CAPÍTULO 46:
Volvemos a Madrid en los coches separados. Amelia se había llevado el suyo y yo con el de María, iba detrás de ella en la carretera. Y la verdad era que, después de todo lo sucedido y todo lo que iba a pasar aquel día en casa; se lo agradecía.
Durante todo el viaje, no paro de pensar en lo que podría pasar aquel día. No había hablado con papá y mamá lo suficiente para saber como se sentían con lo de Amelia y yo. Por lo que me podría encontrar mil situaciones con ellos. Suficiente había sido con que hubieran aceptado vernos todos en el Asturiano, incluidos Ignacio y Quintero para que hablaran con Amelia del tema; como para que aceptaran defender también a Amelia con el padre. Que esa era también otra.
¿Qué iba a pasar aquel día con el señor Ledesma?
Prácticamente de todo.
Este era policía, un alto rango y todo el mundo sabemos que aunque hay que tener fé en el poder, muchas veces, el poder está corrupto y por lo que me había comentado Amelia sobre su padre; ¿quién me decía que aquel día no podía terminar entre rejas? Sinceramente, ni teniendo a Sebas como su ayudante esperaba que nos salváramos de salir de allí bien paradas.
Solo podíamos esperar y digamos que ver a lo que nos llevaba todo aquello.
El viaje a casa se me hace muy corto. Literalmente, cuanto más deseaba tardar, menos tiempo me indicaba el GPS que me quedaba para llegar. Era como una guerra contra el tiempo, pero en vez de querer que pasara más rápido, pasaba más lento.
Sin embargo, es llegar a la Plaza de los Frutos, que mi pensamiento cambia rápidamente y cuando me reúno con Amelia, mi atención y pensamiento está en ella, que está nerviosa a más no poder.
-¿Estás bien?- le susurro una vez allí.
-Supongo...- responde esta- Siempre me pone así cada vez que lo tengo que ver.
-Bueno, pues ahora recuerda que no estás sola, ¿vale? Que estoy contigo y estoy segura al cien por cien que los Gómez estarán también contigo.
Amelia sonríe. Sus ojos brillan al mirarme y aunque no quiero ser gafe; en mi mente, empiezo a rezar porque esto salga bien.
Cuando llego, todo el mundo está allí. Amelia debe de estar nerviosa; pero cuando veo que mamá y papá están allí, junto con María y Marina también; soy yo la que se pone más nerviosa.
-Allí vienen...-escucho primero a María decir, que es la que primero se acerca para saludarnos a las dos- Chicas, hola.
-Hey, María- la saludo, cuando veo que Marina también se acerca.
-Hey...- marina nos saluda a las dos- ¿Cómo estáis?
Miro a Amelia, esperando su respuesta:
-Nerviosa... pero decidida.
Sonrío, aunque esa sonrisa dura poco cuando veo a mamá y a papá acercarse. La tensión que se acumula en ese momento, es impresionante. Los dos tienen el semblante serio, pero ahora, la situación parece distinta. No se notan tan... "severos"?
-Hola- les digo nerviosa.
María me mira, aunque no dice nada.
-Ignacio y Quintero están dentro...- papá solo dice, cuando se gira a Amelia- Sería mejor que hablaras con ellos antes de que llegara tu padre.
Amelia se queda callada y asiente. Creo que la tensión de todos en aquel momento hace que ninguna pueda hablar, si soy sincera.
El caso es que marchándose Amelia, voy a seguirla, cuando mamá me toma de la mano y me para antes de dar si quiera un paso. La miro, quiere hablar.
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Body Paint- A Luimelia FanFic (COMPLETADA) Wattys2020
Fanfiction"La piel es el único lienzo en el que el arte se vuelve la belleza verdadera" "Nuestro cuerpo es una obra maestra que merece ser enseñada, ¿por qué guardar lo que más bello que el mundo nos entrega?" Fueron las primeras palabras que Amelia Ledesma l...