Capítulo 20

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Después de que mi madre me coma a besos subimos al avión. Apoyo mi cabeza en el asiento del avión, veo a través de la ventanilla suspirando y me cruzo de brazos respirando hondo intentando tranquilizar los nervios. Dante termina de colocar las maletas y se sienta alado mío colocando una mano en mi pierna apretando con fuerza haciando que gire mi cabeza hacia el -¿estas bien?- me pregunta preocupado. Asiento sonriéndole y se acerca dándome un beso.
-¿te cuento un secreto?- me pregunta sonriendo con malicia.
-si- respondo con cautela. Cuando pone esa cara se que dirá algo pervertido. Lo miro riendome negando con la cabeza. Se acerca a mi muy despacio y rozando mi nariz con la suya me dice.
-siempre he tenido la fantasía de hacer el amor en un avión- me muerdo el labio sonriéndole avergonzado y el empiza a reírse. Me da un beso muy lento y sensual y se separa guiñandome un ojo.

Me da a mi que será un viejo movido.

Veinte minutos después el avión empezó a elevarse y cuando ya estábamos en el aire nos quitamos los cinturones y sin demora se volvió acercar a mi ha decirme con voz ronca -te espero en el baño en un minuto- se levanta del asiento y se va hacia el baño guiñandome un ojo sonriéndome con picardia. Me quedo en el asiento mirando a todos lados "hay señor" nervioso me levanto al pasar el mimuto y voy hacia el baño como me ha pedido. Estoy nervioso pero mis maravillosas aparecen otra.
vez

Al entrar me agarra fuerte de la cintura, me levanta de los muslos y me sienta en el lavadero colocándose entre mis piernas, me quita la camiseta y lleva su boca a mi cuello Empieza a succionar con energia haciéndome gemir de dolor. Cuando se separa de mi me agarra del mentón con fuerza y me dice rozando nuestros labios mirandome a los ojos
-que bien te quedan mis marcas- jadeo excitado y mis manos viajan por su espalda
-te extraño mucho... te necesito- Me agarra de la nuca y empieza a besarme con posesividad, el beso es voraz y violento. Apreta mi cintura dejando la marca de sus dedos en mi piel y me atrae hacia el con brusquedad. No me puedo resistir , mi cuerpo cede a todo lo que me hace, me gusta y me calienta. Yo también lo necesito, necesito que me haga suyo.

Se separa de mi dejando mis labios y los suyos completamente hinchados por el beso -me vuelves loco... nose que haría sin ti- me dice rozando nuestros labios, con una tez triste y desesperada en su voz.
-hazme tuyo- digo sin pensar. El me sonrie y me baja del lavadero dándome la vuelta. Nuestras miradas se encuentran en el espejo y baja mis pantalones hasta la rodilla para meter sus dedos húmedos por su saliba en mi interior, hace que apoye mi cabeza en su hombro. Me embiste con mucha rapidez con sus dedos mientras que reprimo mis gemidos de placer para que no nos oigan, mientras que mordisquea mi oreja con cuidado. Cuando me siente preparado retira sus dedos y me penetra despacio haciendome soltar un suspira de gusto al mismo que tiempo que cierro los ojos mordiendome el labio. Sus embestidas son lentas al princio para después hacerlas rápidas me abraza a el con un brazo y con el otro me empieza a masturbar. Intento no gemir con todas mis fuerzas pero no puedo aguantar y se escapan
-Eres mío papi, solo mio- me dice al oigo haciendo gemir más fuerte cuando siento que llega a mi punto favorito. Sus embestidas son sumamente placenteras, no puedo aguanto tanto. Doblo mi cuerpo y apoyo mi brazo el lavadero para pener encoje mi cabeza. Así sus embestidas son más profundas y me gustan más si cabe. No aguanto tanto placer y me dejor ir en un orgasmo intenso sintiéndolo en todo el cuerpo gimiendo sin control por el gozo y segundos después siento su semen en mi interior junto a sus gemidos más graves. Su respiración es pesada igual que la mía he intentamos recuperar el aliento. Sale de mi interior despacio y me levanta apoyándome otra vez en su hombro subiéndome los pantalones con cuidado. La piernas me tiemblan y me giro como puedo viendo como su cierra el pantalón. Las piernas me flaquean y caigo para Dante me sujeta con fuerza para no caerme al suelo y me sienta otra vez el lavadero. Me sujeta las mejillas y me mira a los ojos -¿estas bien?- asiento riendome "Él orgasmo ha hecho que me flaquean las piernas" -¿demasiado intenso he?- me pregunta sonriendo, quita las más manos de mis mejillas y nos reimos divertidos ante la situación. Me besa despacio, tierno y cuando se separa mi choca nuestras frentes -respira mi amor-
Respiro hondo recuperando las fuerzas y me siento mejor.
-mejor- digo suspirando
-Bien- me da un besito fugaz - Voy a salir yo antes, espera un poco y luego sales tu- me lanza un besito sonriendo y sale del baño con rapidez. Bajo del lavadero de un salto y me giro para verme en el espejo. Me ha dejado un chupeton en el cuello, acaricio esa zona con suavidad y empiezo a llorar. Me siento tan feliz y completo con el que me asusta. Nunca había sentido eso por nadie y me asusta no controlar mis sentimientos, nunca me había pasado. Me limpio las lagrimas con mi manos y recogo mi camiseta que estaba en el suelo para volverlamela a poner "Eres mío papi, solo mio" sus palabras retumban en mi mente sin cesar. Soy suyo, y el es mío. Y solo mío.

Salgo del baño, con cuidado de no caerme por las turbulencias. Camino por el pasillo del avión mirando al suelo para no caer, levanto mi cabeza y veo los ojos preocupados de Dante que levanta cuando llego para dejarme pasar y sentarme en mi sitio. Cuando me siento, la luz del cinturón se enciende y ambos nos lo colocamos. El avión se sacude por las turbulencias y me hundo asustado en el sillón del avión. Mi corazón bombea sin control y no controlo mi respiración. Me mareo. Me mira y al ver mi estado posa su brazo en mi y me aferro a el sin pensar.
Después de diez minutos de sacudidas el avión vuelve a su estado y la luz del cinturón se apaga. Intento regular mi respiración
-tranquilo... ya paso- me dice en el oído dándome un beso en la mejilla. Gira la cabeza y me da un beso rápido en los labios para luego separse sonriéndome con ternura.

Llegamos a Londres y al salir por la puerta veo a mi padre y corro hacia el tirando la pequeña maleta al suelo sin darme cuenta. El me abraza con fuerza levatandome por los aires -Hijo mío...- me deja en el suelo y frunce el seño al ver a Dante con mi maleta y la suya en la mano -¿es el Dante?- me giro hacia y Dante y le contesto a mi padre -si papá, es hijo de Teresa la amiga de mama. Mama no podía venir y ha venido a acompañarme- Mi padre asiente sonriendo y la da la mano a Dante -Mucho gusto Dante soy Max- Dante hace le mismo gesto y sonriendo amable le contesta -Un gusto señor- Mi padre niega con ambas manos y dice riendose -señor es muy serio dime solo Max- Dante se ríe -Muy bien entonces, un gusto Max- ambos ríen y no puedo evitar sentirme extraño, Dante siempre es tan educado y se gana la confianza de la gente muy rápido. Eso me tranquiliza, que se lleven bien me tranquiliza.

Llegamos a casa de mi padre y dejamos las maletas en el pequeño salon
-Hijo, entro a trabajar en un par de horas, la nevera está llena pueden comer lo que quieran- mi padre se acerca a mi y me dice - me siento fatal por dejaros así cuando acabacan de llegar pero no conseguí días libres- niego con la cabeza y le respondo
-Papa no te preocupes de verdad, estoy bien... se que tienes que trabajar- mi padre me abraza con fuerza y me levanta del suelo haciéndome reír. Me suelta, me da un beso en al frente con cariño
-pueden salir a donde quieran conocer un poco la ciudad... hay dinero en un bote de la cocina, cógelo todo que lo guarde hay para ti y la puerta del fondo es su habitación- dice gesticulando con las manos con energía
-gracias papa- le digo sonriendo. Me vuelve a dar un beso en la frente - bueno me voy a vestir para ir a trabajar- dice para luego entrar en su habitación.

Dante se acerca a mi y me dice -me cae bien tu padre parece simpático- lo miro y le contesto
-Si es genial- agarra muestras maletas y las mete en la habitación. Yo lo sigo con cautela y entro con el viendo dos camas en la pequeña pero acogedora habitación pintada en azul cielo con un armario blanco frente a la puerta y una cómoda alado de ella. Me siento en una de las camas y Dante hace lo mismo y me mira ladeando la cabeza. Se arrodilla frente a mi y acariciando mi mejilla me dice sonriendo -te veo contento- mi cuerpo empieza temblar ante su contacto y le respondo con un hilito de voz
-Si... es que... hace mucho que no lo veia- el asiente y me responde
-Se nota que te quiere mucho, y se ha alegrado mucho de verte- bajo la mirada evitando la suya y el me levanta del mentón con suavidad rozando sus dedos en mis labios
-me muero por darte un beso- me dice con voz ronca. Ahora mi padre se irá y nos quedaremos solos. Solo de pensarlo mi corazon empieza a latir con fuerza. Nos miramos a los ojos por unos segundos y se levanta de golpe al sentir la puerta de la habitación de mi padre abrirse
-Bueno chicos ya me voy, espero que lo pasen muy bien. Hijo ven un momento- me levanto de la cama y salgo de la habitación detrás de mi padre -Hijo hay ocho mil libras en el bote, salir a cenar, al cine... o a donde quieran- me abrazo a el con fuerza y deseo que no se valla.
-gracias papá, pero no tenías que haberte molestado- le digo despacio
-No es molestia, me siento culpable por dejarte asi- lo vuelvo abrazar y el me da un beso en la cabeza. Nos separamos y sale por puerta.

Me quedo parado frente a la puerta, y oigo la voz de Dante -¡HE!- me llama y cuando me giro me llama con el dedo y le obedezco de inmediato.

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