Capítulo 5.-Fiesta elegante.

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————Limón————
————Heladería————

Nadé hasta llegar a la orilla de la piscina para salirme y volver a tirarme a la piscina haciendo que el agua salpicara.

—¡Hey niña sal de hay! —me gritó mi adora, encantadora y amable madre <<nótese el sarcasmo>>

—¿Por qué?

—Por que yo lo digo. —responde con seriedad. —Te quiero fuera de esa piscina ahora.

Ruedo los ojos.

—Me ayuda a salir. —ella me da una mirada incrédula. —Por favor madre. —digo juntando las palmas de mis manos.

La veo rodar los ojos y acercarse a la orilla de la piscina. Me extiende su mano derecha, me acerco y la tomo para luego jalar a mi madre dentro de la piscina junto a mi.

Cuando el cuerpo de mi madre cayó dentro de la piscina el agua salpicó mojando toda la orilla. ——¡NIÑA ESTAS EN PROBLEMAS! ———gritó al momento que subió a la superficie.

Yo no paraba de reír por la estupidez que le había hecho a mi madre. Se que tendré una gran regañada por lo que acabó de hacer. Pero antes de que ella empiece a regañarme salgo de la piscina ignorando los gritos de mi madre.

••••

Las horas pasaron súper rápido y lo digo por qué en éstos momentos me encuentro en la dichosa fiesta que mi madre me ha estado mecionando todo el puto día.

Miro a mi alrededor y solo puedo ver personas vestidos de forma elegante. No tengo ni idea de para que es la fiesta solo sé que mi madre me obligó a venir. Podría estar en estos momentos hablando por videollamada con Shuhua mientras como sentada sobre mi cama o quizás  es algún otro lugar que fuese mi casa, como por ejemplo con todos mis amigos, teniendo la oportunidad de molestar a...

—¿Lucas? —con sorpresa lo miro. El chico también se encuentra en el lugar. Va vestido completamente de negro y lleva su cabello perfectamente peinado.

Me paro de mi asiento pero antes de que pueda dar un paso siento la mano de alguien agarrar la mía.

—¿A donde crees que vas? —volteo mirando a mi madre.

—Iré al baño.

—Más te vale que sea solo al baño. —ruedo los ojos y me encamino al baño cuando ella suelta su agarre de mi brazo.

Lucas

Creo que no hay nada que aburra más que esta estúpida fiesta.

Llevo aquí un buen rato y no he visto nada interesante solo personas vestidas elegantes riendo por cualquier estupidez.——¡Oh mira cariño! ———dice mi madre hablando con mi padre.

—Es Victoria ¿Sierto? —mi madre asiente. —Hay que ir a saludarla.

—Tienes razón cariño, hijo camina te presentaré a una vieja amiga. —hago caso a mi madre.

Caminamos entres la gente <<que por sierto mis padres saludaban a todos lo que se nos cruzaba>> hasta que llegamos a la mesa de la dichosa amiga de mi madre.

—Hola Tori. —dice mi madre con alegría, la mujer voltea y me sorprendo al ver quien es.

—¡Fany! ¡Minho! —exclama la señora sonriendo, su sonrisa diría que se ve falsa pero no es así. Al parecer está alegre de ver a mis padres. —¿Cuanto tiempo sin vernos?

Las dos mujeres se acercaron dándose un corto abrazo. ——Bastante tiempo la verdad. ——responde mi padre quien se aserca a ella pasa saludarla.

—Dígame ¿que hay de sus vidas? —mi madre sonríe.

—Pues nos casamos. —la señora Victoria sonríe. —Y tuvimos a este chico de aquí. —mi madre me señala.

La señora Victoria me sonríe con sorpresa. ——Lucas ¿verdad?

Yo asiento. —¿Ya se conocen?

—Fue a mi casa hace unos días a llevarle algo a mi hija. —contestó la señora.

—¿Tienes una hija? —pregunta mi padre.

—Sí, es un encanto, se llama Yuqi.

Yuqi

Me cansé de jugar candy crush en el baño así que decidí regresar a la mesa junto a mi madre.

Caminé un poco distraída provocando que chocara con alguien. ——Fijate por donde camina niña. ——dice la vieja con la cual choque.

No le tomé importancia y seguí mi camino. A unos pocos metros de llegar a la mesa veo que Lucas se encuentra en esta junto a una mujer y un hombre que desconozco.
La mujer se nota muy sonriente junto a mi madre y puedo decir que mi madre también está sonriendo.

Camino hasta ellos sentándose al lado de mi madre.

—Ella debe ser tu hija.

—Si, hija te presento a Tiffany y Minho viejos amigos de la secundaria. —dice mi madre con amabilidad.

—Hola mucho gusto. —digo con amabilidad. —Hola Lucas. —le sonrío.

—Hola.

•••••

Lucas y yo nos encontramos corriendo por la calle como dos locos. Decidimos salir de la estúpida fiesta que cada vez se ponía más aburrida para nosotros.

—Y-ya hay que... Espera dejame respirar bién. —me empiezo abanicar con mis propias manos.

—Sabes que no regañaran por haber salido sin avisar.

—Lo sé. Pero eso que nos valga Limón en estos momentos.

Entramos a un heladería y salimos cada uno con bote de helado en las manos. El mío era de chocolate y el del de vainilla.

—Si nos comemos todo este helado terminaremos enfermando de la barriga. —ruedo los ojos.

—Tampoco es que vamos a comer hasta que nos haga daño. —digo.

—¿Y para qué rayos entonces compramos tanto helado? —lo miré encohiendome de hombros.

—Tu solo come y callate. —digo al momento que introduzco una cuchara con helado de chocolate a su boca.

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