-- ¿ qué demonios le está pasando a mi hermano? -- pregunte indignada a Mateo después de cerrar la habitación de Ulas.
Habíamos amarrado a Ulas a los 4 extremos de su cama y su abdomen sujeto a la cama de igual forma, mi pequeño hermano seguía dormido así que tome unas toallas húmedas y limpie la sangre seca de su cabeza y de su rostro, mientras las lágrimas corrían por mis mejillas, la imagen era tan desgarradora que me provocaba un dolor en el corazón, sentía que se me iba a partir en dos del dolor tan fuerte en mi pecho.
-- ven conmigo-- me indico mientras me tomaba de la mano dirigiendo nos a la cocina.
Nos sentamos en el taburete de la barra uno frente al otro, Mateo se rascaba la cabeza y miraba a todos lados sin saber cómo empezar.
-- Mateo, porfavor, dime que está pasando-- le suplique.
-- No se como iniciar-- suspiro fuertemente mientras me veía a los ojos-- Ulas esta poseído por un demonio de pangea.
-- ¿ qué mierda es un demonio de pangea ? ¿ quieres decir que necesita un exorcismo o algo así?, ¿ qué fue lo que le dijiste para que se durmiera? -- tenia demasiadas preguntas, demasiadas cosas que no podía entender.
-- cálmate, déjame explicar, ¿ sabes lo que es un demonio no?, seres malignos que se alimentan de la fuerza y el alma de seres humanos -- miraba mis ojos esperando aprobación para continuar así que solo asenti para enseñarle que estaba escuchando atentamente.
-- los demonios no son de este mundo, literalmente, no son de este planeta, viene de un planeta al otro lado del universo, llamado Pangea-- inicio su historia.
-- ¿ Pangea? ¿ no era ese el nombre de un super continente de la era de los dinosaurios? ¿ quieres decir que mi hermano tiene un extraterrestre dentro de él? -- pregunte asustada no podría entender nada.
-- pues si, pero el nombre vino del planeta del que te hablo, se llama así ya que este no tiene agua, en realidad significa "toda la tierra",y lo de Ulas pues, es algo más complicado que eso-- estaba nervioso, creo que no quería contarme toda la verdad.
-- ¿qué tan complicado? ¿ qué pasa con mi hermano?-- la incertidumbre me tenía demasiado confusa.
-- los demonios en realidad son seres que provienen de allá, seres oscuros, que se alimentan de la fuerza y la luz dentro de los humanos con poca fuerza de voluntad, tan débiles que son incapaces de luchar o defenderse-- explicó.
-- ¿ cómo es que hay uno dentro de Ulas?-- no era posible, es solo un pequeño, no hay una pizca de maldad en su cuerpo.
-- los niños son blancos fáciles, fáciles de engañar, fáciles de convencer, y el cáncer de Ulas lo volvió mucho más débil y suceptible, el huésped perfecto-- no podía creer sus palabras.
-- ¿ los demonios no vienen del infierno? ¿ cómo es que sabes tanto ? -- la preocupaciones se reflejaba en mi rostro a cada segundo.
-- la religión creo esa historia, hace cientos de años no teníamos idea de que había vida en otros planetas así que las personas crearon a los demonios como responsables de las posesiones y las cosas que no podían explicar y por consiguiente inventaron el infierno-- intentaba hablar calmadamente para evitar que el miedo me invadiera y saliera corriendo de allí.
--¿ cómo hiciste que se durmiera? -- intentaba quedarme sentada con todas mis fuerzas cuando lo único que quería era ponerme a llorar.
-- use palabras en latín " A dormientes bestia" significa " a dormir bestia" una orden simple, el latín viene de pangea, el rey oscuro lo usa para controlar a sus sirvientes-- hablaba mientras me veía cuidadosamente a los ojos.
No podía creer todo esto, ¿ cómo que los demonios vienen de otro planeta? Mis padres y yo solíamos ir a la iglesia los domingos pero jamás creí en verdad que los demonios fueran reales, mucho menos que uno pudiera meterse en mi hermanito y en pocos días causar tantos daños, mi mente era un lío en ese momento, procesar toda esa información era más complicado de lo que jamás pensé, mil preguntas se arremolinaban en mi mente dejándome incapaz de pensar con claridad hasta que al final de un silencio incómodo Amel entro en la habitación.
-- ¿ cómo sacamos esa cosa de Ulas? -- Amel rompió el silencio con una voz decidida que me dejó sorprendida.
