💥HAIL HYDRA💥

CAP 29 TU Y YO

-Yo me quedaré en el living, tomen las habitaciones.

Melina les dijo sintiéndose exhausta a ambas rusas después de haber revisado la pequeña casa entre el bosque congelado de Volgogrado y de además haber limpiado un poco para poder meter a los hombres heridos. Necesitaban mucha leña para no morir congeladas durante la noche y para mantener calientes a los soldados que seguían sin despertar. Las tres mujeres fueron metiendo a cada uno de ellos con mucho cuidado de no golpearlos hasta que finalmente pudieron tener un respiró, dividiéndose las tareas para terminar antes de que la oscuridad y frialdas de la noche les impidiera salir.

-Encontré un poco de ropa. -Yelena salió con algunas prendas que les podrían servir para protegerse del frío, pants, camisetas, abrigos de lana y piel.

-Será mejor ir a descansar, tomen una ducha, ocupense de su soldado y estén alertas. -Melina tomó unas prendas y se dispuso a ir hasta Alexei para lavar su cuerpo y ponerle ropa limpia.

-De acuerdo madre, hasta mañana. -Ali respondió y ambas rusas imitaron a Melina, tomando sus prendas de ropa y dirigiéndose juntas por el pasillo hasta las habitaciones donde James y Steve dormían.

-Acuestate desnuda sobre él, así lo ayudarás a mantenerse caliente durante toda la noche. -Yelena le susurró con una risa divertida maliciosa mientras Natalia negaba con la cabeza.

-Lo tomaré en cuenta, y tú trata de no matar al hombre con la noticia de que va ser papá. -Natalia sonrió y Yelena la miró mal, por un segundo había olvidado que ya no se trataba nada más de ella si no de ellos...

Ambas mujeres llegaron a sus puertas, se despidieron con una sonrisa de alivio y entraron finalmente a las habitaciones, encontrándo a sus valientes y heroicos soldados reposar inconscientes sobre las pequeñas camas.

Natalia colocó la ropa limpia sobre el colchón para después buscar una toalla o algo con lo que pudiese secarse para ir hasta el baño y tomar una ducha helada. Aquella casa había estado abandonada por un largo tiempo y el inverno no ayudaba en nada a mantenerla caliente, pero al menos agradecían que había electricidad y suficientes mantas para pasar la noche y no amanecer como pequeños cubos de hielo ruso.

La pelirroja fue rápida, se deshizo de su ropa rota y manchada de sangre, lavó su cuerpo entre escalofríos y temblores por las bajas temperaturas y a como pudo secó y se vistió nuevamente con unos pants negros y un abrigo enorme blanco de lana para después llenar un contenedor con agua e ir directo hasta Steve para lavar su cuerpo.

Natalia fue muy cuidadosa al desnudarlo sobre la cama y al recorrer una esponja por sus brazos, piernas y torso para limpiar la sangre seca, revisó los vendajes y se sorprendió muchísimo al ver que varias de las heridas estaban casi cerradas por completo, su cuerpo se había regenerado con rapidez a pesar de todo el daño que había recibido, aún así sabía que él debía descansar hasta estar recuperado del todo.

-Te vas a poner bien soldado, ahora yo cuidaré de ti. -Nat acarició su cabello con cariño para dejar un suave beso en sus labios y después descubrir su zona íntima para pasar la esponja ahí también.

Si bien era cierto que no era la primera vez que veía el cuerpo desnudo de un hombre, en especial el cuerpo fornido del hombre del que estaba enamorada, así que no sintió ninguna culpa o verguenza por haber tocado cada rincón de su piel para cuidar de él y dejarlo completamente limpio. La rusa recogió todo y aún desnudo lo cubrió con varias mantas para después simplemente sentarse junto a él por un largo rato para contemplar la tranquilidad con la que dormía. Le costaba tanto creer que finalmente eran libres y a la vez sentía un poco de miedo por lo que vendría a continuación.