CAPÍTULO 30:
La verdad es que, un día me hubieran dicho que me llegaría a levantar en las manos de mi pareja, recostada sobre su pecho... Nunca me lo hubiera creído. Sobre todo, si me hubieran dicho que me llegaría a levantar en los brazos de una mujer.
Es como si fuera una experiencia nueva. Como si de repente, me levantara y aunque las cosas siguieran de la misma manera, me estaba levantando en un mundo nuevo, en un mundo... mejor. Solo porque me había levantado en los brazos de ella. Solo por eso... Porque me había levantado viendo el amanecer...
Levantado....
El amanecer...
Abro los ojos mejor: la luz de la mañana, el sonido de los pájaros y el agua...
-Mierda- me levanto rápidamente y noto el movimiento de la barca- Mierda, mierda- miro a mi lado- Amelia, Amelia, ¡Amelia!
La empujo con todas mis fuerzas, levantándola rápidamente porque por mucho que habíamos planeado pasar un rato allí en medio... nos habíamos quedado dormidas y ahora, nos iban a pillar allí. En el lío que nos habíamos metido.
-¡Amelia!_ la vuelvo a llamar.
-¿Qué? ¿Qué?
La pobre Amelia la tomo medio dormida aun cuando la llamo. Aunque es recomponerse un poco que como yo, se da enseguida cuenta de que aún estamos en el barco del lago del parque del retiro.
Sus mirada escanea primero el lugar y con el mismo gesto que yo tengo que ese momento, me mira.
-Mierda. Nos hemos quedado dormida.
-Pues sí y nos van a pillar...
-Mierda, Mierda...
Es lo único que llega a decir Amelia cuando enseguida toma los palos de los remos y empieza a acercarnos hacia la orilla.
-¿Por qué no impediste que nos quedáramos dormida?- le reprocho a Amelia mientras nos va acercando a la orilla.
-Luisita, por favor, que ahora mismo no es tiempo de discutir.
-Que nos van a pillar.
-No lo harán, ¿vale?- mira la hora- Aún quedan diez minutos para que abra el parque, ¿vale? Ahora mismo salimos.
-¿Estás segura?
Amelia resopla cuando me mira. Aunque no está mucho tiempo peleándose conmigo. Literalmente porque nada más damos con el barco en la orilla, escuchamos una voz que nos llama a las dos.
-¡EY! ¿Qué hacéis ahí?
Las dos miramos. Es el jardinero del lugar.
-Nos hemos perdido.
No puedo evitar en ese momento, lanzarle una mirada a Amelia de "¿De verdad, tía?" Sin embargo, es que no hace falta. El jardinero no nos cree.
-¿Qué perder ni perder? Salid ahora mismo si no queréis que llame a la policía.
Y antes de que llamen a la policía, Amelia y yo aprovechamos que estamos descalzas y he de decir que aunque no he corrido literalmente desde el instituto y creo yo que los pulmones no me iban a dar; en ese instante corro como si la mismísima muerte me estuviera persiguiendo en ese instante.
Amelia va primera y aunque a penas estamos a mitad del paseo de las estatuas, veo como gira su mirada mientras va corriendo y se ríe. Amelia se ríe de la situación, de todo esto y, aunque la verdad es que no entiendo que tiene todo aquello de divertido o alegre, la verdad es que la risa termina contagiándose. Es como si volviera a tener doce años, como si volviera a sentir esa adrenalina que sentía cuando hacía una travesura con María en la Plaza y corríamos para que no nos pillaran. O como cuando tenía seis años y me había quedado toda la noche en el cuarto de María, viendo películas y comiendo todas las golosinas que había preparado mamá para mi cumpleaños al día siguiente. Sentía esa misma adrenalina, solo que esta vez, era especial porque estaba con Amelia.
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Body Paint- A Luimelia FanFic (COMPLETADA) Wattys2020
Fanfiction"La piel es el único lienzo en el que el arte se vuelve la belleza verdadera" "Nuestro cuerpo es una obra maestra que merece ser enseñada, ¿por qué guardar lo que más bello que el mundo nos entrega?" Fueron las primeras palabras que Amelia Ledesma l...