Capítulo 37

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Me encuentro sentado en su regazo, sentados en el sofá mientras me acaricia y me besa tan tierno y dulce que no puedo parar de suspirar.
Todavía sigo un poco asustado pero entre sus brazos me siento bien y seguro. Me protege y me gusta mucho que lo haga.

Me besa y me acaricia con sus firmes manos la piel de mi espalda por debajo de mi camiseta. Lleva una mano a mi mejilla sin dejar de acariciar mi espalda con la otra. Vuelvo a suspirar en su boca y el sonrie satisfecho
-Me vuelves loco- me dice cuando nos separamos -¿como estas?- me dice ladeando la cabeza.
-bien cuando estoy en tus brazos- hundo mi cara en su cuello y el me rodea con sus brazos
-voy a protegerte toda mi vida mi amor, te amo demasiado-
-Y yo a ti- me dice con un hilito de voz me besa, en la mejilla y nos perdemos en nuestra mirada sin decir ni una sola palabra. Lo amo mucho y me aterra que cuando nuestras madres se enteren nos alejen.

-mis niños- oigo la voz calmada de mi madre, abro los ojos y veo su sonrisa de oreja a oreja. Me había quedado dormido en el sofa ensima de Dante que también está durmiendo.
Me levanto poco a poco para no despertar a Dante y sigo a mi madre a su habitación.
-me da mucho gusto mi amor- le miro con el corazón en la boca y le pregunto.
-¿el que?-
-que sean asi de amigos... que tengan tanta confianza- me contesta sonriente.
-ejem... si... nos hemos hecho muy unidos- la respondo nerviso ¿sera el mejor momento para decírselo? Pero me aterra que se lo tome mal dios...
-¡Cristian!- oigo la voz de Dante. Salgo a paso ligro de la habitación antes de que Dante me llame como acostumbra llamarme.
-Be...- le pongo ambas manos en la boca y me mira abriendo los ojos como platos.
-esta mi madre en la habitación- susurro. El asiente y aparto las manos de su boca.
Me separo de el cuando siento que mi madre sale de su habitación.
-Hola Angela- dice Dante con una sonrisa de oreja oreja
-Hola Dante... vaya... es mejor que tapes ese chupeton del cuello o tu madre te hara un interrogatorio- dice mi madre entrando en la cocina. Me llevo las manos a la boca mirando el chupeton que me le hice en el cuello anoche sin querer, mientras que el se lleva una mano a su cuello y me mira sonriendo pícaro. Se mira en el espejo del salón y pasa dos dedos por el chupeton con atención sonriéndo. Me mira sin borrar la sonrisa que su rostro y me atrae hacia el rodeandome con sus brazos por la cintura.
-mi niño me ha hecho un chupete...- acerca más su cara que la mía -cada vez estas más atrevido y eso me encanta- me retuerzo despacio para que me suelte pero no lo hace
-Dante mi madre está en la cocina- sigo retorciéndome pero no me suelta -Dante para...- digo riendome
-dame un beso y te suelto...-
-no, primero sueltame-
-bésame-
-no- me retuerzo
-besame-
-Dante...- me quejo.
-bien- me agarra de la nuca y empieza a besarme de manera voraz y salvaje. Pongo mis manos en el pecho, recibiendo el beso gustoso pero oimos que mi madre sale de la cocina y con rapidez nos separamos mirándonos con complicidad.

Después de una comida calmada, mi madre sale a pasar la tarde con Teresa y mi novio y yo a pasarla con nuestros amigos.

Todos sentados en la heladería riéndonos y pasando un buen rato. Dante está sentado a unos metros de mi hablando con sus amigos y yo con Aitana, Rene y Camila. De tanto en tanto nuestra miradas se encuentran y me lanza un beso ho me guiña un ojo según le de. Las mejillas me arden y se ponen rojas cuando hace eso y el lo sabe.

Cuando salimos, al segundo Dante me abraza por la cintura y me besa muy tierno, cuando nos separamos rosa su nariz con la mía.

-por el amor de dios... por las venas os corre sirope- dice Aitana riendose.
-pero cuando estamos solos nos corre de todo menos sirope- murmura mi novio apretando mis nalgas sin que nadie se de cuenta.

Raúl ha decidido abrir el bar para nosotros antes de abrirlo al publico para tomar algo. Cuando entramos cad uno se pide una copa excepto Camila que se pide una tónica y Dante que me pide otra a mi.

-Amor... cuando abra para la gente nos vamos ¿vale?- me dice Dante al oído.
-pero ¿por que? Mama y Teresa trabajan esta noche... quedemonos un ratito-
-no bebe, nos vamos ¿si?- me dice acariendo mi mejilla
-Pero bebe...- me quejo
-Mi amor por favor...- ladea la cabeza y me mira suplicando.
-vale- resoplo con fuerza. Y me da un beso en la mejilla
-te cuidó tontito- me dice en el oído
-Y yo a ti- hago un mohin con los labios y el me da un beso.

Después de medio hora de charla Dante y Raúl empiezan a contar como se conocieron y abro los ojos por la sorpresa.

-claro como yo quería saber quién era el tipo con el que mi novia me estaba poniendo el cuerno, así que le envie un mensaje a ese chico, como si fuera ella, para encontrarnos y poder conocerlo y se apareció este tarao- cuenta Raul
-Para esto yo no sabía que esta chica tenía novio o mejor dicho otro novio. Por que nosotros estábamos de novios y cuando se presentó este, me empezó a reclamar que si "tu eres el otro, que si tal, que si cual" claro no yo entendía nada ¿que otro?- Dante se empieza a reir recordando.
-me contó que ellos ya estaban de novios desde hace un año pero yo estaba con ella desde hace un par de meses. Me enseño pruebas, yo le enseñe las mías, aclaramos todo, cortamos con ella y sin querer nos hicimos amigos-
-estubo llorando una semana- dice Raúl muriéndose de risa -pero conoció a un chico y la pena desaparecio- todos empiezan a reírse incluso yo
-menuda forma de conocer a tu mejor amigo- todos se vuelven a reir, Dante me pasa un brazo por el hombro y me acomodó en su pecho me da un besito en la mejilla y sonrio enredando mis dedos con los suyos. Se acerca a mi y roza su nariz con mi mejilla, adoro que haga eso, por que cuando hace ese gesto es que quiere hacer el amor el llegar a casa "Quiero irme a casa" giro mi cabeza y empieza a besarme con mucha dulzura -Estas muy sexy- susurra rozando nuestros labios, muerde mi labio y tira un poco de el para volver a besarme - y estas tan bueno...- le acaricio la mejilla y le respondo
-Tu tambien- abre los ojos como platos y se rie
-Dios... amo que hayas vuelvo tan atrevido- me da un beso y volvemos a la conversación.

Dos horas después llegamos a casa mi madre y Teresa ya no estaban. Ya se habiendo ido a trabajar y íbamos a estar solos toda la noche.

Nos sentamos en el suda y comenzamos a besarnos. Me pongo encima de su regazo, me carga a los muslos para ir a mi habitación. Nos recortamos en la cama sin dejar se besarnos y me va quitando la ropa poco a poco llenando de besos casa centímetro se mi cuerpo. Se quita la ropa con rapidez y se pone encima de mi colocándose entre mis piernas, sintiendo su dura erección chocar con mi humeda entrada, pasa sus dedos por ella bajando sus besos en mi cuello -estas todo mojado amor... me calientas muchísimo ¿lo notas?- dice restregando su ereccion por mi entrada haciéndome gemir por el sueve placer que da que haga eso. Alinea su mienbro en mi entrada pero lo freno.
"Quiero jugar"

InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora