Apocalipsis II

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MIRIAM

-¡Centraos en él! ¡Abríos paso a través de los monstruos!-grita Luis desde el cielo mientras acribilla a rayos dorados a los zombies que salieron del agujero en cuanto nos hacercamos al hombre de la armadura negra. Cuando nos oyó llegar, se levantó espada en mano y gritó:

-¡No voy a dejar que esa zorra se salga con la suya!-su grito hizo que me estremeciera-¡Soy Solberino, a las órdenes de Belial, Señor de las Mentiras! ¡Os mataré a todos! ¡Os mataré a todos!

Acto seguido, repugnantes muertos vivientes salieron arrastrándose de la tierra, con su carne descompuesta y sus ojos vacíos. Sus movimientos, mecánicos y sin vida, son increíblemente fuertes. Vienen armados con hachas y espadas.

-¡Acabad con ellos y ponedlos a mis ordénes!-grita el general mientras intercambia golpes de espada con Eire. Esquiva un rayo lanzado por Luis y empuja a Eire para saltar sobre nosotros.-¡Os convertiréis en mis lacayos, escoria humana!

Janet y yo, que nos encontrábamos en la retaguardia para atacar de forma segura, no tenemos tiempo para reaccionar. Solberino levanta la pesada espada sobre su cabeza y se prepara para descargar un golpe letal. Intento hacer que se le escape de entre las manos, pero nopuedo pensar con claridad. Es entonces cuando Sara aparece a su espalda y le clava una de las dagas en la nuca.

El general demoníaco cae sobre una rodilla y grita de dolor. Luis, al que se le ha agotado el hechizo volador, y Carla, corren raudos hacia él para darle el golpe de gracia. Pero Solberino saca la daga de su cuerpo y se la lanza a Carla. Le dá en el hombro y esta cae con un gruñido. Luis desenfunda su pistola para disparar al general a bocajarro en el pecho, pero este grita y una honda de energía oscura nos lanza a todos hacia atrás. Me golpeo contra una columna y siento que se me parte el cuerpo. Algo tibio me resbala por el cuello. Me desmayo mientras veo a Isma situarse frente a Solberino.

...

-¡JAJAJAJAJA! ¡Venid, venid! ¡No os vayáis! ¡Nos estamos divirtiendo!-la chica mira alrededor y su sonrisa maníaca se relaja un poco. Dice con voz suave-Oh... claro, ya me los he cargado a todos...

Está sola en medio del pasillo del segundo piso. Los alumnos la miran a través de las cristaleras que hay en la parte superior de la pared. Encerrados en clase y escuchando ruídos extraños en el pasillo, se subieron a las mesas para intentar averiguar que estaba pasando.

Cuando vieron a la chica de rojo acercarse a los monstruos, le gritaron que corriera. Pero enseguida vieron de lo que era capaz.

Olga ríe otra vez y les manda un beso. Los rostros aterrorizados de los chicos desaparecen en un segundo. Normal que tengan miedo. La chica está totalmente cubierta de sangre, que gotea y forma pequeños charcos en el suelo. Sus ojos rojos resplandecen con locura.

No puede parar ahora. Quiere más. Recorre los pasillos dando saltitos y tarareando una melodía sin sentido. En busca de más monstruos. Más sangre. No sabe lo que le pasa. Solo quiere...  .De repente, se queda quieta en medio del corredor y gira lentamente la cabeza a la vez que la sonrisa psicópata vuelve a formarse en sus labios

-Te estoy escuchando....-le dice al aire entre risas y canturreos.

Está cerca. Siente su respiración agitada. Saborea su miedo. Se acerca al final del pasillo. Sabe que está ahí.

-Ven.-dice de forma infantil.-Vamos a jugar...

Una sombra dobla la esquina y se echa encima de la Hechicera Sangrienta. Antes de que pueda golpearla, le ensarta con la mano por el abdomen y la sangre empieza a salir a chorro y  mancha todavía más su vestido. Lo ha pillado. La sangre empieza a escapérsele entre los labios. Olga se relame ante el final de la presa y se prepara para rematarla.

11ESPÍRITUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora