Capítulo Dieciocho. 1/3

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Hola :D

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Sus manos me sostienen de la cintura y mis piernas lo rodean mientras mis brazos arañan sus hombros.

Un gemido se me escapa cuando muerde un punto sensible en mi cuello. La verdad es que muchos gemidos se me escapan considerando que cierta parte de su anatomía se encuentra haciendo cosas maravillosas dentro de mi.

Llevo una mano hacia atrás para buscar apoyo en algún mueble pero no encuentro nada así que tomo su cuello y lo atraigo para un beso.

Su boca se abre para mi y eso me encanta, cuando deja salir el aire de esa forma es un indicador de lo cerca que está.

Y bueno, llevo dos orgasmos en lo que va de esta carrera así que mi chico alemán se lo merece completamente.

—Vamos, bebé, dámelo— susurro en su oído.

Miro directamente a sus ojos, azules como el mar, junto su frente con la mía y así mismo nuestras narices. Sus movimientos se hacen más lentos y a la vez duros hasta que deja de moverse y desvía su rostro para morder mi hombro.

Una risita de victoria se me escapa y beso su mejilla.

—Creo que viajar contigo es algo a lo que podría acostumbrarme— susurro.

—Esa promesa es demasiado peligrosa ¿Te das cuenta?

Besa mis labios y sale de mi. Nuestros pechos suben y bajan intentando recuperar el aire perdido.

—Me doy cuenta— admito.

—¿Vamos por un baño?

Asiento y me deja sobre mis pies. Tengo las piernas como lana y me cuesta caminar pero hago un esfuerzo.

—¿Entonces mañana me llevarás?— hago una cara tierna cuando voltea a verme.

—Solo si quieres ir.

—Mira, llevo un poco más de un mes siendo tu novia y creo que hasta este punto quiero compartir lo más que pueda contigo.

—Se que no te gusta esto y no lo entiendes, Apple.

—Eso no significa que no quiera apoyarte, bebé— me acerco y dejo un corto beso en sus labios— además quiero conocer un poco más de Rusia.

—Entonces saldremos hoy ¿Te parece?

—Me parece perfecto.

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—Si, Rusia es lindo— le digo al celular mientras Die compra comida.

Apple, ten cuidado por favor.

—Tranquilo, Matty, estoy bien y se defenderme, lo sabes.

Suspira y puedo imaginarlo asintiendo.

¿Quiero conocer a ese tal Die? Digo, es algo realmente serio ¿No?

—Así es, es un chico maravilloso.

¿Estás enamorada, manzanita?

—¿Qué?— alejo mis ojos del chico alemán para mirar por la ventana— ¿Cómo podría saberlo?

Bueno, simplemente lo sabes.

—Deberías hacer unas charlas, eres excelente dando consejos.

Lo sé, pero no hablamos de eso.

—No sabría decir si estoy enamorada— muerdo mi labio y susurro— pero sí sé que me gusta estar con él, se siente bien.

Racing With You. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora