Capítulo Treinta y siete.

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*No me hago responsable por el exceso de azúcar en este capítulo*

Apple

—Tu— lo apunto y entrecierro los ojos— eres totalmente un niño rico.

—Lo soy pero esto no es para nada mío.

Miro todo alrededor y me maravillo nuevamente con la vista. Ella está patinando sobre el río desde que llegamos.

—Tu hermana parece amar esto.

—Veníamos mucho con el abuelo. Esta era su casa de verano— se ríe y acomoda mi gorro— raro que siempre venimos en invierno.

—No me parece nada de raro considerando la hermosa vista.

—Es realmente hermosa— me sonrojo al notar que me está mirando— adorable también.

—Sé que soy hermosa pero hablo del paisaje ¿Cómo es que todo lo blanco puede provocar mucha alegría verlo?

—Digamos que es solo la magia del lugar.

—Estoy impactada, de verdad. Oye ¿Dijiste que vendría más familia?

—Si, algunos primos, tíos y amigos de la familia.

—Por favor, no le vayas diciendo a cada persona que estoy embarazada ¿Si?

—Trato, pero insisto que no tiene nada de malo.

—No lo tiene pero me aburre que las personas crean que estoy enferma.

—Bien, no le diremos a nadie, ahora— me gira para quedar frente a frente— parece que tienes frío. 

—No tengo frío, estoy muy bien abrigada ¿De qué hablas? Tu mismo me obligaste a usar más de una camiseta y los guantes.

Veo como abre su abrigo y entiendo la indirecta. Resoplo y me apego a él metiendo mis brazos dentro de su abrigo.

—Te dije que tenías frío.

—Eres muy considerado.

Ella se cae en el hielo pero en vez de quejarse solo se escucha su risa.

Sonrío al imaginar a dos pequeños idénticos sobre patines. Me gusta la idea.

~~~

La familia de Die aún no llega por completo. Conocí a algunos primos y una de sus tías. Son un poco peculiares.

Muy diferentes a la madre de Die, diría que muy reservadas. Por cierto, Marlene ya no me mira como si quisiera sacar mis ojos. Se le nota incómoda pero dudo que sea por mi culpa.

—Las hermanas de Blaz no me aceptan mucho.

Mi suegra dice de la nada como si leyera mis pensamientos. Llevamos un buen rato en la cocina, ella lava los platos mientras yo los seco con un paño. Presto atención a lo que dice, no es la mejor con el inglés pero le entiendo y eso es lo que importa.

—¿Cómo así?

—Soy una terapeuta sexual— mira hacia atrás para asegurarse que nadie está cerca— cuando se enteraron que tenía un...

Dice algo en alemán pero no logro entender hasta que apunta su entrepierna y hace un gesto. Me queda claro enseguida.

—¿Consolador? ¿Vibrador?

—Consolador.— se ríe traviesa— Cuando se enteraron de que tenía uno querían que Blaz me dejara por ir en contra de las buenas costumbres.

—Ni que lo diga, tengo una tía que es igual o peor— hago una mueca— siempre he sido partidaria de que una mujer debe experimentar mucho en esta vida pero ella no estaba del todo contenta con eso. Me castigó muchas veces.

Racing With You. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora