Capítulo XV

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Ya llegó por quien lloraban...






C A P Í T U L O    1 5


Ya que solo pude comer la mitad de mi sándwich de Nutella en el almuerzo (estúpido Robert), tomo mi billetera y me dirijo a la cola de la cafetería para comprar algo.

Para ser justos, él me ofreció su almuerzo pero no acepté debido a que no era paga suficiente como para comer su lamentable excusa de una almuerzo.

¿En serio? ¿Salsa de tomate que apresuradamente golpeó entre dos tostadas? Casi no lo culpo por haberme robado la mitad de la boca para hacerse un bocadillo de Nutella.

Casi.

Robert vino conmigo en la fila para hacerme compañía: —¿Estás segura de que no quieres mi sandwich?

Le doy una mirada incrédula.

—¿Qué? Tenía prisa, ¿sí? —se defiende, cruzando los brazos—. Y nadie había ido de compras ultimamente.

Ordeno deliciosas alitas de pollo y me dirijo a la caja registradora. Robert se ofrece a pagar pero lo ahuyento.

No se alteren, Robert dijo que el helado estaría pagado por él desúés de la escuela, y ya tengo mi mente puesta en el cono más grande con la mayor cantidad de bolas y coberturas. Sunrise, Brie, Sebastian, e incluso todos los demás se invitanton, sin dejar pasar la oportunidadde un helado gratis. Robert aprenderá por las malas que no debe molestar con la comida a una chica.

Caminamos de regreso a la mesa y cuando me siento en mi lugar, alguien me golpea bruscamente desde un lado, haciendo que me siente inconcientemente y tropezando en el proceso. Miro impotente mientras mis alitas de pollo caen al suelo.

The. Fuck.

Aparté la mirada de mi almuerzo en el piso y la puse en mi asiento ahora ocupado por alguien más.

Sentada donde antes estaba entre Robert y Brie, está una Barbie del infierno de cabello rubio platino y ojos azules.

Blake mira a Brie, a la que ahora está sentada, y se burla: —¿Quién invitó a la basura a sentarse con nosotros?

El resto de la mesa todavía tiene expresiones de sorpresa, todos menos Chris. Él tiene una expresión en blanco, libre de cualquier emoción. Aún estoy allí mirando a Blake, que saca su agua de limón como si fuera cualquier otro día, paso a mirar mis alitas de pollo en el suelo y viceversa.

Brie no es realmente una chica de confrontación, por lo que simplemente frunce el ceño ante el comentario basura y me mira.

Ella comienza a ponerse de pie lentamente, cuando Sebastian la agarra de la muñeca y la obliga a quedarse donde está.

—¿Qué crees que estás haciendo? —le gruñe a Blake.

—Pues, disfrutando mi almuerzo con mis amigos —dice ella como si fuera la respuesta más obvia del mundo.

—¿Qué mierda? No somos tus—Robert se interrumpe cuando Blake ve a su segunda al mando, Makayla, y le grita desde el otro lado de la cafetería para que venga a donde estamos.

Y yo sigo como estúpida parada allí, tratando de comprenderlo que está pasando. ¿Realmente me robó el asiento mientras intentaba sentarme, me hizo arrojar mis deliciosas alitas de pollo y ni siquiera me reconoció?

Makayla llega a la mesa y Blake mira hacia atrás en donde está Brie, para burlarse de ella: —Uf, ¿sigues aquí? Pensé que sabías que la gente como tú no se sientan con la realeza. Así que muévete, campesina.

Ella está conmigo © - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora