~ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪꜱɪᴇᴛᴇ~

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Estabas inquieta, mirando a todos lados en busca de aquel sombra deambulante, Raiden se percató de ello viéndote con una mirada de confusión.

—¿Está todo en orden, S/n? ¿necesitas una pausa?

—N..No.- solo.. me pareció ver algo detrás de los árboles... como la silueta de alguien.

Se detuvo un momento tratando de escuchar detenidamente el mínimo ruido, pisada de algun tercero, pero fue en vano, apenas se alcanza a escuchar el sonido de los grillos y las hojas de los árboles al ver movidas por el viento.

—Tranquila, estamos por salir del bosque. Continúa.—Solo mantente cerca de mi.

—¿Y... por qué no nos teletransportamos desde aquí?

Preguntas de manera inocente.

—Si lo hago, probablemente dañe parte del bosque.

Respondió Raiden continuando el recorrido.

—Oh.. no lo había visto de ese modo ¿ha pasado alguna vez?

Cuestionas nuevamente, ésta vez sin hacer contacto visual con él.

—Afortunadamente no, en varias ocasiones el maestro Hasashi me pide ir a su templo de la forma tradicional.

Necesito un libro acerca de los rayos y truenos urgentemente.

Raiden y tú seguían moviéndose a través del bosque, incluso te mostró el camino de piedras donde llevaba a un pequeño pueblo en caso que te encuentres perdida.

Atravesando el pueblo se toparon con una pileta en forma de dragón el cual te maravillaste al verla, te acercas para verlo con más detalle, en el agua posaban bellas flores, entre ellas, algunas que identificaste con las que se hallan en el jardín del Templo.

Sientes la figura de Raiden pasar por tu costado, viste su reflejo a través del agua transparente cruzándote de miradas con él a lo que apartas un poco avergonzada.

Él te mira por encima de su hombro antes de posar su mano a la altura de tu espalda.

—¿Estás lista, S/n?

Rápidamente sales de tus pensamientos seguido de asentir con la cabeza.

Raiden procedió a realizar leves movimientos para transportarlos al Templo, en un abrir y cerrar de ojos se hallaron en el jardín.

Jadeaste mientras liberas un largo suspiro de alivio por regresar, el sol está por ocultarse por lo que pasaste el día entero entrenando con Raiden, sin embargo la experiencia y la oportunidad de entrenar con el Dios del Trueno es algo que no cambiarías por nada.

Sin mencionar que te ofrece un hogar nuevo donde puedas quedarte ante la perdida que sufriste, por lo que estás eternamente agradecida.

Un leve gemido de cansancio atravesó tus labios agrietados llamando la atención de Raiden quien no tardó en darse cuenta de lo agotada que estabas.

—¿S/n? ¿está todo bien? te noto bastante cansada.

El hombre se acercó a ti en tan solo dos pasos, un latido, dos habían pasado entre ustedes antes de verse frente a frente.

Levantas la mirada para encontrarte con dios... azules... esos brillantes ojos azules que te cautivan sin importar que un sombrero opacara parte de su rostro.

Raiden no apartó los ojos de ti, ni por un segundo, en espera de una respuesta tuya.

—¡S..Si! Estoy bien.. Raiden, es solo que el entrenamiento de hoy me dejó exhausta.

Raiden se sintió bastante fuera de su zona de confort, prefirió mostrarte un lado en la que no se vió muy seguido estando al lado de otras personas, incluso de Fujin. 

—¿Deseas que te acompañe hasta tu habitación?

Dibujas una cálida sonrisa ante la pregunta, a lo que él respondió de la misma forma sin apartar la mirada de ti.

—Si, claro, de verdad te lo agradecería.

Susurraste en voz alta, seguiste a Raiden al salón central, caminando por los alumbrados pasillos, era raro no encontrar a ningún monje deambular, aunque ha de admitir que así es mucho más tranquilo el lugar.

No obstante, estabas secretamente contenta de estar con Raiden, cada que pasas tiempo con él los sentimientos ocultos comienzan a burbujear por los bordes de tu corazón y era imposible contenerlos como las enormes ganas de darle un abrazo, o sentir el toque de su mano tomando la tuya, sin embargo, no sabes si esos sentimientos son correspondidos dado que son de mundos opuestos.

Espero no estar confundiendo su muestra de gratitud o elogio con algo relacionado con el amor, después de todo, soy muy propensa a caer en los encantos de una persona solo por ser amable conmigo, pero siento que Raiden no lo hace por el hecho de ser alguien cortés, siento algo en él...

¿Pensará lo mismo?

Admiras el hecho de lo dedicado y considerado que es cuando se trata de la protección de la Tierra, por la forma en como se ofreció a ayudarte, piensas que si no aspiras a hacer lo mismo que hace él no te daría una oportunidad.

Ni siquiera te diste cuenta de cuanto decayó tu mirada hasta que Raiden, de quién te habías olvidado que aún se mantiene a tu lado durante la recaída, susurró una y otra vez tu nombre hasta poder recibir una respuesta.

—¿S/n?

Saltaste levemente ante su suave tono de voz, como si hubieras despertado de golpe al soñar que caías desde un lugar alto. La pausa que se habia establecido entre ustedes tenía al Dios perplejo.

—¡M-Mil disculpas! Yo eh.. ten.. tengo que ir a descansar. Mañana será otro arduo dia de entrenamiento.. ¿no es así?

Ansiosa, recibiste una mirada de preocupación por parte de tu mentor.

—Estás en lo correcto, por lo que te pido que trates de  descansar lo suficiente. Buenas noches S/n.

Se despidió de ti para poder pasar a retirarse sin antes entregarte una sonrisa junto a una reverencia con su sombrero.

—Igualmente Raiden, buenas noches...

Cruzas la puerta de tu habitación, cerrandola detrás de ti, permaneces pegada a la puerta cayendo lentamente hasta tener contacto con el suelo.

¡No puedo esperar a mañana!

~Fin del Capitulo~

《Mundos Opuestos》[Raiden x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora