Descubriendo el amor.

Somos un matrimonio.

NOTA: GRACIAS INFINITAS POR LA ACEPTACIÓN Y CARIÑO A ESTA HISTORIA. LOS AMO CON TODO MI CORAZÓN. 

La reunión con el amigo de Haroldo había comenzado, Angie y Dennis llegaron a un edificio de bienes raíces donde los ayudarían adaptar todo para la nueva empresa. Ambos habían ido a las instalaciones, era mucho más pequeña que la de Honduras pero por algo se comenzaba, tenían que lograr posicionarla desde abajo y eso implicaba demasiadas horas de trabajo y dedicación. Angie había estudiado administración de empresas por lo que era lógico que ya estuviera preparada y con estrategias para comenzar, Dennis por otro lado no dejaba de ver hacia la puerta se le notaba su aburrición.

-Bueno Srita Angie, ¿hay algo más en lo que le podamos ayudar?

La srita preguntó amablemente.

-Sí quiero que me recomienden una agencia para contratar personal, necesitaremos trabajadores de confianza si queremos echar andar este proyecto lo más pronto posible.

-Perfecto, le haremos una cita con una empresa con la que trabajamos siempre, les van ayudar a resolver sus problemas en cuanto a las vacantes.

-Muchísimas gracias- Angie respondió contenta, hoy había hecho grandes progresos.

Dennis prácticamente arrastró a Angie fuera de la oficina.

-Angie por Dios pensé que nunca acabaríamos-

-¿Acabaríamos?- Angie lo miró molesta- No hiciste nada, Dennis y tu hermano prometió que ayudarías.

-Y lo hice, me levanté temprano y te desperté porque déjame decirte querida esposa que se te pegan las sabanas- él la estaba molestando.

-Callate wirro o te voz a zampar- ella advirtió y Denis comenzó a reírse.

-Mejor vamos a comer algo, ¿quieres?

-Vamos pues, pero no conozco aquí.

-Yo sí, iremos a un lugar muy bonito.

Dennis pidió un Uber y se fueron a comer. Hizo nota mental para hablar con Angie acerca de conseguir un coche.

                                                                                      -o-

-Si te aburren tanto estas cosas, yo entiendo- Angie dijo- No es necesario que me acompañes a todos lados.

-Bueno pero te me vas a perder en esta ciudad niña- Dennis la miró confundido- Además soy tu esposo ahora, estaré para ti en cualquier cosa por más aburrido que sea.

Angie sonrió.

Era un restaurante italiano y pronto comenzaron a comer.

-Has hablado que conoces México porque viviste aquí por un tiempo pero, ¿Por qué lo dejaste? ¿Qué pasó?

Dennis se movió incómodo en su silla, no estaba listo para hablar de esa experiencia que le costó mucho superar, hablar de ella. No gracias.

-Mi hermano vino a estudiar una maestría y yo lo acompañé, trabajé en varios lugares y asistí a cursos de actuación y canto, conocí gente e hice amigos.

Angie le sonrió.

-Bueno tal vez deberías llamarlos ahora que estás aquí, puedes seguir en cursos o salir con ellos sin ningún problema Dennis.

-Tengo dos amigos que están en diferentes obras musicales deberíamos ir alguna vez. Él dijo entusiasmado.

Angie negó la cabeza.