Sebastian Jones. It is love?

Capítulo 36 - Premonición

Yo me meto en la cama con cuidado y me dejo envolver por las sábanas. Sé que pronto estará mi lobito aquí conmigo. Pero antes de que llegue me he quedado dormida.

Estoy en un lugar extraño, sé que es un sueño, pero eso no quita que me de bastante miedo. Es como una escalera de piedra ancha, que sube en espiral y por la que pasan varios ¿espíritus? De pronto ya no estoy allí, estoy en un lugar amplio, con tonos azules, dos grandes guardianes de piedra y un bosque de espesa bruma al fondo. De pronto empiezan a aparecer varias personas. Yo los miro y ellos se acercan a mí de forma peligrosa, veo que sacan sus colmillos algunos, otros se convierten en lobos y otros tienen una forma monstruosa. Yo empiezo a correr de allí, pero me alcanzan y empiezo a gritar.

_¡Ana!

Me despierto cuando siento que me zarandean, y veo a mi lado a mi querido Sebastian y a Damon. Mi respiración está agitada y un sudor frío pasa por mi espalda.

_¿No se supone que la proteges?

_Y así es, si no estaría sin parar de gritar, créeme.

_Estoy bien... sólo necesito un poco de agua...

Tras beber un poco de agua, yo me vuelvo a acostar entre los brazos de mi lobito, el cual me agarra con fuerza.

_Descansa mi amor, yo estoy aquí contigo.

Y como si sus palabras fueran un bálsamo para mi espíritu, me quedo dormida de nuevo entre sus cálidos brazos.

A la mañana siguiente, vamos a desayunar con Damon, y él propone que empecemos hoy mismo con mi "entrenamiento". Yo acepto, ya que estoy deseando ser independiente, pero no sabía cuánto me arrepentiría de mi decisión.

_Vamos otra vez Ana, tienes que intentar controlarlo con tu mente, sólo tienes que comunicarte con el espíritu, no te dejarán hasta que resuelvas esto.

_Es que no es sólo ese espíritu, escucho voces por todos lados, en mi cabeza, siento que va a estallar... _digo ya casi sin fuerzas.

_Está bien, es suficiente por hoy.

Yo caigo al suelo agotada y me sujeto la cabeza, la verdad es que me duele muchísimo. Damon se va a acercar a mí pero Sebastian le gruñe y éste se aparta. Mi lobito me coge entre sus brazos y ahora me siento completa.

_Vamos amor, tienes que ir a casa de los Bartholy, se hace tarde.

Anoche al parecer los Bartholy acordaron con Damon que dormiría en la habitación de al lado, ya que necesito estar cerca suyo. Al parecer Drogo vigilará al "perro" como él dice para que no toque a su cosita.

_Me encantaría dormir contigo...

_Si quieres puedes hacerlo, puedes ir a trabajar después de clases y yo te llevaré por las mañanas a la uni.

_Ya, pero a Lorie le daría un ataque, y capaz de alistarse por las mañanas ella sola por tal de que esté allí. Se supone que es mi trabajo.

_Es ese caso, estaré allí por las tardes cuando acabes tu trabajo.

_Gracias mi amor...

Vamos a casa de los Bartholy y para mi desgracia, Damon dormirá al lado de mi habitación. Creo que no podré dormir tranquila... Mañana tras las clases nos pasaremos por su casa para coger ropa.

Estamos subiendo a las habitaciones después de cenar, y antes de entrar en la mía, Demon me pide que hablemos un momento. Entramos en su habitación y me invita a sentarme.

_Ana, quería aclarar algunas cosas contigo. En primer lugar, estate tranquila, no voy a entrar en tu habitación sin tu permiso, tienes a un vampirito rubio que no te quita los ojos de encima _eso me hace reir.

_Lo sé...

_Y tenemos una conversación pendiente sobre mis poderes, que te prometí cuando estuviéramos a solas.

_Te lo agradezco, Damon. Soy toda oídos.

_Verás, tengo un poder elemental, que es el fuego. Cuando me convierto en perro infernal, mi interior es de fuego, y puedo lanzar ataques con él. Y lo de teletransportarme ya sabes que puedo hacerlo ante tu llamada, o para llevarte a ti o a los espíritus.

_Te agradezco que me lo cuentes, al fin y al cabo, debemos de tener confianza...

Pasamos la semana con Damon durmiendo a mi lado, Drogo de mal humor sin quitarle la vista de encima, y Lorie pegada como una lapa. Mi sebastian me visita todas las noches, y en la universidad Damon hace que no oiga nada para que esté concentrada. Hoy es sábado y estamos en pleno entrenamiento. Ya consigo soportarlo un poco mejor. Y para mi sorpresa, Demon se ha portado muy caballeroso y me trata de manera muy dulce.

De pronto siento algo extraño, veo a Jack y veo como Pablo está delante de él, pidiéndole información sobre mí. Jack no le dice nada, y Pablo empieza a agredirle, y yo grito un "NO" con todas mis fuerzas y lágrimas en los ojos. De pronto vuelvo a estar con Sebastian y Damon.

_Ana, ¿estás bien? _me pregunta mi lobo preocupado. _Has gritado de una manera aterradora, casi me partes los tímpanos.

_Ha sido su primera premonición _dice orgulloso Damon.

_Necesito mi móvil, rápido.

Sebastian me trae el teléfono y llamo corriendo a Jack, el cual no me lo coge. Llamo a su despacho, que es donde lo he visto y tampoco. Así que llamo a la sede de su institución y me lo María, su ayudante.

_¡Hola Ana! Que alegría hablar contigo.

_María, por favor, ve a ver a Jack, rápido, tengo un presentimiento de que algo va mal.

María no dice nada y va a su despacho. Escucho que da un grito, y yo pongo mi mano en la boca, estoy muy preocupada.

_Por favor... que esté bien... _digo para mi misma.

_Ana, tenías razón, le han dado una paliza, pero está bien, tranquila, voy a llamar a una ambulancia, le diré que te llame en cuando puedas.

_Muchas gracias María.

Yo cuelgo y siento que mis manos tiemblan. Sebastian me tiene abrazada con fuerza y yo me pongo a llorar en sus brazos mientras me acaricia para calmarme.