capitulo 18

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El caído se puso de pie con una sonrisa socarrona haciéndome entender que el golpe que había recibido no le dolió en lo absoluto, Mateo seguía apuntándole, entonces el caído giró en su dirección y puso la mano sobre el arma de Mateo haciendola bajar.

— tranquilo muchacho, tu novia sabe defenderse— de nuevo el tono de burla.

— no es mi novia
— no es mi novio
Dijimos al unísono, volviendo a repetir la escena que ocurrió en casa de Ariana.

— ya veo, en fin — sin darle importancia al asunto se acercó a mi tendiendome su mano— mucho gusto, soy Custos, pasen, Agniel me llamo hace una horas diciendo que vendrían.

Se dio la vuelta y se adentró en su casa rodante, volviendo a la normalidad tome las manos de mis hermanos y lo seguí, Mateo entró detrás de nosotros, fue grande la sorpresa que tuvimos al darnos cuenta que la casa rodante por dentro era una belleza, muchísimo más grande de lo que se veía por fuera, alguna especie de ilusion de seguro, porque era imposible que una casa rodante se viera de un tamaño por fuera y por dentro fuera 5 veces más grande.

Con la boca abierta cual niños asombrados pasamos a una sala dispuesta justo frente a nosotros con un gran sofá donde nos sentamos los cuatro, al cabo de unos minutos volvió Custos con un par de bocadillos y jugos dispuestos en una bandeja, no crei que un caído viviera con esos lujos y menos en un lugar para casas rodantes pero bueno, sus razones debía tener. Tomo asiento frente a nosotros mientras mis hermanos devoraban los bocadillos.

— al grano, llevo meses tras una pista, pero no e podido comprobarla, ya que aún corre sangre celestial por mis venas no puedo ir a los cultos de los adoradores de Pangea, los guardianes me olerian a kilómetros, tengo un informante dentro, al parecer tiene la ubicacion exacta de la primera y gran puerta que abrió Pangea, esta es la que usarán para el ritual de apertura, donde se derramará la sangre del híbrido para mantenerla abierta como conexión con ambos mundos, un hijo de pangea y un hijo de la tierra, no hay mejor conexión que su sangre.

>> la llave, es una herramienta necesaria para abrir el portal, el rey oscuro siempre la carga consigo, necesitamos conseguir esa llave, destruirla, quizá no arruine sus planes pero podremos retrasarlo lo suficiente para idear como destruir los portales y evitar el tránsito de demonios a la tierra.

— yo iré — hablo Mateo— soy humano, podré entrar en un culto y robar la llave.

— no es tan simple muchacho, la llave cuelga del cuello del rey oscuro, el único momento donde se la quita es durante la ceremonia de Concepción, el rey oscuro intenta crear un híbrido propio, no tengo claro sus intenciones pero al parecer no son las mismas de Pangea, allí es el momento único para tomarla, claro que debes evadir a los guardianes que siempre están protegiéndolo, sin contar que hueles a cazador niño.

— ¿ a cazador? ¿ cómo puedes saberlo? — cuestione.

— simple, todo cazador ha hecho algún exorcismo o expulsión en su vida, cada rito se lleva una parte pequeña de su alma, de su fuerza, dejando un espacio vacío, y un olor peculiar, la luz que Yahvé dispuso en cada humano se desvanece un poco y eso es perceptible para los carniceros y protectores, y claro, seres celestiales, puede que ya no sea un Ángel pero no soy humano, aún puedo percibir esos detalles.

— entonces iré yo, soy parte demonio ¿no? Quizá eso les haga sentir confianza, creer que soy uno de los suyos— la duda en mi voz era notable.

— es posible, pero aún así, eres parte Ángel, aún no se como es posible, pero puedo sentir energía celestial en ti, eso sería suficiente como para atacarte.

— pude controlar a un protector hace días, este no me ataco mientras estaba transformada, quizá pueda hacerlo de nuevo.

— ¿ controlarlo? ¿ cómo?, da igual, los carniceros te harían papilla al entrar.

Los demonios de Pangea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora