo dos botellas."
Remarcó De Luque, mientras soltaba a el albino, que asentía levemente con un rostro intimidado. Samuel sabía cómo esos dos se ponían estando borrachos, Guillermo solo estaba quieto algunas veces, otras, era un charlatán que hablaba de más. Rubén, se le tiraba encima a cualquiera.
•
Rubius y Willy solo reían en voz baja, cómplices, mientras tomaban, ya la quinta botella, que Samuel no sabía y no se daba cuenta, ya que estaba distraído mientras tomaba café y veía la película que se mostraba en un canal de mala calidad. El chico de ojos esmeralda se mareaba, mientras el de ojos menta juraba que veía doble.
"Vegetita..."
El pelinegro escuchó ese tono, coqueto, sonaba mareado, sonaba borracho, se preocupó y volteó a ver, arrebatado de lo que eran sus pensamientos. Solo vio a Rubén, con un sonrojo muy notorio y con los ojos demasiado relajados, sentarse a su lado mientras tomaba una botella.
"Ya basta."
Tomó la mano del albino y le sacó la botella de una manera muy agresiva, estaba molesto, sus amigos nunca lo escuchaban.
"Pero bueno, Samuel, déjale a Mangel tomar."
Rayos.
Miró a Diaz, quien estaba sonriente, sentarse al lado de Rubius, el cual pensaba que era Mangel.
"Vamo' Lolo."
Murmuró el oso, mientras reía con Guillermo.
Por más desastroso que se veía, Samuel podía sacar provecho de eso. ¿No?
A veces el amor juvenil puede no ser tan inocente.
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"τнοѕє єγєѕ" ɾմաíցҽԵԵα [KARMALAND]
RomanceSabían compartir. Se habían enamorado. Todo encaja, ¿no?