《Mundos Opuestos》[Raiden x Lectora]

~ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ~

El sol salió iluminando la habitación, parpadeas unos pocos segundos estirando los brazos rascando la parte superior de tu cabeza, es extraño, no recuerdas haberte acostado en ningún momento.

¿Cómo llegué aquí? ¿Estuve sonámbula?

Deseando no haber dormido demasiado, comenzaste tu nueva rutina, primero ordenaste tu cama tal como la encontraste, tomaste tu cepillo dirigiendote a tu baño privado, es pequeño, pero no podías quejarte, después de todo hay que aprovechar de las pequeñas cosas.

Tomaste una ducha rápida, envolviste tu cuerpo con la toalla saliendo del baño con cuidado de no resvalarte, por como se veia el clima deduces que hoy quizás sea un dia caluroso por lo que buscas un atuendo adecuado entre tus cajones.

—¡S/n! ¿Estás despierta?

Una voz llamó la puerta, reconociste el llamado, se trataba de Fujin.

—¡Lo estoy! En seguida salgo, Fujin.

Te apresuraste en peinar tu liso cabello colocando un bello listón blanco. Al salir te encuentras con sus llamativos ojos blancos resplandecientes de Fujin.

—¡Buenos días, Fujin!

Saludas cortésmente haciendo una reverencia.

—Buen dia S/n ¿pasaste bien la noche?

Preguntó dibujando una suave sonrisa.

—Pues... digamos que me quedé dormida en la ventana y por arte de magia desperté en mi cama ¿raro, no?

De pronto Fujin se rió de manera sospechosa, mirandote de manera inocente lo que te hizo darle una mirada sospechosa, es como si ocultase algo.

—No lo sé.. quizás seas sonámbula.

Trató de evadir tu mirada con una excusa.

—Eso mismo pensé yo, bueno ¿hacia dónde vamos?

Preguntas dejando el tema de lado.

—Creo recordar que lo mortales comienzan su dia siempre con lo que suelen llamar "desayuno".

—¿Ustedes no lo hacen?

Tu pregunta hizo tararear un poco a Fujin, sin embargo, él se mostró feliz al escucharte preguntar eso.

—De hecho si, aunque Raiden no lo haga mucho, yo disfruto mucho de esas costumbres.

—Oh, ya veo ¿tienes alguna preferencia?

Fujin se quedó pensando un momento antes de responder, tarareó seguido de encontrar las palabras correctas.

—Algodón de azúcar.

Su respuesta te hizo girar de golpe para verlo perdido en sus recuerdos con una sonrisa pegada a su rostro.

—¡Yo me estaba refiriendo a algo para desayunar!

Exclamas haciendo que Fujin soltara una risa entrecerrada.

—Lo sé, pero no pude evitar imaginar aquel manjar esculpido por los dioses.

Una risa brotó de ti al ver nuevamente su expresión, tuviste un agradable momento de diversión a su lado mientras te mostraba el Templo y sus interminables pasillos hasta que llegaron al salón Central mencionando que aquí se suele hacer sesiones de entrenamiento.

Fujin y tú bajaron unos cortos escalones llegando a la parte posterior del Templo donde una cúpula rodeada con un hermoso floral los esperaba. Te diste una vuelta lentamente maravillándote del jardín, se sentía como vivir en el paraíso.