-- no es tan simple, debemos sumergirlo en agua, en pangea no existe el agua así que es una debilidad que usaremos a nuestro favor, y existe un rito en latín que permite expulsar el demonio, solo me preocupa que Ulas no tenía la suficiente fuerza para resistirlo, y es posible que muera en el proceso, los demonios de pangea son parásitos, se aferran al alma y a la fuerza de su huésped y la consumen poco a poco hasta no dejar nada, luego abandonan al huésped muerto y vuelven a su planeta, al expulsarlo, se defenderá, debemos debilitarlo lo suficiente para que Ulas viva-- explico Mateo.
--¿ Ulas ppdria morir?-- no se me ocurrió más nada que preguntar, solo la idea de que mi pequeño hermano muriera era inaceptable para mi.
-- si, pero haremos lo posible para que no pase-- me dijo Mateo mientras daba la vuelta de la barra y me abrazaba con fuerza.
-- ¿ cómo es que sabes tanto? ¿ cómo? -- no pude seguir ya que el llanto tranco mi garganta por el nudo enorme que formó en ella.
-- solo un puñado de personas saben de pangea, nos dedicamos a expulsar a los demonios de la tierra, pero en los últimos años oos casos de posesión han crecido y nosotros somos cada vez menos-- hablaba tranquilo como si para el fuera lo más normal del mundo dedicarse a expulsar extraterrestre de la tierra.
-- vamos por Ulas -- me tomo de la mano y nos encaminamos a ma habitación de Ulas con Amel detrás de nosotros.
Siguiendo sus instrucciones Amel y yo llenamos la Tina del baño hasta el borde con agua fría, según Mateo debíamos llenarla y buscar hielo para que la temperatura estuviera lo más baja posible, pangea era un planeta caliente y sin agua así que el frío y el vital líquido los debilita lo suficiente como para expulsarlos de regreso a su seco planeta.
Mientras hacíamos esto Mateo comprobaba que Ulas siguiera dormido, y nos contaba que Pangea tiene puertas, puertas que usan la energía que obtienen de los humanos para abrir y cerrar portales desde pangea a la tierra y viceversa, al expulsar a un demonio, el rey oscuro abre un portal para que este pueda regresar, ellos no pueden sobrevivir mucho tiempo sin un huésped ya que su anatomía no es compatible con el ambiente de la tierra, aveces lograban retener al demonio lo suficiente como para que muriera, un demonio menos del que preocuparse.
Mateo soltó las cuerdas que sostenían a Ulas a la cama mientras este seguía dormido y lo tomó en brazos para llevarlo al baño, al sumergirlo en el agua Ulas despertó con un grito desgarrador de dos voces salidas del mismísimo infierno, grito que nos sobresaltó a Amel y a mi dándonos ganas de salir corriendo pero por alguna razón nos quedamos quietos dentro del baño.
Mateo sostenía a Ulas fuertemente de los hombros mientras recitaba palabras en latín, que Amel y yo no podíamos entender, mientras Ulas se sacudía frenéticamente dentro de la bañera soltando maldiciones que jamás creí escuchar de mi pequeño hermano.
-- estupido venator, ¿piensas que puedes conmigo? No sabes con quién estás tratando, devorare tu podrida alma y saborareare la sangre mientras te abro en canal como un maldito puerco-- gritaba Ulas mientras forcejeaba con Mateo.
En ese momento escuché la voz de mis padres preocupados al ver la puerta con la manija partida y abierta de par en par, subían las escaleras rápidamente, Amel y yo nos miramos con miedo, intentamos correr para detenerlos pero mamá ya había entrado a la habitación de Ulas y pudo verlo en el baño con Mateo sosteniéndolo fuertemente, a lo cual Ulas comenzó a llorar como el niño pequeño que era mientras llamaba a mamá con su voz infantil, sin rastro de las voces infernales que había antes.
--¿ qué demonios están haciendo con mi bebé?-- nos gritó mamá mientras empujaba a Mateo y sacaba a Ulas de la bañera congelada.
Ulas la abrazo con brazos y piernas mientras temblaba de frío, mi madre volteó y se dirigió al cuarto para buscar una toalla en ese momento Ulas nos vio y nos dio una enorme sonrisa con dientes amarillos y ojos oscuros, sabía que se había salvado por poco, y estaba muy segura que usaría a mis padres a su beneficio.
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Los demonios de Pangea
FantasíaUna mirada oscura, unos dientes afilados, y una sonrisa que denotaba maldad en un rostro de un pequeño de tan solo 3 años, la oscuridad cayendo sobre él aprovechando su debilidad e inocencia, un demonio consumiendo la luz y la energía de su alma, el...