~ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ Qᴜɪɴᴄᴇ~

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Luego de aquel pequeño accidente ocurrido, Raiden fue un poco mas cauteloso contigo, esta vez fue mas precavido al momento de pedirte que repitas sus movimientos y cómo mantener la energía de tus manos. Las veces que repetiste los movimientos muy pocas veces lograste conjurar la magia, incluso cuando sentias que lo lograbas sucedía lo contrario lo cual terminó dandote bajones de ánimo.

Te sentias cansada y abrumada luego de horas haciendo lo mismo una y otra vez sin lograr una sola chispa.

¡Vámos..! ¡Por favor! y-yo sé que pue-

Con el ceño fruncido utilizaste la mayor de tus fuerzas para provocar el aura rojiza que pareció brotar por unos instantes de tus dedos, sin embargo, se terminó desvaneciendo antes que pudieras mantenerlo.

Caes de rodillas dejando salir un suspiro de amargura, notas la figura de Raiden acercarse ofreciéndote su mano la cual aceptas sin dudar.

—Es más dificil de lo que pensaba...

—Apenas estás comenzando, es normal que no todo siempre salga la primera vez, ya he vivido esta experiencia antes.

—Oh ¿de verdad? ¿has tenido otros alumnos además de mi?

Miras de manera inocente a Raiden, él no contestó, solo ocultó la mirada bajo su sombrero evitando el contacto visual, nuevamente vuelves a formular la pregunta, ésta vez llamándolo.

—¿...Raiden?

Él se devolvió nuevamente hacia ti, aún se mantuvo sin responder.

—¿Está todo bien? acaso... ¿dije algo que no te gustase?

—Si..—Su respuesta se tornó un poco desanimada.

El Dios del Trueno no tardó en regresar a la realidad, puesto que sacudió un poco la vista dándose cuenta que está oscureciendo.

—Es... Es todo por hoy, S/n, continuaremos mañana.

Dijo alejándose mientras levantaba su brazo teletransportandose del lugar, quedando chispas de electricidad brotando por tu alrededor.

Gotas de lluvia te golpearon por lo que decides regresar adentro, estabas confundida, el comportamiento de Raiden ha sido bastante extraño, a diferencia de la noche anterior en la que viste su lado más dulce.

Oh genial, me volví a perder...

Te encuentras por pasillos que aún desconoces, antes de doblar una esquina ves unos cuantos monjes salir con charolas por lo que no tardas en darte cuenta que allí se encuentra la cocina.

Aprovechas que no hay nadie para darle un pequeño vistazo, oyes el crujido de tu estómago por lo que te tomas unos minutos en prepararte una merienda ligera.

Nuevamente en tu habitación te sientas observando por la ventana la llovizna que se había vuelto más intensa, podías escuchar los suaves golpes de las gotas en la ventana acompañado de truenos y el resplandor de los relámpagos iluminando los cielos, en cada relámpago que golpeaba solo te hacía pensar más en él.

De pronto, unos toques inundaron tu silencio por lo que respondes para quien sea que esté tocando pase.

Ves la puerta deslizarse por lo que mueves tu cabeza un poco para distinguir entre la oscuridad de quien se trataba.

—Espero no haber interrumpido nada.—Exclamó la distintiva voz de Fujin acercándose hasta tu posición.

—No lo estás haciendo.—Respondes en un tono bajo.

—¿Está todo bien, S/n?—Pregunta Fujin permaneciendo a tu costado.

—Sí, estoy bien...

Vuelves a responder, esta vez lo hiciste de manera entristecida lo que elevó más la preocupación de Fujin.

《Mundos Opuestos》[Raiden x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora