Capítulo 17

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-Cariño piénsatelo bien... - me dice mi madre abrazándome.
-mama por favor, papá lleva viviendo en Londres hace años, me gustaría estar con el un tiempo- mi madre me a responder pero oimos el timbre y fue abrir.

Perdi la virginidad con Dante y esto es algo del cual no me arrepiento, y pesar de que estaba mas cariñoso conmigo desde aquella noche, sus celos estaban acabando conmigo.

Se que es exagerado que va valla a Londres pero necesitaba escapar de todo. Necesitaba alejarme de Dante después de lo que pasó. Necesitaba despejarme un tiempo de todo lo que ha pasado estos meses. Las provocaciones de Sergio estaban haciendo que los celos de Dante aumenten por días.
Ya no podía más, necesitaba irme.

Mi madre abre la puerta de mi habitación y veo a Dante mirandome sin decir nada

-habla tu con el por favor, que a mi no me hace caso- dice mi madre sollozando y se va

Dante entre en mi habitación y cierra la puerta, mirando a todos lados menos hacia mi pecho envolviendolas con mía brazos. Dante se acerca a mi cama, se queda parado alado de la cama tapándose la cara con una mano y empieza a llorar. Se se sienta en la cama y acerca de cara a la mia -no me dejes- me dice mientras que caen lágrimas por sus mejillas, agarrando mis mejillas con ambas manos y pegando su frente con la mía. Mi cuerpo entero tiembla, su presencia me intimida. Empiezan a caerme las lagrimas que llevaba guardando senderos ayer -no puedo estar si ti bebe... por favor- continúa con tristeza en su voz. Hay una parte de mi que quiere irse pero otra quiere quedarse. Me siento vulnerable y no puedo articular palabra
-se que la cague, pero te amo por favor quédate- ambos lloramos y cuando conectamos la mirada
-ya no puedo más Dante.. esto me está superando- le digo son poder parar de llorar mirándolo
-Mi amor lose, créeme que lo que se. Pero te beso Cristian...- me dice calmado, pero le interrumpo
- pero llevaba tiempo diciéndote que le ignores... yo quiero estar contigo, confía en mi- digo limpiando mis lagrimas
-si quieres estar conmigo quedate. Yo también quiero estar contigo- nos miramos a los ojos y lo supe, tenía que quedarme
-prometeme esta vez de verdad que vas a ignorar a del todo a Sergio. Prometeme que vas controlar tus celos, prometeme que confiaras en mi... por favor- le suplico, el asiente con energía agarrando mís mejillas me dice
-te lo prometo mi amor- se lanza a besárme con muchas ganas - te extrañe mucho- me dice, los días que llevábamos separados se nota, por que yo también lo hechaba de menos.

-¿Dante como va todo?- pregunta mi madre atreves de la puerta
-Bien Angela, no te preocupes- contesta Dante separándonos sonriendome. Mi corazón se acelera al igual que mi respiración, no puedo apartar la mirada de la suya y al igual que el sonriéndo -dile a tu madre que te quedas anda que estaba muy preocupada- me dice calmado levantándose de la cama agarrandome la mamo
-Pero déjame ir un par de días aunque sea... quiero ver a mi padre- le digo sin soltar su mano. Me mira dudoso -Por favor...- le digo casi en un susurro sonriendo. Me sonríe pícaro y se vuelve a sentar en la cama
-te propongo una idea... Ire contigo y así estamos un par de días solos, y así también conozco a tu padre- asiento ladeando la cabeza, el se levanta de la cama me da un beso y abre la puerta.

Mi madre entra en la habitación con una sonrisa enorme y me abraza con fuerza -cielo menos mal que Dante te ha hecho cambiar de opinión, me ha dicho que solo serán dos días- asinto con una sonrisa -hay que avisar a tu padre y hacer tu maleta. Tu padre estará feliz de verte- me dice mi madre.

Después de cenar oimos el timbre y Dante entra en casa vestido como siempre ya con el pijama puesto.

-bueno mis niños os dejo que llego tarde y tu madre me matara. Adiós mis niños- dice mi madre entes de irse.

Yo me levanto de la mesa para dejar el plato en la cocina pero Dante me abraza posesivo y me besa. Me quita el plato de las manos y lo deja en la mesa con rapidez. Me levanta de los muslos, va hacia el sofá y se sienta en el quedando yo en su regazo. Nos besamos como si no nos hubieras besado en años, me acaricia la espalda por debajo de la camiseta sin ningún apuro y con mucho mimo
-necesitaba tu boca- me dice entre el beso. Nos recuesta en el sofá sin dejar de acariarme ni de besarme, sin bajar su manos, hoy los besos no van más allá y eso me gusta.

Sus besos con tiernas y suaves, no quiero que pare. Me acaria con sus manos cálidas sin pretender pasar de un beso. Mi corazón late con tanta fuerza que me duele el pecho. Me siento calmado y seguro entre sus brazos, como nunca antes, necesitaba esta faceta de Dante. Me empieza a dar besitos dulces por toda la cara. Me gusta que esté tan cariñoso conmigo, sin necesidad de nada más. Apoyo mi cabeza en su pecho y el me rodea con sus brazos protectores. Siento su respiración tranquila dándome tranquilidad a mi también, me siento tan bien. Se me escapa una sonrisa de lo más tonta cuando se levanta del sofa conmigo en brazos llendo a mi habitación a paso lento. Rodeo con mis pequeños brazos su cuello sintiendo un beso en mi cuello de su parte y al llegar a mi habitación nos echamos en mi cama para volver a abrazarnos quedando uno enfrente del otro pero con mi cabeza escondida en su pecho oliendo su perfume que abruma y me relaja.

Me da un pequeño beso en la frente y suspira completamente relajado
-¿sabes de que me he dado cuanta?- susurra
-¿de que?- pregunto de la misma manera
-que no puedo dormir si no es contigo- confiesa en un suspiro. Me acurruco más a sus cuerpo a modo de respuesta, yo también me de dado cuanta que tampoco puedo dormir si no es a su lado -Tu tampoco ¿he?- noto que sonríe pero no respondo. Solo se oye nuestra respiración caza vez más relajada antes que ambos nos quedamos dormidos profundamente sin soltarnos.

Me suena el despertador y me levanto de un salto del susto, despertando a Dante que me mira incrédulo.
-papi... que susto me has dado- me dice riendose. Me levanto de la cama para vestirme a toda prisa.
-perdona es que tengo el primer examen de la semana, quería levantarme más temprano para repasar lo que estudie con Camila, pero me he quedado dormido- digo llendo de un lado al otro de la habitación. El se vuelve acostar en la cama siguiéndome con la mirada riéndose sin parar.
-estabas agusto- me guiña un ojo
-si- afirmo avergonzado
El me mira sonriendo tierno y se levanta de la cama agarrandome con firmeza de la nuca y me besa.
-Yo también- murmura rozando su nariz con la mía, pero se separa rápido al oir que alguien abre la puerta despacio.

-buenos días mis niños. Perdon por molestar, pero tu madre te llama Dante- hace una seña con la cabeza y em resopla.
-ya se por que- rie - Te paso a buscar luego, adiós Angela- le da un beso en la mejilla a mi madre y se corriendo
-¿cómo fue la noche cielo?- me pregunta acariendo mi cabello
-bien mama- le digo sonriendo sincero
sincero
-me alegro mi amor y corre que llegas tarde al insti- le soy un beso en la mejilla, agarro mi mochila y salgo de casa

InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora