Capítulo 28: La pregunta

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CAPÍTULO 28:

Que Amelia quisiera un nuevo comienzo, no significaba que yo lo quisiera... sin pedir algunas respuestas. Y es que, aunque había prometido a Amelia hacerle el favor de dejar lo de Sara a un lado, yo no podía. Simplemente aquella mujer me había tocado ya los... bajos, y hasta que no le hiciera cara yo frente a frente, es que no iba a poder parar. Lo sentía por Amelia, pero es que ya era hasta por mí también.

Aquella mañana, me levanto temprano puesto a que después de lo ocurrido, necesito hablar con Sara. Sé que Amelia me había dicho que solo quería dejarlo todo pasar, que solo quería estar conmigo, un nuevo comienzo; pero yo no podía, no sin respuestas. No sin saber que todo aquello le había pasado a Amelia por culpa de que... queríamos estar juntas. ¿De verdad alguien podía llegar a obsesionarse tanto con una persona como para hacer lo imposible para que esa persona terminara con ella sí o sí? Necesitaba respuestas y las necesitaba ya.

-Luisita, ¿dónde vas tan temprano?

A penas estoy terminando de desayunar, tomando mis cosas para ir al trabajo de Sara para hablar con ella, cuando mamá me pilla.

-Mamá- me pongo rápidamente a pensar- A ningún lado... a dar una vuelta...

-¿Una vuelta? ¿Tan temprano?

-Sí, ¿por? ¿Hay algún problema?

No es que hubiera problemas, pero si que había... indicios para que mamá empezara a sospechar que algo estaba pasando.

-No, nada, hombre- dice mamá enseguida- Es que llevas unos días levantándote temprano, saliendo enseguida de casa... Cuando normalmente solo te levantas temprano cuando tienes que trabajar el día por la mañana...

-Bueno, ¿y que ahora de repente me levante temprano tiene que ser malo?

Ahora iba a resultar que hasta comportarme como debía iba a ser malo.

-No hombre, cariño, es solo que...

-¡Buenos días!

La voz de María nos interrumpe en ese instante, aunque también puede que me salvara un poco. Todo había que decirlo.

-Voy a ayudar a María con una cosa, que es que no quería que nadie la supiera.

-¿Eso es verdad?- María aparece, a lo que mamá le pregunta aquello, confundiendo a María un poco más.

-¿Qué es verdad? -pregunta María mirándonos.

-El paseo- le indico, esperando a que María me pillara la indirecta.

Que tarda en cogerla, la verdad fuera dicha.

-¿Qué paseo?

-Que paseo- vuelvo a insistir- El paseo que me dijiste para ayudarte con esa cosilla...- "como no lo pille, termine pegándole" solo puedo pensar en ese momento, cuando por fin, parece que sí, me entiende.

-Ah, ostras, sí- respiro por fin aliviada- Sí, que... ¿estás listas?

Mamá nos mira a las dos, algo se tiene que oler sí o sí. Después de todo, hablamos de la misma persona que aceptaba nuestras excusas cuando nos pillaba más de un sábado volviendo a casa "mareadas". Si no se olía que algo raro estaba pasando, es que no era la madre que normalmente conozco:

-Sí, vámonos...

Ni dejo hablar a María con mamá, cuando estoy prácticamente estirando de María para llevármela hacia la Plaza de los Frutos y, de esa manera, poder ir a hablar con Sara. Aunque ahora, se me olvidaba, quedaba la charla con María, que no iba a dudar en preguntarme por qué la había sacado de casa de nuestros padres con semejante bulla.

Body Paint- A Luimelia FanFic (COMPLETADA) Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora