Cuando se cierra el portal detrás de Olga, ella y sus compañeros se encuentran en un pequeño claro en medio de un bosque de caducifolias. No hay nadie, pero parecen escucharse muchas voces a lo lejos, entremezcladas con el sonido del mar... El cielo está despejado y brillan las estrellas.
Marta, ataviada con su atuendo de batalla, con las brillantes alas desplegadas y la lanza en ristre, les habla con rapidez:
-El resto de los Seranteleis está cerca. Según los informes, contándoos a vosotros, lucharán cerca de 100 personas.
-Ehmm... ¿qué es un Seran..Seranthei?-pregunta Isma.
-Serantel.-le corrige el Arcángel.-Perdón, tendría que habéroslo contado antes.-las voces se van acercando y Marta rebaja el tono de voz.-Es el término angélico con el que se denomina a los que son como vosotros. Humanos unidos a un Espíritu. Los otros ángeles que conocereis probablemente usarán ese término para nombraros.
-Ah, perfecto. Me gusta el nombre. Suena poderoso.-dice Eire entre dientes.
-A mi me suena demasiado a soldado-le susurra molesta Lara.
-Shhh. Ya están aquí.
-¿Quienes?-pregunta Génesis.
Se escucha el susurro y el crujir de las hojas del bosque. Varias personas parecen acercarse al claro. Algunos de los chicos, todos ya preparados para luchar, llevan las manos a sus armas.
Finalmente, de entre los árboles emergen varias figuras de apariencia humana. Cuatro hombres y dos mujeres. Algunos van vestidos con ropajes blancos y holgados, otros llevan armaduras plateadas similares a las de Lara, pero más ligeras. Luis ve varias espadas, un báculo mágico y un arco largo entre las armas de los ángeles. Porque aparte de su equipamiento, su porte regio y la forma reverencial en la que se acercan a Marta no dejan lugar a dudas sobre su naturaleza. Los seis ángeles forman en línea recta delante de Marta y de los sorprendidos adolescentes e hincan la rodilla en tierra, al mismo tiempo que despliegan sus alas de plumas blancas, algo más pequeñas en comparación con los tres pares de alas de Marta.
Todos entonan a coro una especie de juramento en una lengua extraña pero con un tono muy suave y musical. Algunos de los chicos no pueden reprimir sus murmullos de asombro.Marta, que había permanecido impasible desde la aparición de los ángeles hasta el final del juramento, los contempla durante largo rato y finalmente responde con voz seria:
-Levantaos.
Los ángeles se levantan de inmediato. Uno de los hombres, ataviado con una pesada armadura plateada y un gran mandoble de dos manos sale de la fila y se acerca a Marta. Sara se interesa en las facciones del ángel. Es más joven de lo que parecia a simple vista. Lleva el pelo rubio y muy corto, lo cual desentona un poco con su rostro de facciones suaves y algo infantiles. Sus ojos almendrados son de color gris claro, casi blancos. Decide que si todos los ángeles son así va a costarle un poco mantenerse concentrada. Se lo comenta a Eva por lo bajo y las dos ríen discretamente, intentando relajar un poco la tensión. Ni los ángeles ni Marta les prestan atención.
-Informe de la situación.-Los chicos se quedan un poco pasmados con el tono autoritario de Marta. Es como si ella fuese una comandante de alto rango hablando con sus subordinados en un ejército muy bien organizado. Y en cierta manera, así era. Pero nunca había tratado así con ellos. Carla se permite añorar por un momento a su antigua profesora de Educación Física.
Mientras estos pensamientos agitan las mentes de los chicos, el joven ángel de ojos grises habla con voz suave y perfectamente modulada en español, pero Luis detecta un leve acento portugués. Qué versados parecen los ángeles para las lenguas.
-Arcelem, guardián espadachín. Principado. Mentor del grupo 475, con base operativa en la ciudad de Lisboa. Un portal de invocación fue abierto a las doce de la noche en aguas del Atlántico cercanas a la costa portuguesa. Un gran contingente de demonios acuáticos del tipo Tritón de clase C están a puntod e llegar a una playa a pocos metros de aquí y desde la que podrían acceder a la ciudad. El portal fue cerrado hace media hora. Hemos podido confirmar que el número de enemigos se acerca al millar. -La gravedad en el rostro del ángel queda patente con sus últimas palabras.- Lady Gabrielle, necesitamos su ayuda.
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11ESPÍRITUS
FantasiPasó de repente. Sin previo aviso. Una noche, el cielo se llenó de estrellas fugaces. Cayeron sobre la tierra y trajeron las bendiciones de los Espíritus. Chicos y chicas de todo el mundo empiezan a transformarse y a desarrollar poderes más allá del...