Capítulo 40: El de la mini-enseñanza

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CAPÍTULO 40:

Tendida sobre el colchón hinchable que Amelia había sacado, solo con la ropa interior, la verdad es que siento nervios cuando veo el cuerpo de Amelia sobre mí. La última vez, yo estaba desnuda y Amelia estaba vestida. Esta vez, las dos estábamos digamos que, en las mismas condiciones: ropa interior. Aunque era yo la que estaba nerviosa y Amelia la que tenía el mando tomado.

-¿Preparada?- me pregunta.

-No- río- Esto es muy raro, ¿sabes?- tenia que reírme.

-Bueno, eres tú la que quería sentirse segura cuando estuviéramos las dos juntas, ¿no?- asiento, aunque con vergüenza- Bueno, pues piensa esto como... en una especie de entrenamiento. De igual a igual, ¿no?

-¿Y la nutella?- Amelia la mira y se ríe.

-Ya... Bueno, he sacado el colchón para ello- río de nuevo- Aunque... si quieres... te puedo enseñar de otra manera...

-Sï, por favor....

-Ya...-Amelia resopla- dejándolo a un lado- Creo que es mejor si lo hacemos a la antigua usanza, ¿no crees?- responde- Además, así no ponemos todo perdido de Nutella..- me río, aunque me viene una cuestión.

-¿Antigua usanza?

-Así...

Amelia se acerca sobre mí, una mano en cada lado de mi cabeza para apoyarse, cuando me besa. Mis manos sobre sus muslos la aprietan. La escucho reír, y cuando abro mis beso, la veo avanzar en su lección:

-Prácticamente, es en conocer ya el tacto de la otra persona hasta que te sea tan familiar como el tuyo- sus manos se apoyan en mis hombros, bajando lentamente- Así...

Mi mirada se aparta de ella hacia sus manos, que van bajando hacia mis clavículas, donde con las yemas de los dedos, dibuja pequeños senderos sobre ellos antes de continuar. Ahora, con sus manos, llega a mi pecho. La miro.

-¿Todo bien?- pregunta, asiento.

Me besa cuando siento sus manos apretando con fuerzas por un momento... y me gusta, la verdad. Me encanta, ¿para qué mentir? Un simple gesto que me ha hecho soltar un gemido de aquella manera... Increíble.

Toma entonces mis manos, ella traza el camino. Lentamente por la curva de su cuerpo, poco a poco, hacia arriba, hasta que toco su vientre. La miro:

-Un cuerpo, tal y como el tuyo- dice con un suave murmuro mientras me mira- Somos mujeres, ¿no? Ya tenemos algo de ventaja en este mundo: sabemos lo que nos gusta mejor que nadie.

Agarrándome de sus manos, sube a su pecho y tal como me ha hecho a mí, ella lo hace con mis manos y su cuerpo. Ella gime, yo dejo escapar el aire lentamente de mis pulmones. La miro y de repente, me siento en trace mientras que volvemos a besarnos. Solo que esta vez, la cosa va a más y de repente, siento como si fuera la respuesta de mi cuerpo a todo aquello.

La rodeo con mi brazo y sin soltar el beso, me vuelvo con ella. Amelia cae en el colchon, yo encima de ella; mientras que los besos y las caricias siguen toda la noche.

A la mañana siguiente, cuando abro los ojos, no sé por qué, pero siento un extraño dejavú. Como si hubiera vivido ya el momento, nunca mejor dicho. La cama, la habitación, la sensación. Todo era lo mismo, nada había cambiado.

Bueno, nada no.

Porque ahora, cuando me vuelvo hacia mi lado, Amelia está allí tendida, a mi lado. Durmiendo placenteramente, con una bella sonrisa que también termina transmitiéndose a mí.

La noche anterior había sido genial. Hablamos, jugamos un poco y en cierta manera, como Amelia ya había dicho, conocí su cuerpo mejor. No lo hicimos, pero si que con aquel estúpido juego de la Nutella, me ayudó a conocer su cuerpo mejor. Su cuello, su mano, sus labios... y la verdad es que fue una sensación increíble.

Body Paint- A Luimelia FanFic (COMPLETADA) Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora