Yellow [Hyunlix]

07

En casa los esperaba Seungmin con la cena preparada, ya que los mellizos llegaban cansados y alimentar a las personas que quería era un enorme placer, darles un poco de energía para terminar el día, además vivía con ellos, tenía que hacer algo o se iban a poner de pesados.

Ese día Changbin se había ofrecido a ayudarlo a preparar la cena y la mesa, últimamente estaba mas atento de lo normal con los mellizos, aunque Seungmin presentía que era más relacionado con Félix como si quisiera compensar algo o tal vez solo se estaba imaginando todo y solo quería ayudar a los hermanos porque uno estaba enfermo, pero algo hacía que le diera intriga.

-Changbin, últimamente te notó raro ¿pasa algo?- Se giro hacia él, estaba terminando de arreglar la mesa, ya estaba casi todo preparado.

-No entiendo a que te refieres.

El escándalo llego y con eso la llegada de los mellizos, no tuvo tiempo de obtener respuesta pero ya lo intentaría después, había algo extraño.

-¡Binnie le estás ayudando a Seungmin!

-Si Lix, también puedo darte sorpresas.

-Ni te emociones enano, solo me ayudaste un poquito, yo hice casi todo.

-¡Eso no es verdad! ¡Y no me digas enano!

-Ya ya chicos, comamos todos juntos, miren Jisung ya está sentado.- aunque sus amigos estuvieran discutiendo, era su forma de ser entre ellos y le encantaba, era su pequeña familia, los amaba.

-Chicos ¿quieren apurarse y sentarse? Muero de hambre- Jisung estaba impaciente, durante la presentación casi se le salía un estornudo, se lo había aguantado tanto pero ya estaba en casita y quería comer.

Después de charlas vagas y de terminar la cena un Jisung super emocionado recordó que había un tema que había pasado por alto.

-¡¡¡LES TRAIGO UN SUPER CHISME!!! AHHH NADA MÁS DE ACORDARME GRITO, pero ya me calmo- su tono cambió a uno serio pero no duraría mucho.- Hoy conocimos a un chico guapo, creo que lo sorprendi con mi belleza, no me sorprende.

-Jisung, ni siquiera te había notado.- todos estaban acostumbrados a que Félix le tomará el pelo a su hermano así que no pudieron más que reír.

-Hermano eres cruel, la fama te está cambiando.

-¿Qué cosas dices hermano? A ti te está cambiando un chico guapo.

-¡Ajá! Admites que te pareció guapo, durante el camino de regreso no hacías más que negarlo, GANE, por cierto Changbin lo estás perdiendo.

En la casa nunca podían faltar las risas y más si estaban los cuatro juntos, podían reír hasta que sus panzas dolieran pero no podrían parar por un rato, a medida que avanzaban en la conversación se ponían más traviesos.

-Pero ya, Félix tienes razón, no miro mi belleza, cosa cuestionable por cierto, porque llego directamente a ti, no miro nada más, deberías invitar al chico a tomar algo, es evidente que fue a "esperarnos" más de un día, nada mas llegamos y se lanzó, sé que lo viste.- Hizo unas comillas con sus dedos al decir esperarnos, era obvio, fue directo a Félix nada más verlo.

-Si alguna vez me llegara a plantear salir con él será porque me apetece hacerlo, no porque le deba algo, no le debo nada, he terminado, gracias por la cena chicos, iré a practicar a mi habitación.

El ambiente se había puesto algo tenso, Félix se había puesto muy serio por un tema que era de broma.

Los tres lo vieron alejarse confusos, pero lo dejaron, tal vez estaba muy cansado.

-Binnie, ya es muy tarde ¿te quedas a dormir?

-Si Jisung, no te preocupes dormire en el sofa, es muy cómodo, estaré bien, a menos que Seungmin me invite a dormir con él.

-¿Qué? Adiós, mi cama me llama.- salió corriendo tan rápido que casi choca con la pared, sacándole risas a los dos chicos que quedaban en la sala.

-Bueno será el sillón.

-Binnie, tenemos que hablar, podemos ir a mi habitación y...

-Estás cansado ve a descansar, adiós Jisung.

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Con la música super fuerte se encerró y se puso en posición de bailar, pero después de una hora solo se había quedado mirando a la pared, Félix no sabía por qué no era capaz de dar el primer paso en un baile que llevaba meses ensayando, no dejaba de pensar en la conversación que tuvo con los chicos, algo le molestaba.

Después de un rato se resignó y se fue a dormir, ya tendría más tiempo de practicar, era mejor dejar al cuerpo y mente descansar.

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En otro lugar pero en la misma ciudad un chico dormía con una sonrisa en el rostro, abrazado a un libro, había valido la pena esperar varios días para volver a escucharlo cantar, ahora haría que para el otro chico valiera la pena haberlo encontrarlo sentado en una banca.