Capítulo 4

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Me levanto de la cama y me mire al espejo.
Tenía los ojos hinchados y rojos de la llorera de anoche. Suspiro con fuerza, salgo la habitación para meterme en el baño y lavarme la cara junto con los dientes.

Me meto en mi habitación me visto con cuidado, cojo mi mochila y voy al comedor donde está el almuerzo que me prepara mi madre antes de irse junto con una nota.

"Cariño, este es tu almuerzo espero que tengas un buen día. Te quiere, la madre que te pario"

Río con tristeza al leer lo último de la nota. Todos los dias me pene una notita junto con el almuerzo, y siempre terminando con esa frase "te quiere, la madre que te pareció" meto el almuerzo en la mochila, cojo mis llaves y salgo com la puerta.

Cuando cierro la puerta con llave como puedo, oigo la puerta de enfrente abrirse "mierda" saco la llave de la cerradura y bajo corriendo las escaleras, pero me quedo paralizado al oír su voz burlona -te he visto Cristian...- "MIERDA" Lo ignoro por completo y sigo bajando a toda prisa para correr a la parada del bus que gracias a dios estaba frenando en la parada.

Las clases siguen su curso pero me mente esta en otra cosa. No puedo concentrarme, no consigo despejar la mente por que lo intento no estoy prestando atención y no me gusta, no quiero suspender y menos por su culpa. Camila de ves cuando me da com el codo para que regrese de marte pero vuelvo a orbita sin darme cuánta. Sus palabras se retumban en mi mente sin cesar, no me las quito de las cabeza.

-¿me vas a decir que te pasa? Llevas todo el dia en tu mundo- me dice Camila saliendo de clase. Por fin acabado las clases pero saldo de guatemala para ir a guateperor -Nada solo que que dormido fatal- Camila me mira levantando una ceja frunciendo los labios -ya- la miro intentando estar convencido -Que si Cami de verdad- Camila asiente mirandome de arriba abajo, no me cree, que le entiendo se me da fatal mentir y ella siempre me pilla enseguida.

Camila y yo nos despedimos con una abrazo con fuerza y se va a la parada de tren como siempre. Yo veo el coche de Christopher y suspiro con fuerza " hay vamos" camino hacia el pero esta vez voy a la puerta de atras. La abro y me siento con normalidad. Cierro la puerta, me pongo el cinturón y le saludo -Hola-
Espero a que arranque pero no lo hace -¿qué haces?- me pregunta com firmeza -Es que... aquí estoy comodo- la responde empezando a temblar. Arranca el coche con furia en silencio
"Creo que en lugar de mejorar la cosa, la he empeorado" llevamos media de camino en silencio, intento respirar profundo para calmarme y lo voy consiguiendo pero al ver que esta parando me corazon me da un vuelco y mía nervios vuelven.

Sale del coche, le da la vuelta y abre la puerta del otro lado. Entra en el, tira la mochila al suelo y en un movimiento rápido me levanta las piernas quedando hechado en el asiento. Sonriendo con malicia, me sujeta el brazo con una mano con firmeza y me lo pone encima de la cabeza acordándose entre mis piernas. No puedo moverme, por que lo intento no puedo,su cuerpo no me deja moverme -bebe... no te vas a escapar de mi- me dice al oído es un susurro que hace que me eriza la piel. Roza sus labios con la piel de mi cuello y su mano disponible empieza a acariarme el abdomen por encima de la camiseta hasta que decide meter la mano por debajo de ella, subiendo hasta mi pecho con mis llema de sus dedos -Dios... tu piel es tan suave- cierro los ojos con fuerza. Mi piel reacciona a tu contando, a cada caricia siento leves cosquillas en el estómago que me gustan, pero no me gusta, que me guste "que termina ya por dios" Aspira el aroma de mi cuello -Hueles muy bien- hace círculos con los dedos en la piel de mi abdomen y mi pecho. Da una sueve embestida haciendo que rozen su erección con mi pene por encima de la ropa. Suelta leve gemido en mi oido provocando que se me vuelva a erizar la piel. Sigue rozando sus labios por mi mandíbula hasta llegar a mis labios. Vuelve a intentar besarme pero giro la cara, sonríe -Papi... dame un beso, quiero tu boca- canturrea rozando sus labios en mi mejilla dando otra sueve embestida. Jadeo sin parar ante su contacto y tengo sensaciones que nunca había sentido en mi vida. Siento mucho calor en mi vientre y las cosquillas cada vez van a más. Me agarra el mentón, me gira la cara y roza nuestros labios -¿nunca te han besado?- niego con la cabeza y vuelve a sonreír sin despegar su cara de la mía -Ya veo- murmura, da un beso en la comisura de mi boca -vamos a dejarlo para otro día bebe- me suelta la mano y se aleja de mi despacio -pero te quiero adelante conmigo- asiento despacio. Cojo mi mochila y salimos del coche para sentarnos cada uno en su asiento y como ya es costumbre me aferro a mi mochila, arranca el coche y vamos a casa en completo silencio.

Aquí estoy echando por la taza del váter lo que acabo de comer, no ha pasado ni media hora y estoy vomitando. Últimamente estoy tan nervioso que tarde o temprano iba a acabar pasando. Respiro intentando calmar las ganas de ver a echarlo todo y cuando logro calmarme, salgo del baño limpiandome la boca con un trozo de papel, maldiciendo en voz baja entrando en mi habitación -toma hijo tómate esto- me dice mi madre entrando en mi habitación, dándome una infusión. Su cara de preocupación se podría ver a kilómetros
-mama estoy bien, solo me ha sentado mal la comida- intento tranquizarla pero yo se que no ha sido la comida lo que me siento mal. Mi madre niega con la cabeza -Hay hijo es que últimamente te pasa de todo- Resoplo dejando la taza en el escritorio y la abrazo con el único brazo sano que tengo disponible -mama estoy bien de verdad, no te preocupes- mi madre me devuelve el abrazo pero se separa de mi al oír el timbre. Bebo de la taza y siento el sabor de la manzanilla como el manjar más delicioso.

Los nervios que tengo ahora mismo son por Dante. Intento asimilar lo que ha pasado hoy en el coche. Nunca he sentido esas sensaciones, nunca había sentido ese cosquilleo, ese calor pero no me gusta, siento que esta mal. Yo tengo 14 años y el tiene 23.

Me siento en la cama después de beber la calida manzanilla, y me recuesto en el sobandome la barriga. Me acurruco entre las sabanas y me tapo la manta pero oigo su voz y abro los ojos de golpe. Presto atención a la conversación si levantarme de la cama -Bueno ¿pero esta mejor?- oigo a Teresa preguntar preocupada -si, pero igualmente me preocupa, últimamente le pasa cosa tras cosa- contesta mi madre-¿me dejas entrar Ángela? Quiero saber cómo esta- oigo a Dante con cierta inquietud -si, claro Dante no hace falta que preguntes cielo. Tu casa- "NOOOOO" me giro mirando en la cama mirando la pared cerrando los ojos fingiendo dormir.

Noto su presencia en la habitación. Siento como se arrodilla en el suelo, acaricia mi espalda con mucha suavidad y se acerca a mi oido -Eres tan hermoso... no me gusta verte mal- suspira devil -Hay papi... siento cosas tan incontrolables por ti... nunca he sentido esto... no me puedo resistir... lo intento pero...- me da un beso tierno en la frente y se va cerrando la puerta de la habitación. Rompo en llanto "no entiendo nada. Si actitud me estalla la cabeza" me hago bola en la cama. No puedo parar de llorar tampoco tengo intensiones. Las lágrimas caen y caen hasta que me quedo dormido.

InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora