Capítulo XXIX

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C A P Í T U L O      2      9

Camino de regreso al grupo con Chris, y Robert está tenso por decir lo menos posible. Chris está muy fuera de sí. La diferencia entre ser dos mil dólares más rico o más pobre depende de una carrera de cinco minutos contra el engendro de Satanás.

Antes de llegar al grupo, Chris tira de mi mano y nos detiene: —Necesito un minuto con Scarlett. Díganles a todos lo que está pasando y estaremos allí pronto —le dice Chris a Robert, quien asiente y regresa al grupo.

Él suelta mi mano y me mira con una... ¿expresión de culpabilidad? Nunca lo había visto con una mirada culpable antes. La diferencia en todo su comportamiento es notablemente obvio ahora que estamos en privado, y me olvido de cómo él actúa de manera diferente conmigo que con todos los demás. Él tiene la guardia baja, dejándome leer sus emociones, que es notablemente diferente en comparación con el Chris cauteloso, estoico e impasible que estaba justo ahora frente a los Silvers.

Esto es real. Este es Chris. Se siente lo suficientemente cómodo a mi alrededor como para bajar la guardia y dejarme entrar. ¿Y la parte aterradora al respecto? Ni siquiera estoy segura de si él sabe conscientemente que lo está haciendo.

—¿Estás enojada conmigo? —pregunta suavemente.

—No estoy enojada, pero dos mil dólares es mucho dinero, ¡Chris! Ese es dinero que podrías usar para la universidad o tus hermanos o...

—No, eso no —él me dice—. Quiero decir que rompí mi promesa.

Me congelo, finalmente registrando lo que quiere decir y porqué parece culpable.

—Te dije que no pelearía y casi causé un alboroto de todos modos. Yo solo... él solo... tenía que hacerlo.

No puedo. No puedo manejar esto. Si se vuelve más asombroso, mi corazón explotará. Mi cuerpo se mueve por sí solo y me acerco a él.

—Por supuesto que no estoy enojada contigo —respondo honestamente—. No necesito conocer todos los detalles para saber que se lo merecía.

—El padre de Ryan es mi padrastro, y él es mi hermanastro. Lo odio, pero probablemente ya lo has adivinado.

En el fondo lo sabía, pero pensé que si no lo reconocía no tendría que ser cierto, como si cuando ignoras algo lo suficiente, simplemente desaparecerá. La idea de que Chris tenga que lidiar con un monstruo como Ryan porque su madre se casó con el padre de Ryan cuando eran niños me da pena por él. Asiento, sin romper el contacto visual con él, sin dejarlo ir.

Especialmente no quiero pensar en su historia o en lo que Ryan quiso decir cuando dijo que los hombres de su familia son conocidos por "golpear" a Chris. No quiero reconocer el posible doble significado y lo que eso significaría sobre su infancia. No quiero pensar en el hecho de que el padre de Ryan, Greg, está en la cárcel, y las posibles atrocidades que un joven Chris habría tenido que enfrentar para convertirlo en el hombre estoico y cauteloso que es hoy. Simplemente duele demasiado pensar en eso.

Ella está conmigo © - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora