Capítulo Final

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Han pasado varias semanas desde lo de Víktor. Ya acabamos los exámenes, y hoy es el día de mi graduación. Sebastian ha aprendido a manejar su nueva condición, y los poderes que implican. Al parecer las horas que estuvo dormido y transformándose estuvo con un guía que le instruyó en el otro lado. Aunque claro, lo que aquí fueron horas allí fueron semanas.

_¿Estás lista mi amor?

_Casi...

Desde que me vine a casa de Sebastian, no hemos podido ser más felices, aunque no olvidé a la pequeña Lorie. Ella y sus hermanos irán a la graduación, ya que Drogo también se graduará conmigo.

_Llegaremos tarde mi amor...

_Ya estoy.

_Vaya...

Sebastian me mira de arriba a abajo y veo como sus ojos se oscurecen y sus colmillos asoman ligeramente. Yo lo miro divertida y hago como la que se me cae algo al suelo y me agacho delante suya.

_Cariño... No estoy seguro si deberíamos de ir a la graduación, creo que exageraba, tenemos tiempo de sobra... _dice acercándose a mí y pegando sus caderas con las mías.

_Tranquilo lobito... luego lo celebraremos, ahora tenemos que irnos.

_¿Pero cómo quieres que me contenga con ese vestido que llevas puesto? Nadie va a prestar a tención a otra cosa que no seas tú... ¿No había otro más ceñido?

_Claro que sí, pero éste era el ideal... Ahora vamos.

He de decir que llevo un vestido rojo pegado, a la mitad del muslo y con pequeñas mangas a mitad del brazo dejando fuera mis hombros. Es muy simple, y no enseña demasiado, pero marca mi silueta perfectamente. Mientras vamos en el coche, Sebastian no deja de comerme con los ojos.

_Cariño, mira la carretera...

_Lo intento, pero me distraes... No es mi culpa que una hermosa banshee tenga loco por ella a SU guardián. 

Al poco llegamos y enseguida se acercan a saludar los Bartholy, y Lorie me abraza y luego le dice a Sebastian que la coja en brazos. 

_Estás preciosa Ana... 

_Igualmente, eres una princesita.

_Estás muy hermosa Ana, tan elegante como siempre.

_Lo mismo digo Nicolae, estás impecable. 

_¿Me permites acompañarte con los estudiantes antes de que se te pegue alguna lapa como Loan?

_Faltaría más... _digo tomando el brazo de Peter.

_Cuídamela _le dice mi lobito serio.

_Como si fuera mi novia... _y Sebastian gruñe suave. 

Peter y yo nos dirigimos hacia los asientos de los estudiantes y Drogo aparece a mi otro lado. Me coge por la cintura y me pone detrás de él. No me da tiempo de preguntar qué hace cuando escucho que habla.

_Ya te puedes ir dando la vuelta, perro traicionero. Creo que te dejó claro la última vez que no te acercaras a ella.

_Ana por favor, necesito hablar contigo. 

_Está bien, habla. 

_Está bien... Antes de nada, quiero volver a pedirte perdón por lo que hice, espero que algún día puedas perdonarme. _Yo me quedo callada y él suspira para seguir hablando. _Vengo a avisaros de que están llegando lobos a los límites de vuestros territorios.

_Ya lo sabemos, lo tenemos vigilados _dice Peter. 

_Si necesitais ayuda, sólo llamadme.

_Gracias.

_Ana, ¿piensas perdonarme alguna vez?

_Mira Damon, perdiste el derecho al perdón cuando tú me quitaste el mío a crear una familia con Sebastian. 

_Aun así, quiero que sepas que te quiero y que siempre estaré para lo que necesites. 

