Capítulo 1 - Tenemos que hablar

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NARRA ANA

_Oye Ana, tráeme una cerveza.

_Voy cariño.

Yo voy a llevarle una cerveza a mi novio Pablo, y cuando voy a darle un beso, como siempre me aparta diciéndome que no le dejo ver la tele. Ya no aguanto más sus desprecios... Siempre me ignora, y tengo que estar con él cuando quiere. Respecto a las relaciones, nunca puedo elegir el momento yo, siempre está cansado, o me dice que luego. Hay veces que simplemente se enfada...

Yo cojo el bolso y me voy de allí a casa de Linda, mi amiga de la infancia. Llego y llamo a su puerta, la cual se abre enseguida.

_Hola Ana, ¿cómo estás?

_Mal Linda... Creo que voy a dejarlo.

_Es lo mejor que puedes hacer. Estoy harta de ver como te trata, te utiliza y menosprecia. Tú vale muchísimo. Además, nada ha mejorado por más que diga que lo va a hacer...

_Tienes razón. ¿Me ayudas a buscar un sitio donde hacer el Máster? Creo que me vendrá bien irme lejos, así no tendré que aguantar que intente pegarse a mí de nuevo. En serio, estoy muy desanimada. 

_Claro, vamos a buscar la facultad con más buenorro que exista... _ambas echamos a reír.

Vuelvo a casa tarde después de estar buscando en muchos sitios donde hacer el Máster. Hoy hablaré con Pablo sobre dejarlo. El piso lo pagamos a medias, pero ya llegaremos a un acuerdo, al fin y al cabo, sólo queda el mes de agosto para que finalice el contrato. Linda me ha ofrecido irme a su casa mientras, lo cual pienso hacer...

_¿Dónde has estado?

_Mirando lo del Máster.

_OK.

_Oye Pablo, tenemos que hablar _digo sentándome junto a él.

_Dime _dice sin apartar su vista de la televisión.

_Lo nuestro se ha acabado, sé que no me quieres, y yo no lo aguanto más.

_¿Qué?

Él clava su fría mirada oscura en mí. Nunca me había dado miedo hasta ahora. Siempre me ha tratado mal, pero nunca me ha levantado la mano.

_Tú eres mía, y no puedes abandonarme.

Dice con intensidad para luego volver a la televisión como si nada. No me lo puedo creer.

_Pablo, tú no me quieres, y sabes de sobra que nadie es de nadie.

Él me coge por la muñeca y se levanta levantándome con él. Me aprieta con fuerza para luego acercar su cara a la mía.

_Escúchame bien Ana, tú no puedes dejarme. ¿Acaso estás con otro?

_Claro que no. Sólo es que siempre me tratas mal...

_Puedo cambiar... Además, estuve a tu lado cuando tus padres murieron, creo que soporté tus lloreras por algo...

_Y te agradezco que estuvieras a mi lado, pero se que no puedes cambiar, siempre dices lo mismo. Lo siento pero ésto se acabó.

No sé cómo ocurrió todo, pero me dio una paliza que no la olvidaré en mi vida... Su mirada fría, la rabia, cómo perdió el control... Si no fuera porque los vecinos llamaron a la policía, de seguro estaría muerta...

Me llevaron al hospital casi inconsciente, y llamaron a Linda, mi contacto de emergencia. Porque sí, para colmo no tengo familia...

_Señorita, ¿se encuentra mejor?

_Sí, gracias agente... Si no llegan a aparecer... _digo mientras mis lágrimas caen al recordarlo todo.

_Tranquila, ya le hemos tomado declaración y está puesta la denuncia. Debería recoger sus cosas e irse como me ha comentado su amiga. La llevaremos a su casa y esperaremos para llevarla a casa de su amiga. Pasará unos días en el calabozo por su agresión y la de mis compañeros.

Sebastian Jones. It is love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora