—Yo... —Junmyeon se quedó pensando en qué responder. Sin embargo, cuando Haneul comenzó a llorar, no supo qué hacer.
—Tranquila, tranquila —dijo Junmyeon mientras se levantaba rápidamente y trataba de calmarla.
Haneul se sentó en el borde de la cama del líder, y él se sentó junto a ella.
—Dime qué sucede, suéltalo —pidió Junmyeon mientras le secaba las lágrimas a la chica.
—Yo no quiero irme, no quiero que ellos me vuelvan a llevar.
—No lo van a hacer.
—Es la misma pesadilla una y otra vez. Yo solo quiero olvidar lo que ellos han hecho —el llanto de Haneul comenzó a hacerse más fuerte mientras Junmyeon la miraba fijamente—. Pero ellos no se rinden. He estado tan tranquila en estos días, he sido tan feliz. Tengo tanto miedo de que ellos vuelvan y hagan las mismas cosas otra vez. Tengo tanto miedo que ni siquiera he pensado en vengarme, solo quiero permanecer así.
Junmyeon debía admitir que esas declaraciones habían sido como un tsunami para él. Todo tan repentino e impactante que no sabía cómo responder.
—Yo lo lamento, Haneul —declaró el líder.
Definitivamente la chica no esperaba eso.
—Lamento que hayas pasado por tanto y no hayas tenido a nadie. Lamento profundamente el hecho de que la razón por la que estés con nosotros haya sido tan asquerosa como un intercambio de dinero a cambio de ti. Lamento que te quedes en este dormitorio sola todo el día, como si tu misión fuera esperarnos. Lamento que no puedas hacer algo que te guste o llevar una vida normal. Yo... realmente lo siento —confesó mirando a Haneul a los ojos—. Sin embargo, las disculpas no sirven de nada. Lo único que puedo hacer es prometerte que mientras estés con nosotros, no vamos a permitir que nada malo te pase. Te lo prometo.
El llanto de Haneul no paraba.
—Vas a estar bien —le afirmó Junmyeon—. No estás sola y no lo vas a estar. Puedes confiar en nosotros, siempre estaremos aquí para ti, porque ahora eres parte de este desorden —dijo con una pequeña sonrisa.
—¿Lo dices en serio? No te vayas a arrepentir después —dijo Haneul tratando de bromear.
—Creo que ya me arrepentí —comentó Junmyeon, haciendo reír a la chica.
Hubo un pequeño silencio mientras Haneul se secaba las lágrimas, aunque no fue incómodo.
Junmyeon se sentía aliviado. Sabía que Haneul estaba bastante afectada, después de todo, era casi imposible pasar por todo lo que ella había pasado sin estarlo. El problema era que había estado soportando y guardando todo eso sola, y él temía que hacer eso la lastimara más. Ahora que se lo había contado y se había desahogado con él, Junmyeon estaba bastante aliviado.
—¿Puedo dormir aquí? —esa pregunta volvió a sacar al líder de sus pensamientos.
—Sí, claro, yo dormiré en tu cuarto.
Haneul lo miró incrédula. Era verdad que en parte no quería dormir en su cuarto, pero la mayor razón era que no quería dormir sola.
—No quiero dormir sola —le aclaró.
—Yo no puedo dormir contigo —también aclaró—. Pero, si quieres, puedo acompañarte hasta que te duermas.
Haneul asintió y se acostó en la cama del líder. No sabía por qué, pero era increíblemente cómoda.
—¿No tienes sueño? —preguntó la chica, sabiendo que ya debían ser las cuatro de la mañana.
—No te preocupes, duerme, yo voy a enviar algunos mensajes a la empresa.
Junmyeon se sentó en el suelo a los pies de su cama y comenzó a escribir algunos informes y peticiones a la empresa.
—Odio madrugar —se quejó Jongdae saliendo de su cuarto.
—Ni lo menciones —respondió Kyungsoo—. Me tengo que levantar más temprano para preparar comida decente.
—Podrías dejarme cocinar —propuso Junmyeon.
—Dije comida decente.
—Por cierto, Junmyeon —comentó Jongdae—, te ves cansado. ¿Dormiste?
—¿Qué hora es?
—Las seis —respondió Kyungsoo.
—Apúrense, tenemos que irnos —ordenó el líder mientras entraba al baño de la sala.
—¿No tiene su propio baño? —se quejó Baekhyun.
—Él me dijo que el suyo se había dañado —comentó Kyungsoo—. Hoy por la tarde vendrán a arreglarlo.
Jongdae y Baekhyun se dirigieron a sus cuartos para terminar de arreglarse. Kyungsoo, mientras tanto, agarró uno de los platos de comida y se dirigió al cuarto del líder. Él había escuchado una pequeña parte de la conversación de la noche anterior, así que entendía la situación. Dejó el plato de comida en una de las mesas de noche y salió del cuarto con cuidado de no despertar a Haneul.
—Espero que este comeback sea realmente bueno —comentó Chanyeol.
—Lo tiene que ser. Ya no puedo más del cansancio, y esta dieta me está matando —se quejó Jongin.
Ya habían pasado alrededor de seis horas practicando sin parar y, aun así, no habían terminado.
—¿Te quedarás hoy a ensayar solo? —le preguntó Chanyeol a Baekhyun.
—Supongo, pero estoy realmente cansado.
Todos se sentaron en el suelo de la sala de baile para almorzar mientras hablaban un poco.
—¿Cómo te fue con la inscripción? ¿Qué te dijeron? —le preguntó Kyungsoo al líder.
—Se necesita que se haga una validación de bachillerato, además del examen de entrada y la entrevista.
—¿Qué inscripción? —preguntó Chanyeol.
—A Haneul le interesa la psicología, así que pensé que podría inscribirse en la misma universidad virtual a la que asistió Kyungsoo.
—Hablando de todo eso —comentó Jongdae—, ¿Haneul tiene identificación?
Junmyeon se quedó pensando. Seguramente no tendría, y aunque tuviera, Haneul aquel día no trajo absolutamente nada.
—Conozco a un amigo que hace las identificaciones de algunos idols —comentó Chanyeol—. Es completamente seguro y legal, además él vendría al dormitorio.
—En cuanto a sus estudios —esta vez habló Jongin—, creo que mi hermana nos podría ayudar con los libros necesarios.
Definitivamente, todos ya veían a Haneul como parte de aquel ruidoso grupo.
—¡Haneul! —llamó feliz Chanyeol mientras ingresaba por la puerta.
—No entiendo su necesidad de gritar siempre —regañó Kyungsoo.
—¿Qué sucede? —preguntó la chica.
—Te trajimos un regalo —mencionó Jongin mientras estiraba su mano con una bolsa.
—¿Un regalo? —preguntó mientras recibía aquel presente.
Haneul abrió la bolsa de regalo con cuidado y miró en su interior.
—Esperamos que estudies muy duro para tu examen —animó Chanyeol.
—¿Mi examen?
Haneul miró nuevamente aquella pesada bolsa y vio que Chanyeol tenía otras dos iguales en cada mano, y pensó:
"Oh no, ¿en qué te metiste, Haneul?"
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Vivo solo para ti ~ Kim Junmyeon
FanfictionAhora simplemente estoy aquí, mirándolo a los ojos y buscando que respuesta quiere oír. - Dime ¿Qué quieres tú de mi?