Damon se marcha y yo siento que las lágrimas quieren asomar. Tomamos asiento porque el acto va a empezar en breve y Drogo me tiene abrazada mientras Peter me dice que todo estará bien. Ya, eso es fácil de decir... Adoro a los niños y estoy condenada a no poder formar nunca una familia, no al menos con Sebastian, al morir y convertirse en un perro del infierno, lobo en su caso, no puede crear vida porque técnicamente está muerto, al igual que los vampiros. 

El acto empieza y comienza con el discurso del director. Hablan algunos alumnos y tras un tiempo que se me hizo muy largo, empiezan con el reparto de diplomas. Una vez todo ha acabado, Sebastian se apresura en llegar a mi lado. Me abraza con fuerza, ya que ha escuchado lo que he hablado con Damon de los niños.

_Oye, no te preocupes, si quieres formar una familia, siempre podemos adoptar. Sin contar con que tienes a Lorie, y ella no crece, será tu niña mimada eternamente. 

_Te quiero lobito. 

_Y yo mi amor, ahora acompáñame, tengo una reserva para cenar y celebrar tu graduación. 

Nosotros nos despedimos de los Bartholy, de Sarah y de otros compañeros y me voy con Sebastian camino al coche. Nos montamos y vamos hablando por el camino de cosas sin importancias hasta que me hace una pregunta interesante.

_¿Qué piensas hacer ahora?

_Creo que si te dijera lo que quiero hacer, me llamarías loca... 

_No creo que puedas aumentar el concepto de loca que tengo ya de ti...

_Te puedes sorprender...

_Pues sorpréndeme...

_He pensado mucho, y creo que me gustaría dedicarme a ayudar a niños sobrenaturales. Ya sabes, vampiros, mediums, brujas... 

_Como hiciste con Lorie.

_Así es. Muchos de ellos sufren porque no los comprenden, y claro, no los pueden llevar a un psicólogo humano. Además, me encantan los niños. ¿Por qué no dedicarme a ayudarlos a ellos?

_Cariño, eres un angelito, ¿lo sabías? Tienes un corazón enorme que no te cabe en el pecho. Me parece muy buena idea. Creo que deberías hablarlo con Nicolae, seguro que conoce muchos casos. Casandra también puede serte útil en ese ámbito. 

_Está bien, lo hablaré con ellos, aunque tampoco tengo problema en ayudar a niños humanos claro. 

_Llegamos.

Nosotros entramos en el restaurante y es un sitio precioso. Sebastian me mira sonriente y me lleva del brazo. Nos sentamos en una mesa y pasamos la cena hablando de mis proyectos, ya que él por el momento va a seguir en la universidad. Estamos con el postre cuando lo veo un poco pensativo.

_¿Qué piensas lobito?

_Pues estaba pensando en algo que llevo tiempo meditando.

_¿Y puedo saber qué es?

Sebastian tiene los ojos brillantes, su amarillo reluce de forma especial hoy. Está tan guapo con su traje azul oscuro... Mete la mano en su chaqueta y saca una caja de terciopelo azul, se pone de pie, se para delante mía y se arrodilla mientras la abre. En ella se ve un precioso anillo con una piedra brillante blanca preciosa. Yo me emociono enseguida y eso que aún no me ha hecho la pregunta.

_Anatema, el amor de mi vida, ¿querrías concederme el honor de convertirte en mi mujer, mi Luna, mi todo? 

El corazón me va a mil, y puedo ver que Sebastian también está muy emocionado. Yo cojo su mano y lo miro a los ojos. 

_Por supuesto que sí, mi hermoso lobo. Te quiero con toda mi alma y me harías la mujer más feliz del mundo pasar la eternidad a tu lado. 

Sebastian se levanta y me abraza mientras me besa con pasión, mientras que todos aplauden a nuestro alrededor. No puedo ser más feliz en este momento, mis ojos se llenan de lágrimas de felicidad, y los de Sebastian también. 

Estaremos juntos por siempre, unida a mi guardian en cuerpo y alma. 

FIN DE LA PRIMERA PARTE

Sebastian Jones. It is love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora