Marco: Mamá, ¡¿que está pasando?!
Alda: Su padre, Marco figlio mio. Se ha enfermado.
Marco: Pero... ¿cómo?
Federico: Marco, che, ¿que pasa?
Alda: Marco, tu padre ha sufrido un infarto, y dijo que quiere hablar contigo con urgencia. Necesita volver a Argentina.
Marco: Mamá, ¿Papá está bien? ¿Lo llevaron al hospital?
Alda: Sí, pero está sintiéndose mal, y dijo que necesita hablar contigo.
Marco: Mamá, ¡yo estoy en Italia!
Alda: Marco, por favor. Por mí.
Federico: Marco, ¿che, que pasó?
Marco: Tengo que comprar boletos para el avión. Tengo que irme a Argentina.
Federico: Pero... ¿para que?
Marco: Mí padre, se ha enfermado. Y quiere hablar conmigo.
Federico: Llévate a Lara con vos.
Marco: Sí, pero la sorpresa hoy no será posible.
Federico:¿Tu viejo está tan re mal así?
Marco: Sí, Fede. Mí padre ha sufrido un infarto. Y tengo que verlo, dijo que quiere hablar conmigo.
Federico: Disfruta la fiesta más un poco.
Marco: ¿Si fuera tu papá, estarías disfrutando en fiesta?
Federico se ha callado y deshizo la pequeña sonrisa que tenía en su rostro, Mientras Marco se tenía la expresión seria. Aquél fue un momento demasia'o difícil para los dos. Porque de pronto había surgido algo que yo no podría deshacerme de la noche al día. Pero igual me importaba mucho a Marco. Aprendí que mismo sin él aquí he logrado vivir, y tenía por veces elegir. No sabía que iba ser tan temprano... temprano digo que él había vuelto a mi vida y así tendría que despedirme de nuevo... en este momento pensaba "¿cuantas veces tendré que perder a Marco, tener que despedirme de él para que nos quedemos juntos por fin? Pasa que por veces el destino nos hace sentir cosas, pero con la persona errada, es decir, yo sigo amando a él pero, el destino nunca nos ha dejado quedarnos juntos y después de un largo tiempo mismo sin olvidarlo nunca, tuve que aceptar que al fin y al cabo el destino quiso así. ¿Sería Marco y yo destinados a nos encontrar en algún futuro?
¿Quizás nosotros fuésemos felices en algún otro universo? O ¿en algún otro tiempo? Yo no sé como contestar a esas preguntas, me vienen a la mente y ni al menos tengo idea de alguna respuesta.
Aquella fue la peor que recibí...
Marco: Lara, amore mío.
Lara: Hola, mi amor.
Marco: Vámonos.
Lara: ¿¡Porque, Marco?!
Marco: Tenemos que arreglar nuestras malas.
Lara: ¿Que piensas? ¿Adónde vamos?
Marco: Te lo explico en el coche.
No sabía al cierto que hacía yo, nunca en mi vida he visto a Marco de aquella manera. Te llevó al coche por mi brazo y vi la preocupación en su mirada que miraba a mi asombrada.
