Capítulo 39 - Despacho

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Me despierto con una suave voz, y veo que estoy en la habitación de Peter. El pobre supongo que no quiso despertarme.

_Buenos días Peter _le digo y le doy un abrazo. _Gracias...

Él me lo devuelve un poco avergonzado al principio, pero luego se relaja.

_No hay de qué, te dije que podías contar conmigo cuando te hiciera falta.

_Muchas gracias de verdad. ¿Y dónde has dormido tú? Siento haberte quitado tu cama.

_Pues la verdad es que dormí al lado tuya, espero que no te importe.

_Para nada Peter, al revés, siento haberte usurpado la cama. Y muchas gracias por tocar anoche, hiciste que las voces se fueran.

_No hay de qué. Ahora vamos, o no nos dará tiempo de ir a clase.

Yo me levanto y voy a mi habitación para vestirme y demás. Cuando estoy lista, bajo a desayunar. Todos me dan los buenos días menos Drogo.

_Oye conejito, ¿qué te pasa? Te veo muy serio.

_¿Desde cuándo eres tan amiguita de Peter?

_Drogo, te voy a decir varias cosas, así que presta atención. En primer lugar, no eres mi novio para tener que darte explicaciones de con quien estoy y con quien no. Segundo, no eres el único en esta casa con quien me apetece estar, os tengo cariño a todos. Y tercero, Peter sólo me ha ayudado a callar esas malditas voces para que pudiera dormir, ¿si? Así que ya estás levantando ese culo de conejito alienígena y me estás dando un abrazo y los buenos días.

El resto me miran divertidos, porque la verdad es que le hablo como a un niño enfadado. Drogo se levanta para mi sorpresa y viene hasta mí. Me da un beso en mejilla y me abraza.

_Buenos días, cosita regañona.

_Buenos días _le digo devolviéndole un beso en la mejilla y sonriéndole.

_Ana... ¿Dónde has estado todo este tiempo? _dice Nicolae riéndose.

_Creciendo para aguantar a tu hermano al parecer... _y todos reímos.

_¿Has descansado bien, hermanita?

_Sí princesita.

Tras el desayuno vamos a la universidad. Una vez llego, Sebastian me da el encuentro y me abraza dándome un beso en la mejilla.

_Hola mi amor, ¿qué tal estás?

_Ahora que estoy con mi lobito, estupendamente. ¿Podemos hablar luego?

_Claro, te espero en mi despacho en el descanso _me dice con voz traviesa.

Vamos hacia las clases y empezamos el día. Al tener clase con Damon, no deja de mirarme, y yo en el fondo, aunque me siento mal por él, estoy un poco molesta. Al terminar la clase, Damon me llama para que me quede un momento.

_Ana _dice una vez se han marchado el resto.

_ Qué.

_ Quería disculparme por lo de anoche, de verdad, ¿has podido dormir? _dice analizando mi cara.

_ Pues sí, he podido dormir. Gracias por el interés _digo molesta.

_No quería que lo pasaras mal, soy tu guardián.

_ Bueno tranquilo, me acompañaste a casa, no pasa nada.

_¿Qué?

_Sí, me seguiste por el camino, no te hagas el tonto, y tranquilo, no me molestó.

_Bien _me dice con una sonrisa.

_Bueno, tengo que irme.

Yo me voy al despacho de Sebastian y llamo antes de entrar. Me abre la puerta con una sonrisa depredadora y cierra la puerta con llave. Tal y como cierra la puerta, me acorrala entre la puerta y sus brazos y empieza a besarme con pasión. Ese gesto hace que me encienda totalmente. Yo pongo las manos en su cuello profundizando el beso y pegándome más a él si es posible...

_Ana... no sabes cuanto te deseo...

_Hazme tuya Sebastian...

_Pero tienes que seguir el reposo... 

_Ya casi han pasado las dos semanas, y no tengo ninguna molestia. Además, sólo sé un poco suave y te aviso si me duele. 

Sebastian pone una sonrisa en su rostro y sus ojos cambian como siempre. Me coge por los muslos y me enrollo en su cadera. Me lleva hacia su escritorio y empieza a tocar mi entrepierna mientras yo quito mi jersey y abro mi camisa. Cuando tiene acceso a mi piel, empieza a besarme mientras desabrocha sus pantalones. Se posiciona en mi entrada, pone sus manos en mi cara y me mira a los ojos. 

_Cariño, voy a ser lo más suave que pueda, si sientes molestias dímelo y paro enseguida.

_Tranquilo lobito, cualquier cosa te aviso.

Mi querido lobito empieza a entrar en mi despacio, con una mano en mi cadera y la otra en mi cara sin dejar de mirarme a los ojos. Yo con mis piernas presiono suavemente su cadera atrayéndolo hacia mí, indicándole que siga adelante. Yo siento una pequeña molestia y dejo de empujar con mis piernas. Él sale un poco para volver a entrar suavemente hasta que entra totalmente en mí escapando un gemido de mis labios. Sebastien me besa para que no haga ruido. 

_¿Estás bien cariño?

_Perfectamente... Ahora, hazme tuya...

Con una enorme sonrisa depredadora une sus labios con los míos y empieza a hacerme el amor de una manera cada vez más salvaje. Yo muerdo su labio y eso hace que me embista aún con más fuerza. 

_No sabes como te he echado de menos lobito... _digo entre jadeos.

_Y yo a ti mi amor... Siento que tenga que ser algo corto...

_Siempre puede venir un lobo a visitarme por la noche... 

Tras estas palabras,empieza a tocar mi zona más sensibles para poco después llegar los dos al orgasmo. Esto ha sido muy desestresante... Tras alistarnos, me pide que tome asiento. 

_Dime preciosa, ¿qué querías hablar?

_Quería decirte que Damon ya no tiene que dormir en tu casa. Anoche no se quedó en casa de los Bartholy.

_No sabes cuanto me alegro... porque no pensaba dejarte dormir...

_Créeme que lo sé...

_Una duda, ¿por qué hueles tanto a Peter?

_Porque anoche estuve en su cama.

_¿Qué? _pregunta tenso y apretando sus puños.

_No pienses mal lobito, no podía dormir, y como estaba tocando el piano, le pregunté si le importaba que me quedara a escucharlo. Hacía que mis voces se callaran. ¿Cómo puedes pensar que haría algo con alguien que no fueras tú?

_No me hagas caso, sé que me quieres muchísimo, sólo que soy un poco celoso.

_No... anda ya... _tras esto ambos nos reímos.

_Bueno, me tengo que ir, la campana va a sonar. 

_Claro, nos vemos esta noche...

Sebastian Jones. It is love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora