《Mundos Opuestos》[Raiden x Lectora]

~ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɴᴜᴇᴠᴇ~

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El agradable canto de los pájaros y la fuerte brisa bailando las cortinas te saludaron al despertar. Frotas muy despacio tus ojos seguido de unos segundos de estiramiento de extremidades para no sentirte pesada.

Con ambos brazos estirados te levantas contemplando la luz del día desde tu cama, el dolor de cabeza se ha ido por completo, sin embargo posas la yema de tus dedos sintiendo el dolor del hematoma en tu frente.

Todavía duele...

Te sobresaltas al oir unos golpecitos que venían desde el exterior de tu habitación.

-¡A..Adelante!

Rápidamente acomodas tu cabello desordenado, te detienes en seco a lo que escuchaste la puerta deslizarse.

-Buenos días S/n, espero no haberte despertado.

La serenidad en la voz del Dios del viento se sintió en el ambiente, cerró la puerta dirigiéndose a ti.

-Oh, buenos dias Fujin, y no te preocupes, desperté hace un momento.

Respondiste con una suave sonrisa para tranquilizarlo, sin embargo notas que su expresión cambió de forma drástica al verte con más detalle.

-¿Pero qué-? ¿Qué fue lo que te pasó? Preguntó inspeccionándote. -¿Quién te hizo esto?

-¡N-No es nada! , tuve un pequeño accidente la mañana anterior.. no se ve tan mal... ¿verdad?

Sentí sus suaves toques bailando sobre mi rostro, por un momento lo vi muy preocupado puesto que tenia ambas cejas fruncidas, sin embargo no está del todo enojado, quizás un poco disgustado al verme en este estado, no quiero ni imaginar su reacción si me hubiese encontrado él en lugar de Kung Lao.

En ese mismo instante sentí sus dedos presionar con delicadeza sobre el punto de dolor, me quejé un poco, pero él sabe exactamente lo que está haciendo, una ventisca rodeó sus manos, de pronto ya no sentí dolor a pesar que todavía mantiene su presión sobre mi frente que lentamente se alejaba manteniendo su distancia.

Me congelé por un momento, incluso inspeccioné mi frente con mis dedos buscando una señal de dolor, pero no, el moretón desapareció, sin embargo solo recibí una suave y entrecortada risa de parte de mi sanador que parecía burlarse de la situación en tono de chacota.

-¡No te rías! ¿realmente sanaste mi herida? ¡¿cómo?!

Nuevamente recibiste una burla de parte del Dios del viento acompañada de una sonrisa juguetona.

-Todavía no me cuentas como fue que llegó eso ahí.

Una vez dicho, Fujin cruzó ambos brazos alzando una ceja como si se tratase de un regaño, bastante adorable de su parte para ser un Dios.

Rápidamente te diriges hasta tu mesita de noche, revoloteas entre los cajones lo que confundió un poco al Dios del viento.

Luego de un buen rato buscando finalmente lo encuentras, te devuelves hacia Fujin solo para mostrarle tu libro místico.

-Bien, comencémos por ésto.