Capítulo Cuarenta. 3/3

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OMG capítulo cuarenta ya, me desmayo.

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—Me impresiona lo mucho que te pareces a tu padre cuando lo conocí.

—Los genes Holliday son así— Harry se encoge de hombros restándole importancia— supongo que debo parecerme, al fin y al cabo es mi padre.

—¿Cómo está él?— hay brillo en los ojos de Rachel.

—Viejo.

—Me imagino— se ríe— escuché que ha hecho bastantes conexiones con la mafia italiana y china. Al parecer Rojo Escarlata ha estado creciendo mucho los últimos años.

—Sin duda es un hombre que sabe lo que hace.

Para odiarlo tanto lo está halagando demasiado. Ya les contó todo lo del maltrato que recibió de parte de él. Si pudiera comparar la vez que ella me dijo todo con lo que dijo hoy diría que es exactamente el mismo diálogo, tampoco olvidó la parte donde dice que quiere recuperarnos. Un diálogo muy bien estudiado por cierto.

—Él siempre ha sido devoto a su trabajo.

—En exceso diría yo. Lo ha hecho bien entonces.

—¿Por qué tanto interés?— pregunta Harry.

—Niños— como odio que nos diga así— hay algo que quiero decirles y necesitaré la ayuda de cada uno de ustedes.

—No tengo mucho tiempo así que suéltalo ya.

Por un momento creo ver resentimiento en los ojos de Rachel cuando mira a Max.

—Necesito vengarme de tu padre.

Max estalla en risas y Harry se acomoda en su silla. Todos los demás nos quedamos en silencio.

—¿Qué tipo de venganza?— pregunta Harry con su tono profesional.

—Quiero que pague por todo lo que me hizo.

—Está bien pero ¿Cómo?

Esta vez no mira a Mikael para pedir permiso. Entrelaza sus dedos sobre la mesa y se inclina hacia delante.

—Debo hablar con él unas cuantas cosas y para eso necesito que me ayuden a concretar una reunión.

—¿Sólo eso?

—Mamá quiere hablar con padre primero y ver si pueden llegar a un acuerdo— Matt habla por primera vez desde que llegamos.

—¿No le harás daño cierto?— pregunto mirándola.

Sonríe como si hubiese estado esperando por esa pregunta. Niega agitando su cabeza.

—No. Se los prometo, no soy igual a él, tampoco le pagaré con la misma moneda.

Todos quedamos en silencio un buen rato hasta que Max es el primero en levantarse. Nos mira a todos y le ruego con la mirada que no diga nada que nos deje en evidencia.

—¿Quieres hablar con nuestro padre? Bien, lo tienes ¿Qué hay de nosotros? ¿Esperas que seamos la familia feliz de los comerciales?

—Maximus, escucha.

—No— se aleja— yo me voy, tengo cosas que hacer y no tengo todo el tiempo del mundo. Diría que fue un gusto pero no es así— mira a Rachel— espero no verte por un buen tiempo o mejor dicho nunca más.

Voltea y alcanza a dar unos pasos antes de que yo me ponga de pie y ella hable.

—Hijo...

Max se detiene unos segundos pero sigue caminando cuando escucha a su gemelo.

Racing With You. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora