Almas gemelas.

002.

Los días en Derry habían transcurrido algo lentos, ya que el finde semana después de la reunión de los losers para saber quién era tu alma gemela había salido algo mal. Esos mismos días no quedaron, se mantuvieron en sus casas pensando bien lo que había sucedido. Richie era el que estaba más confundido ya que él era el único que no sabía qué color de había tocado a Eddie. En cambio el pequeño asmático estaba asustado ante la situación que se le venía encima, lo primero que hizo, fue agarrar maquillaje de su mamá, en especial la base de su piel para ponérsela y pintarse un punto de color violeta. Suspiró algo triste ya que sentía que al hacer eso no sería feliz del todo, ya que no estaría con su verdadera alma gemela.

Beverly en cambio estaba algo confundida con sus amigos, así que decidió ir a la casa de su querido mejor amigo Tozier. Ellos eran amigos de confianza ya que siempre se escapaban de clases para irse a fumar algún cigarrillo y para hablar sobre sus secretos. Beverly sabía que a Richie le gustaba Eddie, el bocazas le había costado mucho admitir ese sentimiento y decírselo a la pelirroja. Una vez que ella llegó a la casa del de gafas, trepó por el árbol hasta llegar a la ventana del chico, lo observo, y no estaba ni jugando a videojuegos, ni leyendo cómics, ni fumando. Estaba ahí, acostado en su cama mirando al techo. Esto a Beverly ya le parecía demasiado extraño, así que entró de golpe.

— ¿¡Beverly!? que mierdas haces, me asustaste. — dijo el bocazas sentándose en la cama mirando a la pelirroja.

— Joder me tenias preocupado Rich, no sabía nada de ti desde el otro día. — dijo riéndose levemente al ver el susto que se dió el chico. — ¿Qué te paso con Eddie? Vi que en cuanto me dijiste se fue corriendo.

— No lo se Bev, le pregunté simplemente que color le había tocado, y se fue. Y yo como un estúpido pensando que nos iba a tocar el mismo color, y podríamos ser felices. — admitió suspirando y tirándose a la cama otra vez. — ¿Tú.. no sabes qué color le toco? ¿verdad? —

— Que va, pero creo que deberías de ir a la casa de tu querido Edds y explicarle, o al menos decirle que le sucedió el otro día y porque se fue sin ninguna razón. A lo mejor son el mismo color y tú no lo sabes. — dijo dándole ánimos al pelinegro mientras le ofrecía un cigarrillo.

— Estás loca, no tiene el mismo color, y tampoco podríamos estar juntos, ya sabes cómo es Derry, ¿porque crees que oculto mi sexualidad? — soltó el de gafas mientras encendía el cigarrillo.

— Al menos, ve y háblale, creo que necesitamos una explicación, o al menos tú necesitas una explicación de porque se fue. — También encendió su cigarrillo.

Y allí pasaron la tarde, un Richie confundido ante el raro comportamiento de Eddie y una Beverly triste por que su amigo no podrá ser feliz con la persona que ama. Después de tanta conversación, Richie decidió salir a pasear y a despejarse de toda la tensión que tenía en el cuerpo. Al ver que inconscientemente había ido en dirección a la casa de Eddie, suspiro y se acercó a la puerta tocando esta lentamente.
Allí estaba el pequeño asmático, con su polo verde y unos shorts, Richie suspiró nervioso al ver en la situación en la que estaba, y se acomodó las gafas.

— Mm Eddie, quería hablar contigo, no sé de ti desde el día que te fuiste sin decir nada, ¿te sucedió algo? ¿tú madre te llamo? — dijo mirando su mano para intentar descubrir su color, pero la tenía oculta.

— No tranquilo, todo está bien, la verdad no me apetece hablar contigo ahora mismo Richie... — dijo el asmático algo incómodo mirando la mano de su mejor amigo. — Es mejor que no nos veamos por un tiempo.

— ¿Tú madre de nuevo diciendo que no te acerques a mi? — suspiró algo cansado de ese tema ya.

— No, esta vez es decisión mía, pasamos todo el dia juntos, la gente va a pensar cosas que no son de nosotros dos, y yo no quiero que me traten como un marica. Así que es mejor que nos distanciemos por un tiempo, podremos vernos con los perdedores, pero esas salidas que hacíamos solos, es mejor que ya no lo hagamos. ¿vale? — dijo el pequeño algo serio.

— ¿Q-que..? ¿Dejarás todos estos años de amistad, por que simplemente la gente piensa que somos algo más que amigos? ¿Enserio Eddie? Te debería importar una mierda lo que piense la gente de ti. — dijo el de gafas algo asustado al ver la reacción de su amigo.

— No se tú Richie, pero yo no quiero acabar muerto por parecer marica o gay, como lo quieras llamar. Ahora vete. — dijo cerrando la puerta de un golpe.

Richie ante esa conversación que tuvo con su antiguo mejor amigo, se le encogió el corazón y todos los sentimientos por el pequeño asmático se rompieron en mil pedazos. Harto de toda la situación decidió ir al punte de los besos, a observar lo que había tallado meses atrás, las iniciales de él y Eddie. Alguien interrumpió su llanto, y al limpiarse las mejillas oara mirar quien era, se había sorprendido demasiado.

— ¿Connor? — dijo el pelinegro observando al rubio, quien era el primo de Henry Bowers.

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Holaa, siento no haber publicado nada esta semana, pero he estado algo liada con cosas de clases. Este capítulo es algo más largo que el primero, espero que disfruten.

-Alba