Capítulo 10

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"¿Dónde estás?"

Junmyeon esperaba una respuesta inmediata, pero no hubo nada. La ansiedad en él iba aumentando cada vez más, y estaba a punto de explotar. Sin pensarlo dos veces, Junmyeon marcó el celular de Haneul y la llamó.

"¿Hola?"

Preguntó el líder afanado al escuchar que le habían contestado. Sin embargo, tampoco hubo respuesta alguna; solamente se escuchaba una conversación al fondo.

"¿Qué haces aquí? ¿Dónde está tu héroe sin capa?"

Junmyeon reconocería esa voz donde fuera. Sin escuchar los reclamos de los demás, el líder salió corriendo a aquella cafetería. Agradecía que el lugar estuviera cerca de la empresa, así que corrió con todo lo que le permitía su físico.

Cuando estaba llegando, pudo divisar a Haneul a la distancia, con la persona que él se temía.

—¿Qué haces aquí? —preguntó firmemente Junmyeon, interponiéndose entre la chica y él.

—Vine a comprar algunas cosas, las tiendas de por aquí son de alta calidad.

—Al menos hoy estás sobrio.

—Tal vez aquella noche yo haya estado un poco ebrio, pero siempre estoy en mis cinco sentidos —insinuó el sujeto—. Y recuerdo haberte dicho que había unas reglas que venían con tu adquisición. ¿Recuerdas?

—Escucharte me sigue dando las mismas náuseas.

Haneul, mientras tanto, seguía petrificada.

—No seas tan cruel. Un ídolo como tú debería comportarse de una manera bondadosa.

—¿Me investigaste?

—Te dije que soy un hombre de negocios —afirmó—. Y esta foto no me conviene —dijo mientras le mostraba la foto de la chica sola por la calle.

—Dijiste que no podía liberarla. Pues bien, no está libre —afirmó Junmyeon.

—¿No está libre? No sabía que tenías sentido del humor. No sé si no me entendiste, o simplemente te haces el idiota —comentó, mirando a los ojos al líder—. ¿Qué pasaría si alguien que la conozca la viera? ¿Realmente no entiendes la situación en la que estás? Esa chica no puede ser vista. No sé si piensas que este es uno de los ridículos shows en los que participas, pero te aseguro que no es así.

—¿No hay forma alguna de liberarla? Sin importar el precio o la forma.

—No, al menos que la quieras muerta —afirmó el hombre—. Usa tu lógica. ¿De qué serviría que ella fuera libre? Solo traería problemas. Y si lo que piensas es trabajar con la policía, te irá peor. Hay toda una red de personas importantes involucradas en esto.

—Ella es solo una chica. ¿Cómo es posible que no pueda salir?

—Siempre te doy la opción de matarla, pero nunca me escuchas.

—¿Qué?

—Resígnate y si no aguantas verla "sufrir" así, entonces sacríficala.

—¿Cómo puedes tratar a un ser humano como un perro?

—Me aburres. Además, tú la compraste como a un perro también, así que no te hagas ajeno a todo esto —acusó—. Ya que te volviste tan sentimental, me cansé. Hasta luego.

Finalmente, aquel hombre se fue, dejando a Junmyeon pensativo.

—¿Estás bien? —el toque de Haneul en su hombro lo sacó de sus pensamientos.

—Debería ser yo quien te pregunte eso. ¿Estás bien? ¿Qué te dijo? ¿Te hizo algo? —preguntó el líder mientras la observaba de pies a cabeza.

—Si preguntas tantas cosas, no sabré qué responder —se burló la chica—. Él no hizo nada y yo estoy bien —aseguró—. Solamente dijo muchas estupideces. ¿No estabas trabajando?

—Vamos, te acompañaré al dormitorio —dijo, sumido en sus pensamientos—. Tengo que volver.

Haneul miró por última vez aquella tienda de mascotas y luego comenzó a caminar junto a Junmyeon.

—No es verdad —le dijo la chica al llegar a la puerta del dormitorio—. No sientas que eres parte de todo esto, tampoco te sientas como si fueras como ellos. Tú no eres así.

—Te compré. Estás en el dormitorio todo el día, sin la oportunidad de salir, como si esperaras a que llegara, como una mascota. ¿Qué me diferencia de imbéciles como él? Ni siquiera puedes hacer todo lo que quieres.

—¿Me estás preguntando qué te diferencia de él? —preguntó Haneul, mirándolo a los ojos—. ¿¡Es en serio!?

Junmyeon no se esperaba que ella alzara la voz.

—No me digas que eres como ellos, porque me insultas. Es como si negaras todo lo que me han hecho —le dijo tranquilamente Haneul—. ¿Tú tienes una idea de lo mucho que he pasado? ¿De lo que he tenido que aguantar? No tienes ni idea. Perdí todo, no tenía nada, ni pasado ni futuro. Vivía en un presente lamentable. ¿Tienes una idea de lo que es perder el respeto hacia tu propio cuerpo? —preguntó la chica mientras miraba los ojos asombrados del líder—. A mí no me importa lo que hagan con él. Si hubiera mantenido el respeto hacia mí, habría sufrido mucho más, porque cada vez que ellos se burlaran y abusaran, me dolería mucho más.

—Haneul...

—¿Me preguntas qué te diferencia de ellos? —preguntó la chica de forma calmada mientras miraba a Junmyeon—. Entonces te devolveré la pregunta: ¿por qué no hiciste nada esa noche? Podrías haber hecho lo que quisieras, te aseguro que no te hubiera detenido. Dime, ¿por qué no hiciste nada?

La mirada de Haneul se clavaba en los ojos de Junmyeon. Era una situación extraña; ella estaba calmada, pero sus ojos le exigían con fuerza una respuesta al líder.

—Tenías demasiadas cicatrices —confesó con voz firme Junmyeon—. Cuando te vi esa noche, vi demasiadas cicatrices en ti. Tal vez no vi las físicas, pero pude ver claramente las emocionales. Yo no quería ser una más de ellas.

—Me hiciste una pregunta y tú mismo la respondiste. Eres amable, empático, responsable y decisivo. Tú me diste lo que ellos me habían quitado, y aun así permaneces preocupado por lo que puedes hacer para que me sienta mejor. Te aseguro que nunca había sido tan libre como en estos momentos, nunca me había sentido tan feliz como cuando estoy con ustedes.

Junmyeon estaba perdido en alguna parte del universo en ese momento.

—Ahora entremos, tengo hambre.

Definitivamente, algo cambió en Junmyeon y Haneul ese día. Sería interesante ver cómo se iba a desenvolver ese sentimiento que en ese momento se alojaba en sus mentes.

Vivo solo para ti ~ Kim JunmyeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora