Body Paint- A Luimelia FanFic (COMPLETADA) Wattys2020

Capítulo 17: El amor es complicado, ¿vale?

CAPÍTULO 17:

Yo es que sinceramente, no me entiendo.

Había besado a Amelia, dejando que mis acciones hablaran y volvía a estar como el día de la fiesta: otra vez me había tirado dos días sin hablar con Amelia por culpa del beso. De nuevo, me había ido corriendo del lugar tras el beso y sinceramente, si llegados a este punto, Amelia no me mandaba a la mierda, es que estaba demasiado colada por mí, porque hasta yo misma me cansaría de... yo misma.

Aquella mañana, ya que no tenía que trabajar en el Kings, bajo al Asturiano a trabajar con el abuelo. Tenía la cabeza que me iba a estar y sinceramente, mantenerla ocupada con algo que no fuera pensar en lo torpe que estaba siendo con Amelia, era lo mejor. Asique, bajo para ayudar con los desayunos al abuelo cuando pienso si no era mejor simplemente quedarme en la cama viendo Netflix porque no daba en una con los desayunos. Terminaba siempre llevando lo que no era.

El pobre Pelayo, sentía que me iba a mandar a freír espárragos de un momento a otro:

-¿Otra vez, Luisita?- me pregunta tras regresar de la mesa correcta del pedido.

-Lo siento, abuelo, pero es que hoy estoy que no estoy- respondo con sinceridad- lo siento, de verdad. Prometo intentarlo mejor...

-No te preocupes, cariño...- me dice el abuelo- Mientras que los clientes no vengan quejándose por el trato, por mí tranquila; pero dime. ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué es que estás así?

EL abuelo realmente tenía un corazón que no le cabía en el pecho. Sin embargo, contarle al abuelo algo de lo que estaba pasando no es que fuera realmente buena idea. Hasta que no me aclarara yo... mejor que la cosa siguiera siendo lo más anónima posible, sin contar con María, claro esta.

-Nada, abuelo, nada...

Le digo cuando a penas este puede responder, pues a que papá llega:

-Buenos días- se sorprende al verme allí- ¿Qué haces aquí, cariño? Te hacía en casa a esta hora.

-Ya... es que- miro al abuelo, que es el responsable de cubrirme.

-Que quiso venir a ayudarme. Incluso cuando no tenía que hacerlo, Luisita se ofreció- el abuelo me mira, sonríe- Si es que tenemos una niña con demasiado corazón...

-Oi, oi- papá nos mira, se ríe- Que zalamería más dulce hay hoy, ¿no?

Junto con el abuelo, me río con él:

-¿Celoso, papá?- bromeo.

-¿Yo? Que va- este se ríe, acercándose para saludarme con un beso en la frente- Aunque me alegra de que quieras ayudar al abuelo tanto como lo estás haciendo...

-Una que es muy buena...

O quizás que simplemente quería olvidar a una persona con la que no quería encontrarse porque le provocaba nervios y la mataba, cada vez que el destino la ponía en medio de su camino. Como ocurría en ese momento.

Porque sí, es girarme en el Asturiano, cuando veo que Amelia entra por la puerta. Todo mi semblante cambia, aunque poco tiempo. Porque nada más entra, veo que papá se le acerca también.

-Buenos días- dice esta saludando amablemente.

-Buenos días- se adelanta papá- Amelia, ¿verdad? Un placer volver a verte. ¿Qué estás haciendo por estos lugares?

-Pues venía a desayunar- ¿tan lejos?- Que me han dicho que como los churros del asturiano, no hay otro lugar que los prepare de la misma forma.

El abuelo se ríe, cuando Amelia le dice eso directamente a él: