CAP 18 IDENTIDAD

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-Ahora dime que haces aquí... -La rusa recordó que se encontraban en el despacho de Madame B y se incorporó de inmediato, quedando sentada sobe sus tobillos junto al hombre.

-Te diré si me das un beso, si no puedes regresar a tu habitación. -Rogers sonrió divertido mientras acomodaba sus manos detrás de su cabeza para darse apoyo.

-Me iré y te dejaré encerrado aquí a ver cómo le haces para salir. -Ali elevó una ceja y se cruzó de brazos.

-Pff... Como si fuera tan difícil forzar una cerradura. -El rubio sonrió engreído mientras ella rodaba los ojos.

-De acuerdo, buena suerte. -La pelirroja se puso de pie, tomó un clip del escritorio y caminó despreocupada hasta la puerta.

Rogers se puso de pie al instante y la miró abrir la puerta en milésimas de segundos sin siquiera forzar la cerradura. La observó ladear su rostro para mirarlo divertida y sacarle la lengua en forma engreída. El hombre estaba completamente seguro de que su técnica tan grácil era mucho más efectiva que la que él tenía en mente para salir de ahí.

-Buenas noches... -Nat sonrió con superioridad para después girar el pomo de la puerta y simular que saldría de ahí.

-Ok, ok, ok... Alto ahí niña... -Rogers bufó, fue hasta ella y tomó su muñeca para atraerla a él y alejarla de la puerta.

-¿Qué? -Nat preguntó divertida después de haber rebotado contra su pecho y haber sido aprisionada entre sus brazos.

-Te diré... Supongo que puedo confiar en ti, ¿verdad? -Rogers apretó sus brazos alrededor de su espalda baja y la pegó más a su cuerpo.

-Tendrás que hacer la prueba. -Natalia apoyó sus manos sobre su pecho y se encogió de hombros, fijando sus ojos verdes sobre los azules de él, iniciando un juego de miradas que terminó por hacerlos sonreír a ambos.

-De acuerdo, sólo quiero saber que guarda la vieja en la caja fuerte. -Steve dijo sin darle tanta importancia.

-Bien, vamos a abrirla entonces. -Alianovna le regaló una pequeña sonrisa ladina, seguido de un suave beso que plantó en la comisura de sus labios para torturarlo.

-Espera, espera, espera... -Steve suavizó su voz y subió una de sus manos hasta su cuello para detenerla antes de que se alejara más de su boca.

-¿Qué sucede? -Ella bajó su mirada divertida de sus ojos color zafiro hasta sus labios rosados que justo ahora estaban siendo mojados por su lengua para luego pasar saliva, provocando que los vellitos dorados de sus brazos se erizaran.

-Dejame besarte, sólo uno chiquito... -Rogers arrugó la frente y suplicó por un beso, mientras ella se quedaba pensativa, se mordía el labio inferior y subía nuevamente sus ojos hasta los suyos.

-Un beso en la mejilla, es todo lo que tendrás. -Nat se aguantó las ganas de reír cuando vio su rostro indignado de bobo.

-¿Qué? Pero dijiste que me darías una oportunidad. -Reclamó como un niño enfadado.

-Si no lo quieres está bien... -Nat se encogió de hombros de nuevo.

-Si, si lo quiero, y para que lo sepas puedo hacer de un beso en la mejilla el más excitante de tu vida... -Steve hizo una mueca graciosa, movió sus manos de su espalda baja hasta sus piernas y la levantó sorpresivamente del suelo para hacerla rodear su torso con ellas.

-¡Oye! ¿Qué se supone que haces? -Natalia se dejó llevar hasta el escritorio en donde la sentó con cuidado y se posicionó entre sus piernas aún sin soltar su cintura.

-Calla y déjame disfrutar de mi beso... -Steve volvió a bufar haciendo esta vez que ella sonriera, sintiéndose una completa muñeca de trapo. La adrenalina que ese hombre le hacía sentir acabaría reventando con su corazón.

💥HAIL HYDRA💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora