Capítulo 23

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Al llegar a casa mi padre corre a cambiarse y cuando sale me da un beso en la frente se despide de Dante chocando las manos y sale por la puerta a toda prisa. Me muerdo el labio sin saber que hacer y entro en la habitación nervioso. Dante entra detrás de mi y me abraza por la cintura con cuidado. Me respiración se acelera y mi corazon bombea con fuerza tanto que creo que llega a oírlo. Me gira despacio y empieza a besarme con delicadeza. Me levanta por los muslos sin dejar de besarme y me acuesta en la cama acomodándose entre mis piernas. Va bajando poco a poco por mi cuello dejando besos húmedos en mi piel mientras con su mano mete su mano por debajo de mi camiseta y empieza acariciarme despacio. Baja hasta mi cremallera y sin querer se me escapan unos suspiros -relajate amor mío...- se levanta de la cama y empieza a desnudarme poco a poco con paciencia acariandome con mimo hasta que quede desnudo ante sus ojos brillantes por la lujuria. Coge el lubricante dejándolo alado de mi cabeza y se desnuda con rapidez. Me hace una señal para que me levante, le obedezco y el se sienta al borde de la cama y me dice agarrandome de la cintura -quiero que me montes mi amor- coge el lubricante, pone un poco en todo su miembro y me acerca a el. Me mira a los ojos y hace que me siente sobre su miembro erecto que entra en mi con mucha suavidad. Lo abrazo por el cuello y el me rodea con sus brazos diciéndome al oido -cabalgame muy despacio bebé ¿recuerdas? Soy tu caballito- sonrio mordiendome el labio y contesto.
-Eres mi caballito- sonrio, empiezo a subir y a bajar en su miembro muy despacio provocando en el gemidos muy sutiles. El placer empieza en mi vientre y va se expandiendo por todo mi cuerpo. Me muevo muy despacio y el placer poco a poco va aumentando y sin que pueda evitarlo empiezo a gemir bajito en su oído provovando que sonría satisfecho -¿te gusta despacito mi amor?- me pregunta con la voz ronca excitado al oido, jadeo cegado del gusto y dice -ya veo que si- me abraza con más fuerza y sin soltarme se recuesta en la cama -sera como te gusta- empieza a moverse muy poco a poco con profundidad, jadeo sin parar disfrutando de cada moviendo que hace Dante debajo de mi y apoyo mi cabeza en su pecho apretando las sabanas con mis manos. Intento no gemir pero no pudo aguantarme y lo hago haciendo que Dante me acaricie la espalda con la punta de sus dedos. Probocando que mi piel se erize. Escucho sus jadeos y suspiros en mi oido y el mis gemidos de gozo. Empiezo a sentir un cosquilleo en mi vientre cuando llega a un punto en mi interior que me hace gritar -llegue a tu próstata papi... se que te gusta- Después de unos segundos, Dante llega a su orgasmo abrazándome con fuerza, gruñendo y liberandose en mi interior gimiendo en mi oído y al segundo me dejo ir en un orgasmo exquisito gimiendo en su oído. Pero no puedo parar de venirme. Grito sin parar del gusto y el sigue embistiendome muy despacio, muy despacio. Me viene un orgasmo detrás de otro, no me controlo, no lo controlo, solo no puedo parar de correrme y de gritar agusto pero me estoy empezando asustar
-DANTE...- grito, no puedo parar.

Cuando por fin los orgasmos se detienen abro lo ojos como platos asustado. Dante era consciente de esto. Sabia que nunca lo había sentido y cuando me quedé en silencio se empezó a preocupar -¿estas bien?- me pregunta al ver que no recibía repuesta insistió preocupado -mirame Cristian ¿estas bien?- me agarra del mentón con fuerza obligándome a mirarlo, asiento despacio -Amor necesitó que me contestes- respiro con dificultad pero consigo pronunciar un débil -si- me mira a los ojos preocupado y me dice con voz calida -Amor mio es normal... lo que has sentido es nornal, aveces pasa- me obliga a mirarle -Bebe... lo que has sentido es un orgasmo múltiple, no te asustes- no digo nada -¿te gusto? ¿Te gusto lo que te hice? ¿Lo que sentiste? - si, si me gustó y nunca lo había sentido tan intenso y repetitivo -si- repito muy bajito -¿quieres que lo hagamos siempre así?- asiento despacio y vuelvo a posar la cara en su pecho avergonzado me abraza con fuerza y me recuesta en la cama con suavidad quedándome dormido enseguida.

Me despierto temprano y me sorprendo al estar vestido con pijama y cuando me giro veo que Dante también lo está. Al parecer nos ha vestido en mitad de la noche. Me levanto de la cama, voy a la cocina y comer algo he intento no pensar en lo de anoche, pero no puedo evitarlo, un calor va subiendo en mi interior ¿qué me pasa? Abro el grifo del agua fría y me paso un poco por el cuello para calmarme. Cojo un zumo en la nevera y me siento en la encimera comiéndome una manzana. Cojo mi teléfono y veo varios mensajes y llamadas de Camila. Abro su chat

CAMILA
Cristian ¿cielo como vas ?
Cristian dime que estás bien
Cristian cuéntame cómo ha ido con Dante
Cristian contestame
Joder Cristian contestame
CRISTIAN !!!

CRISTIAN
Cami perdona
Estoy bien

CAMILA
Cristian por dios, ya era hora
¿estas bien?
Cuéntame cómo va todo

CRISTIAN
Estoy bien Cami
Solo que...
Anoche pasó algo

CAMILA
¿Que paso?

CRISTIAN
Cami te lo tengo que
Contar en persona

CAMILA
Por dios Cristian me estás asustando
Otra vez los celos de Dante

CRISTIAN
Si otra vez, pero tranquila Cami que estoy bien.

CAMILA
Madre mia con Dante y sus celos

CRISTIAN
Si pero bueno yas sabes

CAMILA
Entonces ¿qué ha pasado?

CRISTIAN
te contare lo que paso cuando vuelva

CAMILA
¿Pero es grave?

CRISTIAN
Cami estoy bien, de verdad
Sabes que ya estoy acostumbrado

CAMILA
Cariño igualmente esos celos tiene que controlarlos

Me quedo por varios segundos leyendo su último mensaje. Tendria que hablar con el de eso pero ¿cómo? Ademas después de lo anoche... Nunca había sentido tanto es tan poco tiempo. Pero sus celos me deprimen, rubo una pelea con Dante y el otro día si no me meto en medio se peleaba con ese chico otra vez por celos. Me llevo las manos a la cara dejando el teléfono en la encimera mientras caen una cuantas lagrimas por mis mejillas cuando una voz conocida llama mi atención
-Amor mío...- me abraza acariciando mi espalda. Acuna mis mejillas con ambas manos y limpia mis lagrimas con sus pulgares -mi amor ¿qué te pasa? ¿Por qué lloras? - me mira a los ojos y roza mi nariz con la suya para darme un beso en la frente -¿Es por lo de anoche?- Me baja de la encimera con cuidado y coloca sus manos en mi cintura -Me gustó lo de anoche. Y me gustaría que siempre gozes asi conmigo- Me pongo a temblar nervioso sintiendo un calor sofocante y le intento decir
-Dante es que...- me lo pienso mejor y le digo
-me... me voy a vestir... que... salimos esta tarde- el asiente y yo me voy a paso ligero a la habitación, cojo la ropa y me meto en el baño corriendo para meterme en la ducha. Necesito agua fría. Muy muy fría.

Mi padre se despierta y se prepara para llevarnos al aeropuerto. Acomodamos nuestras maletas y las sacamos al salón donde mi padre nos espera con la lleve del coche en la mano.
Ya en el coche, Dante y mi padre no paraban de hablar de fútbol, esta claro que ser del mismo equipo hace amistades más que los años mismos.

Al llegar al aeropuerto, Dante saca su maleta y mi padre saca la mía. Me pasa el brazo por el hombro y los tres caminamos hacia la puerta de embarque. Cuando llegamos mi padre me da un fuerte abrazo y me dice -Se que nos hemos visto poco estos días por mi trabajo hijo pero, me he alegrado de verte y espero que vuelvas que quiero verte mas seguido. A ti también Dante- ambos chocan las manos y Dante le contesta.
-Eso esta claro, nos ha sabido a poco estos dias- mi padre asiente sonriéndole y luego me vuelve a abrazar con fuerza -vuelve hijo- me dice en el oído -si papá, que te hecho mucho de menos- le contesto -Y yo hijo- me dice apenado. Se me parte el corazón verlo así, intentare venir a verlo más seguido.

InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora