Capítulo 12

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Lara...

Era día, y los médicos ya me dejarán ir para casa. Con un brazo enyesado.

Al llegar noté algo. La ventana de Gianluca estaba cerrada y su casa una placa de "se vende" me dejó curiosa.
¿Dónde estaría Gian?

Tuve que acostarme y descansar, nada como acostar en mi cama después de bañarme. Intenté acordar lo que me hizo sufrir aquel accidente. Y vi que había visto como aquella vez en la universidad. Vi a Marco, pero de esta vez, parecía realmente a Marco. Y me asusté.

Fue en eso que mi coche aceleró y no sé que pasó. En este caso yo he acelerado el coche.

Pero aquella noche mi cabeza estaba una locura, yo había peleado con mi padre, y cuando salgo pienso haber visto a Marco otra vez.

Mellea: Lara, buen día. Descansa, nena. Pero come algo, aquí tu desayuno.

Miré a mi techo y extrañaba a alguien. Y sabía mucho bien quien era. Era al mío amore. Al mío Marco.

Pero, si yo lo viese una vez más no sabía si amaría como antes. Ese era el mío miedo. Ahora él no está qui con me. Ya no tenía a nadie a mi lado.

Marco...

Pensaba si hoy yo iba a retornar, si iría ver a mi Lara.
La tocaría una vez más, sentir el dulce gusto de su beso.

La extrañaba.

Todo me hacía recordar a ella en Venecia. Porque era la nuestra ciudad.

Recordar lo bueno.

Antonella...

Iba a la casa de Lara para verla con Giovanna. Notamos que la casa de Gianluca estaba a venta y eso nos llenó de duda.

Ellos no se habían casado, para ir vivir lejos.
Tocamos el timbre y la madre de Lara nos vino recibir.

Antonella: Permiso, señora.

Mellea: Lara está en la habitación, por favor, entren.

Entramos y Lara estaba con su brazo enyesado y nos sonrió.

Lara: Hola chicas, las extrañé.
La abrazamos.
Antonella: ¿Deberíamos contarla, Giovanna?

Giovanna: Entrega la carta. Eso dirá todo.

Lara: ¿Qué carta?

Antonella: Marco volvió. Es eso. Y está es una carta que él había escrito para mandarte. Pero tu nunca recibió.

Vimos una vez más las lágrimas en el rostro de Lara.

De esta vez, de felicidad. Estábamos contentas de ver en primer persona a está historia.

Lara tomó la carta y la abrió. Se puso una sonrisa emocionada en su cara.

Lara: Este es el mejor regalo que me podrían haber regalado. Son las mejores.

Pasamos bien la tarde juntas.

Giovanna: ¿Qué pasó, digo, como que sufriste el accidente?

Lara: Yo había peleado. Y salí de casa mucho nerviosa. Fue cuando yo pensé haber visto a Marco... No sé lo que yo hice. Me desperté en el hospital, ni al menos sé como llegué allá.

Nos entre miramos. 

Antonella: Quizás ahora revuelvan a éste amor. 

Lara: Ojalá. 

Ya era fin de tarde casi noche cuando nos fuimos, Giovanna y yo.

Antonella: Bueno, ya nos vamos. 

Lara: Gracias, por la compañía y la carta. Aún más por el mensaje de Marco. 

CONTINUARÁ... 

Amore MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora