Capítulo 35: Como la lotería

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CAPÍTULO 35:

A la mañana siguiente, hasta yo tengo que admitir que estoy "espesa". Estoy desayunando con mamá, que tiene el día libre, pero estoy en todos lados, menos en lo que debería de estar en ese instante. Hasta el momento en el que mamá lo empieza a notar y desgraciadamente, me llama la atención sobre ello.

-Luisita, Luisita, hija, ¿me escuchas o estoy hablando con la pared?

-¿Qué? Oh, sí- miento, para qué negarlo- Es que... hoy me he levantado un poco espesa, la verdad- bromeo con mamá, que me mira confusa- No es nada.

-¿Segura?

-Segura- asiento, aunque ya que estábamos- ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Supongo, cariño. ¿Qué te pasa?

Respiro con fuerzas. ¿Cómo preguntarle sobre Amelia, para que me diera consejo, si ni siquiera podía decirle la mitad de lo que me pasaba? Era como un problema, sin serlo realmente, si es que eso tiene algo de sentido.

-Tu... ¿Cómo era la relación tuya con el abuelo?

-¿Con tu abuelo...?

-No con el padre de papá- corro a aclarar- Quiero decir... con tu padre. ¿Cómo fue la relación que tuvo él con papá?

Mamá se queda callada, solo me mira. Sé que no ha sido la mejor manera de preguntar sobre el tema, pero era como me había salido en ese momento.

-¿A qué viene esa pregunta ahora?

-A nada- respondo- Es que... me ha entrado curiosidad, nada más- respondo, pensando sin embargo algo rápidamente- Es que, nunca hablas de tu padre. Siempre dice papá lo que pasó cuando empezasteis a salir, pero nunca lo dices...

-Mi versión- mamá lo pilla enseguida- Pues... digamos que mi padre estaba chapado a la antigua, ¿para qué negarlo?- explica mamá entonces- Éramos seis hijos en total. Los dos que murieron, tus tía, las que viven en Alemania, tu tío José y yo, que fui la última en nacer y digamos que papá... me tenía dedicado mi labor para cuidarme...

-Cosa que no hiciste- mamá asiente.

-Conocí a tu padre y bueno... digamos que hizo lo imposible por impedirme ir con tu padre y hacer mi vida- mamá sonríe con una sonrisa triste- Pero eso son los padres antiguos, cariños. Padres que tenían una mentalidad a veces horribles...

-¿y crees que los padres influirían en sus hijos?

Era una teoría muy loca, pero que últimamente, con lo que le pasaba a Amelia, había acudido a mi mente muy de seguido.

Mamá me observa cuando le digo eso:

-Cariño, ¿tiene que ver estas preguntas por tus padres? Porque si es así...

-No, o es eso... Es simplemente que...- resoplo con fuerzas- Es Amelia- intento contarle el tema lo mejor que puedo- No puedo contarte mucho de ella, porque no quiero que me llame cotilla- respondo sincera- Pero sé que le pasó algo con el padre y...

-¿No quiere decírtelo?- le asiento- Bueno, eso es normal, cariño. Los padres no nacen sabiendo, crecen también con sus hijos. Unos los hacen bien, otros lo hacen mal, influyendo negativamente en sus hijos.

-¿pero tan malo puede ser un padre para crearle mal a un hijo?

Yo la verdad es que había tenido suerte. Aunque mis padres habían muerto hacía tiempo, había tenido suerte con Manolita y Marcelino acogiéndome y haciéndome una Gómez más. Sin embargo, cuando me ponía uniendo la información de Amelia, sentía que ¿de verdad los padres podrían ser tan horribles?

Body Paint- A Luimelia FanFic (COMPLETADA) Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora