Capitulo 2

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-¿pero que te ha pasado?- me pregunta Camila al verme con la venda que envuelve mi mano
-Se me cayó un plato en casa y corte- Camila niega con la cabeza sonriendo
-hay mi niño torpe- le saco lengua fingiendo estar molesto. Me agarra del brazo y caminamos hasta la clase -Y bueno cuéntame ¿como es el hijo de Teresa?- la miro dudoso evitando su mirada
-No está mal, ya sabes cómo soy- me mira de mala manera
-Cristian tienes que abrirte más a la gente, seguro es bien chico ya querrá ser amigo tuyo- "Creo que ese es el problema" entramos a clase para seguir con la rutina diaria.

Al salir de clase me despido de Camila con un abrazo cálido y voy a la parada de bus a esperarlo como de costumbre.

Me siento a esperarlo con la mochila pegada a mi cuerpo. Después de 10 minutos esperando un chico de pelo rubio mal vestido se sienta alado mío y me mira se reojo, no me daba buena espina y me aferro todavía a mi mochila temeroso -¿Eres de por aquí?- me pregunta el chico lo miro de reojo sin saber que decirle
-hmm no- le contesto dudoso
-Ya veo- se acerca "hay dios" agarra la mochila con una mano estrujando la tela, intento quitarle la mochila de su mano pero recibo un puñetazo en la mejilla que me tira del asiento golpeando mi brazo derecho contra el suelo. El chico sale corriendo con mi mochila en la mano, me levanto para ir tras el, pero me duele demasiado el brazo y noto que me sangra la herida. Saco el teléfono del bolsillo de mi pantalón que agradecí guardarlo hay llamo a mi madre que enseguida me lo coge.

-hay mi niño, a partir de ahora te recogeré yo todos los días, esto no te volverá a pasar- me dice mi madre sentado en el consultorio del médico. Rodeo los ojos y el medico entra para decirme el resultado de mi radiografía -No veo nada roto así que será una contusión, le mandare calmantes para el dolor durante dos semanas, una crema y hielo para el golpe de la cara y le cambiaré la venda de la mano-

Salimos del medico y Dante al vernos se levanta y empieza a camina detrás nuestro hacia la salida
-¿Que le ha dicho el medico?- pregunta Dante curioso. Mi madre se lo explica entragandole el parte de lesiones del medico que luego tenemos que llevar a la comisaría.

Al llegar a casa de la comisaría me siento en el sofá adolorido. Me han puesto un cabestrillo sumamente molesto hasta que pueda mover el brazo. Mi madre le cuenta a Teresa lo que me ha pasado y Dante se sienta a mi lado con cuidado de no hacerme daño. Al girar la cabeza mis ojos se encuentran con los suyos entrando en un pequeño trance del que quiero salir pero esos ojos miel me tienen tan atrapado que se me hace imposible
-apartir de ahora jovencito te voy a buscar al instituto todos los días, esto no te volverá a pasar- dice mi madre llevándome a la realidad. Resoplo enérgico fastiado
-mama, por que me hayan robado hoy no me van a robar todos los dias, además llevo desde primero llendo y viendo solo ya estoy grande para que vayas a por mi- mi madre mi mira enfadada y cuando me va a contestar Dante se adelante
-puedo recogerlo yo Angela- lo miro sorprendido y sin saber que hacer "no joder el no"
-Dante ¿me harías ese favor?- mi madre le sonríe agradecida "no no"
-si claro. Lo recogeré en coche, conmigo estará seguro no te preocupes- "no no no" -Hay gracias cielo de verdad, favor que me haces ya el señorito no quiere que lo vaya a buscar yo- rodeo los ojos y me hundo en en sofá. De mi insti a casa hay una hora "voy a morir agonizando hasta fin de curso GENIAL"

Al día siguiente todo el mundo preguntando qué me había pasado al verme cabestrillo. Que pereza más grande me esta dando la vida, Dante cada vez me pone más histérico, me corto la mano y para colmo me roban lesionandome provocando que Dante me recoja de clase todos los días, que alguien me mate por favor, no quiero seguir sufriendo" Camila entra a clase apartando a la gente de la mala manera
-A nadie le gustaría que le esten molestando en su estado así que aire, venga- cada uno se sienta en su silla mirándola de manera y hablando por lo bajo pero a Camila eso le resbala, esa era un de las cosas que me gustaban de ella -Cariño menuda semanita llevas- me dice riéndose, la miro mal
-No le veo la gracia, Dante me recogerá todos los dias- Camila suelta una carcajada burlona y me dice
-Madre mía Cristian, menudas semanitas llavaras, con lo que lo quieres tu- la fulminó con la mirada
-repito, no le veo la gracia, me pone nervioso- Camila me acaria la espalda con cariño mirandome
-pero díselo a tu madre merluzo- niego con la cabeza rodeando los ojos
-si no venia el venia ella, si viene mi madre seria el hazme reír pero Dante me pone histérico... Camila si me quieres matame, no me hagas sufrir asi- le digo dramarizando, Camila me mira riendose.
-no me des ideas- ambos reimos divertidos, el profesor entra y las clases empiezan como todos los dias.

Al terminar las clases me despido como todos los dias de Camila y empiezo a caminar al reconocer el coche de Dante aparcado frente a mi insti "empezamos con la travesía" Al entrar al coche intento ponerme el cinturón pero con el cabestrillo no puedo, Dante al verme me agarra de la mano para ayudarme a ponermelo, le retiro la mano con cuidado y me aferro a mi mochila con el único brazo disponible
-Hola, gracias- le digo avergozado, no puedo con su presencia me... intimida
-Hola guapo- me responde con una voz ronca que me hace tiritar, me aferro más a mi mochila y miro por la ventana del coche evitando su mirada.

Todo el camino está siendo incomodo y no consigo tranquilizarme, Dante me mira de reojo con frecuencia y yo lo miro a el de la misma manera haciendo que nuestras miradas se encuentren provocando más nervios en mi y una sonrisa en el
-uff bebe... te pones nervioso cada vez que estas conmigo- el corazón me late deprisa -No- logro decir
-¿No que bebe? No te pones nervioso... o ¿te pones?- "¿Como? No no no"
-¿ponerme? ¿El que? - le pregunto, no le entendía nada, no conseguía seguirle. El me mira se ríe y pasa un dedo por mi cuello provocándome una ligera cosquilla que hace que encoja el hombro sonrojandome -Eres muy tierno- me dice. Me encojo en el asiento apretando la mochila con mis manos mirando otra vez por la ventana.
Dante sonríe y conduce en silencio hasta casa.

Al llegar salgo del coche con rapidez y corro al portal, con la mochila en la mano. No lo espero para subir. Llego a mi casa y entro en ella como si fuera una torre de seguridad de un castillo donde la bestia me esta acechando ¿esto será así todos los días? Acabare muriendo no podré aguantar, me dará un infarto
-¿hijo que haces hay?- Me dice mi madre extrañada al verme apoyado en la puerta con la mochila todavía en mano
-¿he? Es que he tenido un día complicado mama ya quería llegar a casa- le sonrio disimulando y le doy un beso en la mejilla -Hay mi niño... bueno siéntate para que comas ¿qué tal con Dante?- la miro y sonriéndole le contesto
-Bien mama- mi madre me pone el plato en la mesa sonriéndome cariñosa y se sienta frente a mi para empezar a comer
-Me alegro. A Teresa y a mi nos gustaría que se hicieran amigos, que sean más cercanos- me dice mi madre ilusionada "Hay mi madre, me siento como en un túnel sin ver la luz" ¿amigos? Nuestras madres quieren que seamos amigos pero el tema es, cómo voy hacer su amigo si cada vez que estoy con el me quiero morir.

InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora