Pedazos

612 88 7
                                    


"The thrill of the kill you feel, is a sin"







Si quería dar ese paso necesitaba calmarse. Necesitaba volver a la sonrisa brillando las horas y la dedicación a su higiene personal, a la pulcritud excesiva porque era necesaria, porque él era una joya y debía sobresalir, debía siempre sobresalir. Pero pensar tan sólo en eso le hacía querer romper un par de cristales, aplastar un par de cosas. Necesitaba calmarse, sonreír. Estirarse en esa gracia estudiada frente al espejo, guardar el tono de su voz entre lo enérgico y lo seductor, equilibrarse porque estaba caminando en la misma cuerda floja que podía o romperse o salvarlo según interpretara su papel. 


-Hola- Las chicas giraron la cabeza con tanta rapidez que Tengen casi pudo jurar escuchó sus cuellos tronar, con los ojos abiertos  y brillantes como cuentas de bisutería- ¿No deberían estar yendo a sus clases?-


-Sí, pero tenemos gimnasia y usted está en la entrada del vestuario- dijo una de ellas, la más sonrojada. Deseosa de ser notada, leyó fácilmente el adulto con una sonrisa, mirándola directo a los ojos. La vio doblar las rodillas, sujetándose el pecho y su sonrisa no hizo sino acrecentarse, dándose el valor para sujetar su hombro.


-Lo siento, sí, tienes razón, creo que estoy un poco nervioso ¿Sabes?- se pasó la mano por la nuca, encogiéndose de hombros, agachando lo preciso la cabeza para lucir apenado sin que el cabello le cubriera el rostro- como profesor tengo ciertas responsabilidades, pero al ser el profesor de artes creo que me tocan las más extravagantes- sonrió,  de nuevo con la mano en la cabeza, inclinado. La risilla de la chica le dijo que estaba yendo por buen camino- no quiero aburrirlas con mi trágica historia pero en realidad necesito un poco de ayuda-


-Está bien, puede decirnos- la otra muchacha se apuró a decir, intentando lucir madura y comprensiva. Tengen carraspeó, alargó la boca, ladeó el rostro. Buscando palabras que llevaba desde la tarde anterior edificando en frases, perfectamente ensambladas.


-Verán, este día me toca enseñarles a mis alumnos sobre fotografía, pero debe ser en ciertas condiciones y eh, hoy tocan  modelos femeninos. Sé que suena extraño, quizá un poco siniestro pero mis alumnos propusieron que la modelo sea una chica de su clase, Nezuko Kamado, ya he hablado con su hermano, Tanjirou, y le he pedido permiso al director. Pero justo ahora me estoy acobardando un poco- se rió, los hombros debían estar abajo, la vista pegada al suelo ¿Podría fingir un poco de sonrojo? Quizá si no respiraba esos segundos- Sé que es algo incómodo y demasiado molesto lo que estoy diciendo, pero, ya que les prometí a mis alumnos que tomaríamos a esta chica como modelo no me gustaría faltar a mi palabra- 


-Creo que no estoy entendiendo- susurró una de ellas, mirándolo con una chispa de suspicacia-¿Quiere que fotografiemos a una de nuestras compañeras mientras se está cambiando?-

Rojo CerezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora