CAP 12 PRACTICA

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Rogers la vio dormir un largo rato, estando a su lado bajo la gruesa manta de la cama el frío ya no se sentía tanto. Sin embargo, llegó un punto de la noche en el que ella se apartó de su lado para re acomodarse, buscando la orilla de la cama para acurrucarse y estirar su brazo cerca del respaldo de ésta, como si una soga imaginaria la hubiese jalado. El rubio la observó un tanto curioso y después la regresó a su lado, no le costó mucho trabajo re acomodarse con ella sobre las almohadas ya que Natalia era bastante liviana y delgada. Steve se recostó esta vez boca arriba mientras ella se encogía a su costado y tomaba su pecho para apoyar su cabeza.

-¿Qué mes has hecho, pequeña muñequita rusa? -Susurró el soldado mientras se deleitaba de su belleza tan peculiar, de su facciones relajadas y de su pecho que subía apacible en cada respiración.

Rogers sintió su mano pequeña caer sobre su abdomen para ir subiendo de a poquito hasta detenerse justo sobre sus pectorales, sintiendo como sus dedos fríos rascaban suavemente con las yemas de sus dedos los vellos de su piel. Fue ahí cuando se percató de la marca que Koslov le había dejado sobre su brazo con la descarga de la muestra de piel que había tomado después de la simulación. El Capitán tomó su mano para entrelazar sus dedos y poder besar sus nudillos, acariciando sus propias mejillas contra su dorso suavemente, causando que ella se moviera un poquito. Estuvo un largo rato adorándola, luchando contra sí mismo para no robarle un beso, pero en medio de aquel silencio su voz llena de miedo consiguió detener su corazón.

-No, no, no, no me toques... -Susurró aún dormida, frunciendo su ceño y movimiento sus ojos cerrados como si estuviese luchando con sigo misma por despertar.

-Hey, Natty, despierta... -El rubio llevó su mano hasta su mejillas para peinar sus cejas con sus pulgares, tratando de tranquilizarla.

-Basta... Basta, por favor, déjame salir... -Suplicó en un hilo de voz desesperado mientras un par de lágrimas melancólicas comenzaban a caer de sus ojos, escurriendo por la piel de sus mejillas... Estaba teniendo una pesadilla.

El rubio no dudó en acunar su rostro y dejar besitos sobre sus párpados para secar sus lágrimas, buscando el rastro de cada una hasta llenar de besos sus mejillas y cada facción triste de su rostro, esperando que eso pudiese relajarla. La pelirroja se volvió a mover sobre las sábanas quedando esta vez boca arriba y pegadita a él con el brazo de Rogers como almohada. Natalia arrugó la frente con tristeza y subió su mano hasta su vientre esta vez entre sollozos silenciosos, permitiéndole a Steve escuchar el escandaloso gruñido que emitió sus estómago por no haber comido nada desde el desayuno.

-Maldición... Cuántos días llevas sin comer bien, Natty... -Sacó su brazo con cuidado debajo de ella y se sentó sobre la cama para mirarla desde su posición con impotencia y culpa. Una culpa de haber tenido alimentos para cenar mientras ella era torturada y enviada a dormir sin comer.

La rusa suspiró entre lágrimas, giró en su propio lugar y se acurrucó de lado, dándole la espalda, cayendo presa de su cansancio nuevamente. Rogers miró la hora en uno de los aparatos de la chica y valiéndole si alguien conseguía verlo se vistió y abandonó la habitación. Bajó para asaltar la cocina y subirle toda clase de alimentos que encontró a su paso para su pelirroja. Al día siguiente se encargaría de Susane, para pedirle más comida para la cena y así poder guardar un poco para Natty, si pensaba llevársela de ahí, la necesitaba con energía y en buena forma.

-Natty... -El rubio se sentó a su lado y comenzó a acariciar sus mejillas, apartando los mechones pelirrojos de su rostro con ternura detrás de su oreja.

-Despierta, te traje algo... -La rusa intentó abrir los ojos, pero terminó frunciendo el entre cejo enfadada.

-Déjame dormir, aún me quedan unas horas... -Se quejó con evidente molestia sin recordar bien a quien se refería.

💥HAIL HYDRA💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora