Capítulo Veintinueve.

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—¿Deshidratación?— Die pregunta a mi lado.

—Si, es un caso leve, por suerte— la enfermera termina de poner el suero al lado de la cama, la veo con un solo ojo— de todas formas hicimos unos exámenes de sangre para descartar otro tipo de enfermedades. Si todo sale bien podrán irse en unas tres horas.

—Eso es bueno.

Quito el brazo de mis ojos para ver a Die. Sonó un poco decepcionado y eso me preocupa.

La enfermera sale después de despedirse. Me sigo sintiendo como la mierda pero no me queda de otra más que esperar a que el suero haga efecto en mi cuerpo.

—Bebé— lo llamo.

—¿Qué?

—¿Por qué tienes esa cara?

—¿Qué cara?

—Te ves desanimado.

—No es nada— sonríe pero no llega a sus ojos— descansa, estaré aquí por si me necesitas.

No digo nada más.

Sé que es lo que pasa por la mente de Die y debo decir que me aterra. No hay forma en que Apple Holliday se convierta en madre, no ahora y no en el futuro.

La sola idea me pone más enferma. No sirvo para eso y gracias al cielo que no es el caso.

Aunque cada vez que veo al chico a mi lado me entra un poco la emoción de crear una familia juntos.

—Lo siento, Die.

Me mira extrañado pero su teléfono lo interrumpe.

—Es Hakan ¿Quieres que salga?

—No, me gustaría hablar con él.

—Hola, hermano— saluda a la cámara— que milagro que te acuerdas de tu mejor amigo.

Tu también tienes mi número— Hakan parece tener más barba— hola, Apple.

—Hola chico por el cual Die me dejaría.

Que conste que él me dejó por ti— los tres reímos— ¿Están en el hospital?

—Si, Apple se sintió mal esta mañana y tuvimos que venir de emergencia.

Espero que te mejores, Apple.

—Gracias ¿Cómo va Turquía?

Igual que siempre, no creo que me quede mucho por aquí.

—¿Vas al matrimonio de Malcom?— pregunto acercándome más a Die.

Mi novio me da una mala mirada por moverme, solo ruedo los ojos y vuelvo a mirar la pantalla del celular.

No me lo perdería por nada en el mundo.

—Nos vemos allá entonces.

¿Cuando se van a Alemania?

—Enero.

Quiero ir a visitar a Marlene.

—Sabes que las puertas de mi casa están abiertas, eres parte de la familia, Hakan.

Lo sé. Bien, no les quito más tiempo, solo llamaba para saber cómo estaban, cuídense.

—Tu igual, Hakan.

—Te amo— dice Die para molestarlo.

Oh, también te amo, mi corazón.

—No saben lo emocionada que estoy de hacer un trío con ustedes.

Racing With You. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora