~ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴏɴᴄᴇ~

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Seguí a Raiden hasta el gran salón, donde los monjes llevaban charolas de plata a la mesa quienes permanecían Liu Kang que ayudaba a los monjes con la cena y Kung Lao que solo jugaba con un tenedor.

—Lord Raiden, ¿podemos ayudarlo?—Preguntó Liu Kang.

—No quisiera interrumpirlos ahora, pero necesito de uno de ustedes.

Kung Lao permaneció inmóvil escuchando atentamente mientras intercambiaba miradas con Liu Kang.

—Sea lo que fuese, estamos dispuestos a ayudarlo.

—Acompañaré a S/n atravesando el Mundo Exterior, queremos buscar la fuente de sus nuevas habilidades, y para ello necesito que uno de ustedes proteja el Templo en mi asuencia.

Notas que la mirada de Kung Lao cambia de repente, poniéndose de pie.

—Bien, supongo que soy la mejor opción para esta misión.—Habló Kung Lao.

—No se trata de una misión, Kung Lao.—Responde Raiden.

—Por mi parte no tengo ningún inconveniente en quedarme, ayudaré a Lord Fujin con el Jinsei.—Agregó Liu Kang preparándose un té.

—De eso no tengo dudas, Liu Kang, agradezco tu ayuda igualmente, Kung Lao.

—¿Y bien? ¿qué estamos esperando?—Preguntó el monje shaolin cruzado de brazos moviéndose a un lado.

Los tres nos dirigimos a las afueras del Templo, pero no pude evitar sentir algo de inquietud por parte de Raiden, sentía un aura de desconfianza como si fuera un raro presentimiento.

De pronto nos detuvimos, Raiden extendió sus de sus antebrazos formando ondas electricas que nos rodeaban.

En un abrir y cerrar de ojos los tres aparecieron en una zona frondosa del bosque, parte que ya conocías antes, lo que más llamó la atención fue la apariencia de los cielos que pasaron de ser un celeste claro a un púrpura oscuro agregando que el lugar está en la misma ruina, ya no se oye el canto de los grillos como lo era habitualmente o de algún ser vivo de la noche.

Te desmoronaste por dentro bajando la mirada muy despacio tratando de no ponerte nerviosa, lo que alguna vez fue tu hogar y en dónde creciste la mayoria del tiempo ahora no es más que un recuerdo.

—¿Está todo bien?

Preguntó Raiden colocando suavemente su mano sobre tu hombro, Kung Lao se pocisionó a tu lado bastante angustiado.

—Si, solo.. dame un momento.

Suspiras empezando a caminar recordando el camino a través del bosque, el monje Shaolin siguió atrás de ti mirando a su alrededor mientras que Raiden buscó un lugar a tu lado sin bajar la guardia.

—Y... específicamente ¿por qué estamos aquí?—Preguntó un no tan inseguro Kung Lao.

—Mis "poderes" surgieron de la lectura mística, mis libros son la fuente y clave para averiguar un poco más.

—¿No crees que necesites un maestro? Tengo algunas recomendaciones.

—Bueno... por el momento he estado viendo por mi misma, pero no tengo problema con que alguien me ayudase, me serviría de mucho.

Raiden escuchó atentamente la conversación tomando nota mental de lo que acabas de decir.

Durante el recorrido reconociste aquella mesa de piedra testigo de los sucesos que experimentaste anteriormente.

—¡Estamos cerca! 

Exclamas devolviendote hacia ellos quienes te siguen pacientemente a lo que la naturaleza alzó la voz en las criaturas nocturnas.

《Mundos Opuestos》[Raiden x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora