Capítulo 19 - Fiesta pijama

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Me ducho y pongo mi pijama de pantalón corto ya que estaré más cómoda y un sujetador deportivo con una camiseta amplia. Cojo la nevera y me la llevo al cuarto de Lorie.

Ambas nos divertimos jugando a cosas varias, pintandonos las uñas y haciéndonos peinados. Ya es tardecito y me entra un poco de hambre y saco algunos dulces y veo que Lorie me mira triste. Hora de la sorpresa. 

_Lorie, tengo una sorpresa. 

Yo me dirijo hacia la nevera y saco un portapasteles. Lo pongo delante de ella y lo abro. Ella lo huele y me mira con cara de sorpresa. Es una gelatina hecha de sangre. Sí, puedes ser asqueroso, pero la pobre no puede comer otra cosa, y me daba pena.

_¿Lo has hecho tú?

_Sí, con ayuda de Sebastian. Él cazó el ciervo, según me dijo, tenéis preferencia por ellos... 

_¡Ana os quiero! Muchas gracias de verdad... no me esperaba algo así... _dice con alguna lagrimita suelta abrazada a mi. 

_Lorie... si te pones así me lo vas a pegar... 

Ambas empezamos a reirnos y cada cual se pone a comer lo suyo. Yo intento no mirarla, porque la verdad es que me da un poquito de asco, aunque recuerdo que según Nicolae, para ello es como para mí un filete... Pero merece la pena verle la cara de felicidad.

_Y por cierto, para luego te he traído para hacer un granizado... ¿Qué me dices?

_¡Sii!

Ella salta en la cama de felicidad y yo estallo en carcajadas. Luego seguimos jugando y le hago algunas preguntas como el que no quiere la cosa, para seguir indagando. Sinceramente, nos lo estamos pasando muy bien. 

_Ana, ¿puedo maquillarte?

_Claro.

Ella me maquilla y la verdad, es que me hace gracia, lo ha intentado hacer lo mejor posible, pero estoy realmente graciosa. Luego le digo que me deje maquillarla a ella y está encantada con la idea. Yo la maquillo como una princesa, con sombra de ojos con purpurina rosa, los labios rosa con brillos y los coloretes. Es una muñequita... 

_Mírate al espejo _le digo sonriente.

_¡Soy una princesa! ¡Gracias Ana!

_No hay de qué _digo haciéndome la importante y reímos.

_¿Te apetece que nos hagamos el granizado?

_Claro. 

Yo cojo un sobre líquido que tengo para hacer el mío. El de Lorie lo terminaré en la habitación. Bajamos a la cocina y en la picadora metemos hielo y lo picamos. Hace mucho ruído, debería haberlo dejado preparado. 

_Hola, ¿todo bien? _doy un salto al escuchar la voz de Nicolae.

_Perdona si te hemos despertado _digo y ponemos cara de niñas buenas.

_Oh tranquila _dice riéndose y mirando mi maquillaje. Os dejo que sigáis masacrando al pobre hielo...

_Buenas noches Nicolae.

_¡Buenas noches hermanito!

_Por los pelos Lorie... _le digo en un susurro y chocamos los 5. 

Tras terminar de picarlo saco la mitad y lo pongo en un vaso con una cañita, y a la otra mitad le echo el sobre de sabor y me lo echo en otro vaso con cañita. Lavo la picadora y volvemos a la habitación. Una vez allí, cojo el bote donde tengo la sangre líquida y vierto el hielo. Lo muevo como si de una profesional se tratara bailando y todo y se lo pongo en su vaso. 

_¿Chin, chin? _le digo a Lorie y ambas chocamos nuestros vasos. 

Tras terminarlos, lavo su vaso y todo lo que traía que contuviera sangre, no hay que dejar pistas... Al final, cuando ya casi amanece, caemos desmayadas y agotadas en la cama. Dormimos juntas y ella se me acerca y yo por instinto la abrazo. Estoy durmiendo pero siento que alguien entra en la habitación, huele al perfume de Nicolae y siento como nos tapa con una fina manta, ya que aunque sea verano, el aire acondicionado está puesto y tenía un poco de fresco, pero el sueño me podía. Tras esto vuelvo a caer en la inconsciencia. 

Cuando me despierto, seguro que horas más tarde, estoy sola en la habitación. Miro un reloj y vaya... es casi la hora del almuerzo. Lorie no está, así que me dirijo a mi habitación. Me lavo la cara para quitar el maquillaje y me visto. Cojo el móvil y veo que Sebastian me ha mandado un mensaje.

"Avisa cuando te despiertes caperucita, ¿o debería decirte bella durmiente? Te quiero. "

Yo me derrito con este hombre... cojo y lo llamo. Estoy deseando de escuchar su voz...

_Dime princesa.

_Hola lobito... ¿me echabas de menos?

_No me digas que despiertas ahora...

_Ya lo creo que sí... Lorie parece que estaba tan emocionada que no ha parado y no quería dormir. Con decirte que era de día... _digo riendo.

_¿Qué tal te fue con los regalos? _pregunta expectante.

_Tendrías que haberla visto... Estaba tan feliz... y cito textualmente , "OS quiero". 

Se escuchan las risas de Sebastian. Al final se que le llegará al corazón... Es una vampirita muy tierna, nunca me lo habría imaginado.

_Por cierto preciosa, estoy deseando de verte...

_Tranquilo fiera... despues de comer preparo las cosas y voy para tu casa. 

_Bien... Te estaré esperando con impaciencia...

_Te quiero lobito.

_Te quiero preciosa.

Tras colgar me dirijo hacia el salón y voy de bastante buen humor. Cuando llego están todos sentados, y que decir de la cara de simpatía de Drogo... nótese el sarcasmo... Pero no me va a amargar el día. Y Lorie anda contando todo dando saltos casi en la silla.

_Buenas tardes _digo sonriendo.

_¡Hola Ana! _dice con su voz chillona y acaricio su cabeza.

_Veo que os lo pasásteis muy bien _dice Nicolae.

_No hace falta que lo jures... mi habitación da con la de Lorie _dice Peter con una sonrisa.

_Peter, siento si te molestamos.... No, en verdad no... no puedo mentir _digo riendo y provoca que él también ría.

_Me alegra verte feliz _dice Peter.

_Pues sí, la verdad. Nicolae, como siempre, esta noche no dormiré aquí. Por cierto Drogo, tengo un regalo para ti.

Él me mira con cara de pocos amigos y le tiendo un plastiquito. Soy muy perra, lo sé, pero tenía que aprovechar la oportunidad, y ya que tenía uno sin abrir en el dormitorio. Lo abre y yo mantengo mi postura neutra aunque por dentro estoy muerta de risa.

_¿Un ambientador? _dice Lorie extrañada.

_Es para que no le moleste mañana el olor a perro, así puede ponérselo en esa cara de superioridad que tiene. Y no hay de qué, Drogo _le digo guiñándole un ojo.

Drogo se levanta molesto y se va. Pero la verdad, me da exactamente igual. No se molestó en pedir perdón. Nicolae pone la mano en su cara y Peter se ríe abiertamente. 

_Eres un poco rencorosa...¿no? _dice Peter.

_No, sólo me pareció gracioso y además, no se disculpó por lo de anoche. Así al menos no le molestaré mañana cuando llegue _digo levantando los hombros como si nada. 

Sebastian Jones. It is love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora